Básquet / Unión Central / Sebastián Torre
“Hoy estoy acá y muy contento”
El entrenador se sumó al Aurinegro y comenzó con la pretemporada. Agradeció el esfuerzo de los dirigentes y elogió el trabajo realizado por todos los entrenadoresUnión Central ya comenzó su pretemporada y con cambios en nombres y roles entre los entrenadores. Los “aurinegros” incorporaron a su staff técnico a Sebastián Torre, un entrenador de reconocida trayectoria en ligas argentinas, que eligió (por temas personales) hacer un cambio esta temporada a partir de dejar un plantel profesional para sumarse a trabajar con los equipos de básquetbol del club villamariense.
Sebastián “Cebolla” Torre, nacido en Cintra hace 40 años y recibido en el Profesorado de Educación Física del Trinitarios, es entrenador de Nivel 3 y en las últimas temporadas dirigió a Oberá, de Misiones; San Isidro, de San Francisco; Hispano Americano, de Río Gallegos; y Rivadavia, de Mendoza. El entrenador dialogó con elDiario de este cambio radical en este momento de su carrera, de trabajar, al menos por esta temporada, con equipos juveniles y amateur.
-Tu llegada provoca un cambio radical en el panorama del básquet local y regional ¿También te genera algo parecido a nivel personal?
-Si, la verdad que sí, Personalmente necesitaba parar un poquito con respecto a la distancia con mi familia, sobre todo con mi hija. No significa que hoy estoy en la misma ciudad, ella está en Córdoba, pero la distancia es muy corta y no estoy acostumbrado a eso. Necesitaba estar cerca para llegarme un sábado, un domingo. Es más, no es tanto de ella, es mío. Quiero estar cerca de mi hija y mi familia. El club hizo una apuesta, hay un sacrificio grande, porque sigue Guille (por Guillermo Kenig), porque me trajeron a mí, pero no se fue nadie para que yo venga. Es un cambio que yo espero que salga todo bien, en cuanto al aprendizaje de los chicos; Dios quiera que con ese aprendizaje podamos ganar juegos, pero lo primero de todo es dejar una huella de mi manera de ver el básquet.
-Ser entrenador profesional te hizo estar por todos lados, ir de un lado y otro del país, estuviste por el norte, por el sur…
-Oberá (Misiones), Río Gallegos, San Francisco, dos veces en Entre Ríos, Mendoza, en Oruro, Bolivia. Estuve por todos lados. Gracias a Dios, desde que me dedico a esto, siempre he tenido trabajo. Yo decidí no ejercer como profesor de Educación Física para dedicarme al básquet. Como bien decís, estuve por todos lados y es la primera vez que voy a estar ocho meses continuados en la provincia de Córdoba.
-Llegás a Villa María; es una ciudad que conocés bien. En algún reportaje anterior en elDiario contaste que te recibiste acá. ¿Conocer a Emanuel Ferrari y al club son algunos factores que te acercaron a Unión?
-Ema es un amigo. Unión estaba viendo la forma de reorganizarse. Me pidió que le recomendara un par de colegas. En el momento que estábamos hablando, yo estaba en Rivadavia, de Mendoza, venía de salir campeón en el torneo mendocino; habíamos jugado la semifinal de la Liga Argentina con Atenas en el torneo 2023-24. Entendía que este año no había chances de seguir mejorando y yo, con la situación personal que expliqué antes, le dije a Ema “yo estaría disponible”. Él mismo se sorprendió. Le dije que no quería que tocaran a nadie, para poder seguir hablando de esto. Ema tiró mi nombre en la comisión de básquet, hubo quorum. Gracias a Ema, al club, al presidente, que hacen un esfuerzo, hoy estoy acá y muy contento.
-¿Con qué te encontraste en Unión?
-A Guillermo lo conocía por haberlo enfrentado en otro rol, siendo asistente de Liga Argentina, y con Emanuel estudiamos juntos. Me encontré con una cantidad de chicos que me sorprende. Es un grupo heterogéneo, chicos que juegan un gran básquet y otros que están aprendiendo, en un nivel motor inicial, empezando. La idea es nivelar para arriba, que los que jueguen bien sumen más cosas, y aquellos más nuevitos, que puedan incorporar conceptos, aspectos físicos, para ver si pueden entrenar en el grupo que está más avanzado. En U17 hemos dividido el grupo en dos, con aquellos que son segundo año de la categoría y tienen mayor nivel y con los otros que son primer año y están empezando. Yo no armé los grupos porque recién los estoy conociendo. Vamos a manejarnos así. Me encontré con muchos chicos, buena talla, un grupo heterogéneo, pero aquellos que juegan bien lo hacen realmente bien; así que los profes han trabajado bien.
-¿Vas a trabajar con los planteles de U17 para arriba?
-Sí, es un grupo de U17, U21 y Primera. Luego están Guillermo y Nacho Ricca, que trabajarán en el segundo equipo de la U17, en U15 y en U13. Emanuel Ferrari, que estaba en U13, va a coordinar todo el mini básquet. Habrá trabajo para todos, solo se movieron algunas piezas.
-Antes mencionabas que necesitabas cambiar de lugar. También cambiaste de conformación de los planteles, de trabajar con uno profesional en todo sentido, que a veces son más individualistas, que buscan engrosar sus propias estadísticas en todos los partidos; ahora lo hacés con juveniles que, en algunos casos, tienen que aprender casi todo.
-Está bueno también el amateurismo. Extraño por momentos el profesionalismo. Ahora estaríamos preparando la gira que vendría. Pero acá me encontré con mucha bondad y lo digo buenamente. Pero creo que también está bueno esto. No sé cuánto un entrenador enseña, pero eso que el entrenador cree que sabe, ponerlo en pos de un juvenil para que aprenda es muy satisfactorio también. Si bien yo cambié mi rol, soy el que más se tiene que adaptar a que tal vez lleguen tarde, a un papá que se demoró. Yo estaba acostumbrado con los profesionales, de llegar, tener el plantel y trabajar. No es nada que requiera un esfuerzo, tengo que yo aprender a aguantar mi ansiedad.