Lo sostuvo y tiene su premio

En un partido de alta temperatura y repleto de emociones, Alumni se quedó con el pase a la final tras empatar 2 a 2 ante Atlético Ticino en condición de visitante. El Fortinero se vio favorecido por el 2 a 0 conseguido hace una semana en el predio Mauro Rosales. Y vendió cara su eliminación Atlético Ticino, aunque Alumni siempre estuvo por delante en el marcador.

Desde los papeles se preveía un cotejo de dientes apretados, donde cada albirrojo, respectivamente, requería ser protagonista. Pero a Ticino se le exigía más por el hecho de tener un resultado adverso encima.

La primera situación de ataque, en medio de un estadio colmado, fue para los dueños de casa. Ayrton Páez recibió un buen pase filtrado, pero no pudo vencer a Jonathan Scalzo en el mano a mano. El “uno” se quedó con la primera situación de peligro del cotejo.

En otro intento, Damián Silveyra intentó sorprender desde lejos, pero sin precisión.

En ese tire y afloje, con cada elenco tirando desde la soga, en un contragolpe, Francisco Monetto se tomó más tiempo de la cuenta cuando se encontraba solo frente al marco defendido por Diego Fantino y su intento reventó la espalda de un defensor ticinense.

A los 22 minutos, siempre del primer acto, fue la hora señalada para el primer festejo. Y fue de Alumni. El laboratorio de Fabián Suescun se vio en el campo de juego. Es que, desde una jugada preparada en un tiro de esquina, Cufré recibió el balón en el segundo palo y, con algo de suerte, la metió en el segundo palo de Fantino para marcar el 1 a 0.

Y casi duplica la ventaja el visitante: Molina ganó una pelota por la banda derecha y desde ahí asistió a Monetto, que malogró otra ocasión cara a cara con Fantino.

Cuando se bajaba la persiana de la primera etapa, Mojica se llevó puesto por detrás a Alexis Rodríguez en el área y Jonathan Rodríguez Leirías no dudó y pitó penal.

Desde los doce pasos, Ayrton Páez marcó el 1 a 1. El “10” eligió su izquierda y hacía allí voló Scalzo, que la tocó, pero no pudo evitar la caída de su valla.

Ya para el complemento, Trepat ingresó por Patricio Peñaloza, visiblemente afectado en una de sus rodillas. El defensor llegó a su quinta amarilla y no podrá decir presente en la primera final.

Y llegó un dolor de cabeza para Alumni. Medina le fue fuerte a Silveyra y el defensor debió ser reemplazado. Tras amonestarlo, Rodríguez revisó su sanción y eliminó la tarjeta amarilla para cambiarla por la roja.

Hernán Rossarolli decidió que debía tomar la lanza para atacar y así lo hizo: decidió el ingreso de Juan Segundo Maldonado -goleador del último certamen- y sirvió la sumatoria de Juanse, pero no le alcanzó a un Atlético Ticino que, por momentos, sufrió más de la cuenta.

A los 23 minutos del segundo acto, Mojica aprovechó para detener un remate de Páez tras ser asistido por Lautaro Monje. En tal embestida de Páez nació un tiro de esquina donde Monje cabeceó a las manos de Scalzo.

Un minuto más tarde, Iván Pessuto aprovechó un contragolpe para batir a Fantino y marcar el 2 a 1 que le daba a Alumni la seguridad de estar en la final. Pero se durmió el Fortinero en los festejos -y en los laureles-. Desde la mitad de la cancha, Ayrton Páez, en el saque, la mandó a guardar ante un Scalzo adelantado para marcar el 2 a 2.

Le quedaron 15 minutos a Atlético Ticino para conseguir la épica, pero no pudo hacerlo, solamente hubo un intento de Ayrton Páez que Molina pudo despejar. Se trató de un centro que parecía meterse en el arco. Previamente, el Chile Rodríguez había sido expulsado y ambos elencos terminaron con 10 jugadores en el terreno de juego.

Con su estilo, sus intentos y atacando hasta el final, Alumni se quedó con la llave y llevará todas sus esperanzas a la siguiente instancia. Se trata de una final histórica ante Leandro N. Alem. Los dos equipos más ganadores de la Liga se medirán, cara a cara, en un superclásico de las Villas que tiene toda la pinta de finalísima.

La figura: Ayrton Páez

Fue la columna vertebral de un Atlético Ticino que intentó sacar la serie adelante. En Alumni, se destacó la velocidad de Rey y el ingreso de Pessuto oxigenó el ataque.

El árbitro: Jonathan Rodríguez

Dubitativo. Fue mal asistido por los líneas y, en el afán de que el partido se juegue, permitió varias faltas notorias.