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Urbanismo PARA LA CONVIVENCIA
Cuando aparece una idea (nueva o no tanto) que intenta amigarnos con los demás y con el entorno, vale la pena darla a conocer. Y eso es lo que se propone la campaña “Tranki con el trato”, que llevan adelante varios organismos públicosSon más de 30 las localidades que reciben nuestras páginas cada día y decenas de miles los lectores que nos siguen a través de nuestras redes y plataformas. Si algo está bueno y puede mejorar las condiciones en las que habitamos nuestros barrios y ciudades, lo publicamos con la ilusión de que pueda ser replicado en municipios que coincidan con nuestra mirada.
En tal sentido, hoy le hacemos lugar a la campaña “Tranki con el trato”, que se implementa con la realización de murales y algunas actividades conexas.
La llevan adelante una serie de organismos oficiales, entre los que se cuentan la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), la Secretaría de Seguridad, la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, el Ministerio de Educación, la Agencia Córdoba Joven y los ministerios de Vinculación Comunitaria y de la Mujer. Todos unidos en un proyecto destinado a promover la convivencia y prevenir la violencia.
Dos de los puntos elegidos para poner en práctica la iniciativa fueron los barrios Cabildo y Los Filtros, ambos de la capital provincial. Allí, adolescentes y jóvenes hicieron murales con ese objetivo de concientizar, sensibilizar, promover la convivencia en armonía y prevenir la violencia.
En ambos casos, adolescentes y jóvenes de ambas comunidades -acompañados por un equipo de profesionales-, trabajaron tanto el diseño como en la elaboración de estas creaciones de arte urbano.
El muralismo va acompañado con diversas acciones y actividades, en las que chicas y chicos reflexionaron sobre la convivencia cotidiana y los factores relacionados con los vínculos saludables. Se elaboraron además acuerdos a partir de los intereses, necesidades y deseos de las y los adolescentes.
Muralismo y arquitectura
El muralismo fue un movimiento artístico iniciado en México a principios del Siglo XX, creado por un grupo de pintores intelectuales de ese país después de la Revolución Mexicana, reforzado por la Gran Depresión y la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, y especialmente en las últimas décadas, este tipo de arte cobró mucha importancia.
Es más, existe toda una bibliografía referida a la relación que se estableció entre el Muralismo y la arquitectura. Y esos estudios -en los que cobra especial importancia el nombre David Alfaro Siqueiros (1896-1974), uno de los grandes exponentes y precursor del Muralismo en México-, no refieren solamente a una disciplina para construcciones nuevas, sino para restaurar y renovar edificios, cubriéndolos de color y textura, reformulando su relación con el entorno abierto que los rodea y creando un lenguaje arraigado a la identidad de ese lugar que revive el espacio público y fortalece el arte cultural.
Lo personal y lo colectivo
En las calles de ciudades de todo el mundo pueden observarse murales de diferentes dimensiones que, generalmente, tienen como objetivo mostrar el arte particular de cada artista y generar un impacto visual positivo sobre el entorno.
El poder expresarse de parte de adolescentes y generar el impacto visual positivo, están en la idea de este proyecto: “Tranki con el trato”. Aunque en este caso, la expresión artística y urbana suma el mensaje de convivencia en armonía.