Provincial / Zona 2 / 5ta. fecha
Torció la historia y sacó boleto
Rivadavia clasificó a la siguiente instancia luego de dar vuelta la historia y derrotar 2 a 1 a Vélez en OlivaRivadavia de Arroyo Cabral clasificó a octavos de final del Campeonato Provincial de Fútbol organizado por la Federación Cordobesa de Fútbol (FC) tras dar vuelta la historia y derrotar 2 a 1 a Vélez de Oliva en condición de visitante en el marco de la quinta fecha de la Zona 3.
Y fue una trabajosa victoria y póstuma clasificación del Verde en tierras velezanas.
En un inicio errático, comenzó mejor el Verde de la dupla Santoni-Arbarello con un tiro de esquina de Javier Demarchi que fue conectado de cabeza por Barolo, pero que se fue por arriba.
De igual modo, Vélez lo madrugó desde un tiro libre en tres cuartos de cancha. A los 4 minutos, en un centro en el segundo palo desde un tiro de falta, apareció Matías Lenarduzzi para romper el arco de Marcelo Berardo y poner el 1 a 0.
De igual modo, La “V” no conservó mucho tiempo la ventaja y sufrió cuando Rivadavia hizo pie y comenzó a tocar corto apoyándose en Kranevitter y Córdoba. Demarchi lo ganó todo por su banda y (también) generó estragos a una defensa con menor velocidad en achique.
Al igual que la apertura del marcador, el empate también llegó desde una pelota parada en 8 minutos, siempre del primer acto. Desde la esquina derecha, Ignacio Córdoba se la puso en la cabeza a Paolo Arbarello que le pegó un frentazo que primero fue al palo y después adentro: 1 a 1.
El tanto hizo crecer al equipo de Arroyo Cabral, pero Vélez aún tenía algo que decir y fue convirtiendo a Berardo en figura. El experimentado arquero le detuvo un mano a mano a Matías Pierrot en 12 minutos y otro disparo a Girotti, abajo a la derecha en 14 (minutos).
Sobre los 20 minutos de juego llegó un momento duro para Rivadavia. Arbarello cayó en el piso y se tomó el rostro acusando un dolor agudo -póstumamente se supo que fue una torcedura de tobillo-. En lugar de Arbarello ingresó Julián Cecchini. El ingresado fue veloz y gravitó en el juego. En pocas palabras, fue un dolor de cabeza para la última línea de Vélez.
Con mayor jerarquía y vértigo, Rivadavia fue más en este tramo y Córdoba hasta casi se despacha con un gol olímpico, pero pelota pegó en el segundo palo de Aguirre y salió hacia el área.
En la misma tónica, Barolo - bien recibido ante su gente- se perdió un mano a mano con el arquero Aguirre tras una exquisita habilitación de Demarchi.
El “uno” de Vélez también volvería a ser figura tras detener un embate de Demarchi.
La primera etapa finalizó con Berardo (también otro punto alto) deteniendo un intento de Pierrot.
El calor agobiaba, también la humedad. Pero los equipos no dieron respiro para el complemento.
Tal como en el final del primer tiempo, la segunda etapa inició con una atajada de Berardo a Pierrot.
A los 10 minutos del complemento, el Verde torció definitivamente la historia cuando Cecchini recogió un centro atrás, enganchó y la mandó a guardar para el 2 a 1.
El festejo lo volvió escolta, ganador y clasificado. Y fue justo.
Y podría haber celebrado el tercer tanto, pero el plantel de Santoni dejó con vida a Vélez porque el arquero Aguirre empezó a crecer también en su faena.
En ese contexto, el ingreso de Otta y el crecimiento de Villalón en la “V” se marcaron con contragolpes, balones filtrados y demás. Allí, Berardo, Martínez, Pedernera y compañía tiraron todo por los aires y protegieron la ventaja. Es que al dueño de casa, la ansiedad le terminó jugando en contra.
Cuando el telón estaba cayendo, Piccioni desperdició enviando por los aires un tiro en la puerta del área.
No hubo tiempo para más, Vélez pagó el hecho de ser flojo en defensa y Rivadavia tuvo suerte en algo no recomendado: meterse al fondo.
Así, el Verde se metió entre los mejores, metió un triunfazo y hay justicia.
La figura: Julián Cecchini
Su ingreso le sumó velocidad al Verde y hasta facturó. También se destacó la solidez de Marcelo Berardo y la velocidad de Demarchi
El árbitro: Leandro Acosta
Correcta labor. No se complicó, favoreció el juego y fue bien secundado por sus líneas.