Rodrigo Bruno jugó su último partido en casa

Rodrigo Bruno decidió decirle adiós al rugby, al menos como jugador. Ayer, el villanovense jugó su último partido oficial en nuestra ciudad y el próximo sábado, en La Rioja, disputará su encuentro de despedida, ante Los Chelcos, de aquella provincia.

El villanovense, con 37 años y luego de casi dos décadas de trayectoria en Primera División, decidió dejar la actividad por temas estrictamente laborales y de esa manera se retira uno de los máximos referentes del rugby cordobés.

El Potro, de 37 años, fue campeón con el Jockey en 2009, pero formó parte de una Generación Dorada del Hípico villamariense. Además, jugó en Atlético de Rosario, en la Lazio del Top 12 de Italia y en la Superliga Americana. Integró los planteles de los seleccionados B de nuestro país, como Argentina XV, Los Pampas y Jaguares; pero su momento más importante lo vivió en 2012, cuando debutó en el seleccionado argentino, Los Pumas, en un test mach jugado frente a Francia, en el estadio Mario Kempes.

Aquella tarde se convirtió en el primer jugador formado en un club villamariense en debutar en un seleccionado mayor de nuestro país, camino que luego siguió Eduardo Bello.

Rodrigo, el guerrero de mil batallas, fue referente de varias generaciones, a tal punto que muchos de los chicos que jugaban en infantiles o juveniles que lo tuvieron como el jugador que marcaba el camino a seguir, del amor al club, del sacrificio y entrega en cada entrenamiento y partido, pudieron compartir el plantel superior en los últimos años. Muchos se lo expresaron cuando llegó la ronda de la despedida, tras el partido jugado ayer, algunos de ellos hoy tienen 22 o 23 años, y cuando empezaban a correr detrás de una guinda, Rodrigo Bruno ya empezaba a jugar en Primera División. Otros, en cambio, fueron contemporáneos y formaron parte de la misma generación, como Nicolás Ferreyra, Andrés Demaría o Facundo Boaglio (que aún siguen jugando), o el caso de César Fruttero, que hoy forma parte del cuerpo técnico, pero que se retiró hace un par de temporadas. Previo al juego hubo un emocionante acto de homenaje por parte de dirigentes del club, del que también participó la familia del jugador. El presidente del club, Ricardo Pigni, le entregó una plaqueta en reconocimiento a su historia y trayectoria en la entidad y por “el legado que deja, con una vara altísima, pero que no es imposible alcanzar si se trabaja con sacrificio y empeño”, como señalaron varios de los referentes del plantel

Se retira el Potro y, más allá de que todavía queda el último partido (que jugará muy lejos de casa), ya empezamos a extrañarlo.