En noviembre de 1992

El príncipe Felipe estaba en Buenos Aires cuando se incendió el Castillo de Windsor

A propósito de la reciente muerte del duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, se recordó aquel acontecimiento que había encontrado al noble inglés en nuestro país para presidir una reunión del Fondo Mundial para la Naturaleza
sábado, 17 de abril de 2021 · 13:33

En noviembre de 1992, el príncipe Felipe, el esposo de la reina Isabel II de Reino Unido que falleció la semana pasada a los 99 años, visitó Buenos Aires para un evento privado, un viaje marcado por la tragedia ya que mientras estaba en Argentina se incendió el castillo de Windsor, la residencia preferida de la monarca y donde hoy se realizará su funeral.

 

Fanático del polo

El duque de Edimburgo, un fanático del polo y de los jugadores argentinos, había viajado a Argentina para presidir en Buenos Aires una reunión internacional del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Según Laura Schmidt, una argentina licenciada en Demografía y Turismo que vive actualmente en la ciudad inglesa de Oxford y en ese momento era directora de Ventas en el Park Hyatt, el hotel donde el príncipe se alojó, la que le informó del incendio fue la propia reina Isabel, quien lo llamó de urgencia.

 

Una llamada directa de la reina

"Durante su estadía en Buenos Aires fue cuando se incendió el Castillo de Windsor y el telefonista del hotel nos contó que recibió una llamada de la reina personalmente pidiendo hablar con el príncipe muy temprano a la mañana, supuestamente para avisarle del incendio", relató Schmidt en diálogo con Télam.

Según los diarios locales, la reina estaba en el Palacio de Buckingham preparándose para pasar el fin de semana en Windsor y esperando que regresara su marido de Argentina para celebrar su 45° aniversario de casamiento.

"Yo estuve involucrada en la organización de la reunión de la fundación en el hotel Park Hyatt, donde el duque también se alojaba. Fue el único de la familia real que se alojó en un hotel, de los familiares que visitaron Argentina, el resto solía hacerlo en la residencia de la embajada británica como cuando la princesa Diana estuvo en Buenos Aires", recordó.

 

Visitas de alto nivel

Contó que fue esa fue una de las primeras visitas de alto nivel internacional que recibió el hotel, que en este momento estaba recién inaugurado, y recordó que hacía muy poco tiempo que se habían reanudado las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y Argentina, tras la Guerra de Malvinas.

Schmidt destacó además que no se acuerda que el ahora fallecido príncipe haya tenido pedidos especiales o grandes exigencias, como era usual con los famosos y ricos que se hospedaron allí, como Madonna o los Rolling Stones.

"Solo hubo una inspección de seguridad de la Casa Real en las instalaciones y un curso de protocolo con la experta Mercedes Zavalía Bunge, que fue quien acompañó a Lady Di en su visita a la Argentina, algo que no fue un requerimiento de la realeza británica, sino que fue del hotel", recordó.

Además, el duque no utilizó la suite presidencial, sino que se alojó en una de las tantas habitaciones importantes que había.

 

"Amable y elegante"

Una vez instalado, una de las primeras cosas que hizo fue poner en su mesa de luz un portarretrato con la foto de la reina, recordó Schmidt quien durante esa visita se lo cruzó una vez en un ascensor.

La impresión que le dejó la resumió en tres palabras: "Amable, apuesto y elegante".

 

Fuente Telam 

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