Milo y varios más

Un perro que cayó dos veces al CAM y tuvo a una proteccionista que insistió en buscarle un hogar, finalmente fue adoptado en los últimos días. Es uno de los 49 que hallaron su familia desde ese espacio durante la cuarentena

Entre tantas historias que se repiten sobre los perros callejeros, muchas terminan con final feliz en el Centro de Adopción Municipal (CAM), donde se encuentran todavía varios esperando su desenlace satisfactorio.

Una de esas historias tuvo que ver con Milo, un perro por el que una de las tantas proteccionistas de la ciudad bregó para conseguirle hogar hasta que finalmente lo consiguió.

Norma Cusmano es una de esas mujeres que suelen llegarse seguido hasta el CAM para ayudar a los perros a darles un mejor destino.

Proteccionistas y animalistas suben fotos a las redes sociales, caminan por la ciudad y ofrecen con carteles a los perros que necesitan ser adoptados. Y Norma lo hizo mucho en los últimos días con Milo, uno de los que tuvo el final feliz.

“Voy a comenzar agradeciendo a Dios, al Universo y a cada una de las personas que compartieron mi publicación, que se preocuparon y opinaron”, escribió días atrás ella, anticipando la noticia: “Cumplí mi sueño, Milo tiene un hogar”, agregó.

En ese sentido, sostuvo que “esto se logra con trabajo, esfuerzo y mucho amor; solo hay que involucrarse, animarse. Es un granito de arena de cada uno, así sumamos y formamos grandes montañas de amor y logros”.

“Milo llegó al CAM en dos oportunidades; su historia es triste y confusa y no vamos a volver atrás, quiero dar vuelta la página. Ahí pasó estos meses, cuidado, como todos los que están”, contó.

En ese sentido, Norma agradeció a quienes trabajan en el CAM y, sobre todo, a Oscar Cabrignac, el director del espacio.

“Soy testigo y tengo pruebas de los animales que han sido atendidos y recuperados”, destacó.

 

Uno de tantos

Poco después de la carta de Norma, se supo oficialmente que Milo es uno de tantos perros que se adoptaron durante los días de cuarentena.

Concretamente, en poco más de dos meses hubo 49 adopciones, según informó la Municipalidad de Villa María sobre este espacio que depende de la Secretaría de Gobierno, Seguridad Ciudadana y Asuntos Legales, a cargo de Eduardo Rodríguez.

Se remarcó que en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el CAM tuvo que modificar su normal funcionamiento, limitándolo sólo al cuidado de los animales residentes, mantenimiento del predio y permitiendo el ingreso de animales que se hallaban en emergencia sanitaria.

Sin embargo, se estableció un mecanismo que permitió seguir adelante con la campaña de adopción responsable que impulsa el municipio y así, 49 perros consiguieron un hogar durante la cuarentena, uno de cuales -según se informó la semana pasada- está con la familia del presidente del Concejo Deliberante a cargo del Ejecutivo, Pablo Rosso.

Desde el 20 de marzo hasta la primera semana de mayo, fueron 18 las adopciones de perros. El número asciende ahora a 49, con las 31 logradas en mayo.

El municipio detalló que se trata de animales de diferentes edades que consiguieron un hogar gracias al trabajo del personal del CAM y del grupo de proteccionistas que articulan con el centro municipal, ya que siete de las adopciones fueron en trabajo conjunto con ellos.

También se subrayó que al estar restringidas las visitas por la emergencia, se dispuso un mecanismo que permite el ingreso a aquellos vecinos interesados en realizar una adopción responsable, con cita programada y cumplimentando todos los protocolos de bioseguridad una vez en el lugar.

Así, quienes manifiestan el deseo de adoptar un animal para integrarlo a su familia, llegan al lugar para conocer a los 300 perros alojados y cuidados en el CAM.

Se recordó además que todos los animales adoptados reciben la vacunación y están desparasitados y castrados o con castración programada si son cachorros.

Mientras, más allá de la cuarentena, se indicó que el personal del CAM “realiza los cuidados, desparasitaciones y vacunaciones a la población animal que está en el lugar, como también las tareas de mantenimiento del predio”, tal como lo destacó Norma.

Por el momento, y por la emergencia sanitaria, el personal médico veterinario del lugar no realiza prestaciones a animales que no estén alojados. “Esta situación se revertirá cuando el contexto lo permita”, se aclaró desde el municipio.

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