Físico o digital, esa es la cuestión

¿Por qué amamos tanto el papel?

Hace años parecía que el libro en formato virtual eliminaría al formato tradicional, pero nada de esto pasó. Un librero de nuestra ciudad destacó que incluso los lectores noveles optan por el papel y la tinta
domingo, 30 de abril de 2023 · 08:30

El papel, con sus costos y sus odiseas -para comprarlo- ha ganado la batalla literaria.

Sí. Seguimos amando el papel, con su formato y el espacio que ocupa en nuestra mochila o cartera.

Hace varios años, cuando comenzaban a emerger los e-books (o libros digitales), las industrias editoriales y los libreros del país parecían sentirse amenazados por esta nueva iniciativa que venía a quitar clientes de su mercado.

Hoy, varios años después, se puede afirmar que no solo nada pasó, sino que el libro en formato físico sigue llevando la delantera en cuanto al consumo y la comercialización. Pero esto no solo sucede con los mayores de 40 años que deciden comprar un ejemplar, sino también con aquellos llamados “nativos digitales”.

Días atrás, Gustavo Calleri, titular de la librería local LibreLibro, aseguró tal cuestión y le sumó más datos: “Hace 12 años  parecía que el libro en formato digital venía a desbancar al de papel, pero el tiempo ha dado su veredicto y hoy en día no ha bajado la venta del libro de papel”, aseguró Calleri, que sumó:  “El libro digital no mueve la aguja en cuanto a lo que se publica, así que, gracias a Dios, el libro en papel sigue teniendo la importancia que siempre tuvo”, dimensionó.

Cientos de jóvenes afuera de una librería, en Tokio, esperando por la publicación de Murakami

¿Por qué?

El fenómeno puede ser interpretado de múltiples formas y modos. El amor por la tinta y el papel no tiene que ver con algo nostálgico, sino más bien con algo de utilidad. Por eso los jóvenes de 15, 16 y 17 años hoy  se encuentran en librerías buscando títulos juveniles. 

¿Será que a los lectores les gusta que sus libros sean tangibles?, ¿será que los consumidores apuntan a guardar cada libro leído como un trofeo en sus bibliotecas? Nadie puede saberlo a ciencia cierta.

Aun así, durante estos días se está llevando adelante la feria del libro. La comercialización crece y los encuentros de los escritores con sus lectores también. En el medio, hay muchos villamarienses que dicen presente y que siguen imprimiendo y vendiendo sus títulos en papel. Luis Luján, por ejemplo.

Y no solo eso pasa en nuestras pampas: el siempre mencionado para el Premio Nobel, el japonés Haruki Murakami, causó furor hace días con el lanzamiento de “La ciudad y sus muros inciertos”.

El libro se puso a la venta el pasado 13 de abril y cientos de fanáticos hicieron filas en las librerías japonesas para adquirir un ejemplar del primer libro en seis años.

Así, a la medianoche en punto, con el comienzo del día, empezó oficialmente la venta de la novela en Japón por lo que numerosas librerías de Tokio decidieron permanecer abiertas hasta tarde, como pasó con la famosa cadena Kinokuniya, para cumplir con el ritual de los lectores de adquirirla en el instante en que era posible hacerlo.

 

Una guerra que no fue

En ese punto, es importante destacar que muchos se quitaron de encima esta idea de “batalla”?entre lo digital y lo físico.

“Si puedo tener toda la biblioteca en un lector Epub ¿Qué necesidad tengo de tener montañas de papel y libros que acumulen polvo?”, solía ser la falsa premisa.

Así, con el paso del tiempo, lo digital tuvo su momento para mostrar sus ventajas y desventajas. Y aparentemente no ha seducido lo suficiente a los lectores que siguen sus rituales. 

Algunos puntos a favor del formato físico pueden ser relacionados con que su vida útil es más larga, la consulta es ilimitada y su acceso es más simple. Algo difícil en un formato electrónico -donde muchas veces el que lee no sabe si le falta mucho o poco para llegar a la página final-.

Eso sí, tal vez el libro físico -por la cuestión de oferta y demanda- sea más complejo de conseguir; puede ser quitado de los catálogos en meses y puede desaparecer del mapa por completo, pero esa es otra historia.

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