CLAUSURA / 7MA. FECHA / ZONA A
Colón, con aire en la camiseta, gritó y se metió en las llaves
Derrotó 1 a 0 a Unión Central en medio de un viento imposible. Podría haber aumentado su ventaja, pero marró un penalGracias a un solitario gol de Benjamín López, Colón de Arroyo Cabral derrotó a Unión Central de Villa María durante la tarde de ayer y logró meterse en la siguiente fase de la Liga Villamariense de Fútbol (LVF).
En un cotejo válido por la séptima fecha de la Zona A, el plantel rojinegro dirigido por David Reano logró sumar de a tres, aunque no tuvo su brillo característico.
Unión Central tuvo sus chances para empatar la cuestión, pero le faltó efectividad ante un arco bien protegido por el arquero local, Emiliano Rodríguez.
En la primera etapa, y con el viento en contra, Colón intentó ganar las bandas y sorprender a la visita. Lo hizo por medio de Coria y Ostera, pero le fue dificultoso en los últimos metros, ya que el ataque se hacía cada vez más angosto y los volantes no llegaban con comodidad al arco de enfrente.
En 6 minutos del primer acto, desde un tiro libre ejecutado por Coria, Santiago Comba cabeceó débil y la pelota murió en el fondo de la línea de meta.
Intentó responder un minuto más tarde el Aurinegro por medio de un disparo de López?Leiva, pero Rodríguez -con seguridad- detuvo el peligro.
El hecho de saber que la visita arreciaba en su territorio le hizo a Colón salir del fondo, y desde allí fue hilvanando sus jugadas con Ostera, López y Acosta, aunque por el momento la pelota se mantenía lejos de un Pauletti que no pasaba mayores sobresaltos.
En 15 minutos llegaría un momento de emoción -y de milagro-: desde un tiro de esquina Méndez recibió solo en el segundo palo y su cabezazo se estrelló en el palo derecho de un Pauletti que reaccionó y la cacheteó al tiro de esquina.
Cuando parecía que todas las insinuaciones terminarían en la nada, Benjamín López tomó la lanza y encaró como los que saben por la mitad de la cancha. Desde casi 20 metros, y con pelota dominada, ensayó un derechazo rasante que se le metió bien esquinado al arquero de calle Rucci, que nada pudo hacer; 1 a 0 y alegría para el dueño de casa que empezó a desenredar los nudos del visitante.
Aun así, Unión estaba vivo, aunque careció de organización para conseguir la paridad. Con pelotas llovidas al área, y disparos desde lejos -fruto de la impotencia por no ingresar al rodeo ajeno- fue diluyendo y malogrando sus chances al no asociarse. Así, en una pelota llovida, López Leiva la empaló débil y se perdió el empate en pleno corazón del área chica cabralense.
El entretiempo le vino bien al dueño de casa, que después de su grito había perdido el mediocampo y la pelota también.
Ya para la segunda etapa, Reano remplazó a Chupettini, que estaba en la cuerda floja por haber sido amonestado en el primer acto. Justamente quien ingresó por Chupettini, Alejo Echegaray, sería un actor principal del segundo acto.
En 18 minutos, Ostera trianguló con Coria y compañía en la puerta del área y, cuando ingresó, fue derribado. Facundo Tisera, juez del partido, decretó la pena máxima ante la incredulidad de los villamarienses.
Iban 22 minutos cuando Echegaray la colocó en el punto penal, tomó carrera y le pegó desviado bastante lejos del marco defendido por Pauletti.
Tal desperdicio le generó pasarla mal en el epílogo al local. Sobre 30 minutos, Lautaro Cipollone envió un disparo que fue bien despejado por Rodríguez.
Cinco minutos más tarde probaría Álvarez, que se perdió una ocasión inmejorable fruto de una pelota despejada a medias por Santiago Comba. Le pegó muy abajo y se le fue muy arriba ante un Rodríguez casi inmóvil.
López Leiva volvió a sucumbir ante Rodríguez -con un disparo de tiro libre bastante anunciado y, cuando el telón caía, casi gritó el segundo Colón con el ingresado Gaspar Becchero, pero su derechazo dio en el palo y se fue afuera.
Ahora, con los tres puntos en su bolsillo, el Rojinegro festeja haber subido en la tabla y ubicarse en los puestos de playoffs del torneo doméstico.
La figura: Benjamín López
El “10” se hizo con un hueco y marcó el gol definitivo. También se destacó la seguridad del portero rojinegro, Emiliano Rodríguez.
El árbitro: Facundo Tisera
Apeló a la charla para controlar el cotejo, pero no le sirvió y le costó mantener su autoridad. Dejó que el juego transcurriera casi cinco minutos con un perro adentro de la cancha.