Propietarios de quioscos avanzan en la conformación de una asociación

Walter Acosta, Walter Grappi y Agustín Alvarez, son propietarios de quioscos, un rubro que en este momento está atravesando una difícil situación económica como consecuencia de la pandemia y las restricciones horarias.

“En esta última semana, las ventas se redujeron un 50%, porque la gente va al quiosco cuando cierran los supermercados y estamos trabajando en los mismos horarios de ellos”, señaló.

Más allá del mal momento, han advertido que la pandemia impulsó a los pequeños comerciantes a organizarse, lo que valoran como un aspecto positivo. “Todo inició con un grupo de WhatsApp donde íbamos compartiendo información y nos poníamos de acuerdo”, comentó uno de los entrevistados.

“Ahora, queremos conformar una verdadera asociación, ya veremos la forma, pero pensamos en una cámara para tener institucionalidad en nuestras gestiones”.

“Según los registros, hay 200 quioscos, pero nosotros, en un recuento de calle, sabemos que son alrededor de 1.500. Lo que pasa es que la mayoría está en la informalidad. Creo que una cámara puede ayudar a que todos estemos en las mismas condiciones, es decir, que ingresen todos como un pequeño comercio formal”, agregaron.

Las ideas son muchas. No solo piensan en la asociación para gestionar y peticionar ante las autoridades, sino también, “para hacer compras conjuntas lo que va a redundar en mejores condiciones de compra y, en consecuencia, mejoras para los clientes”, aseveraron.

En ese sentido, relataron un hecho concreto: “Una distribuidora de marcas importantes de cerveza aumentó significativamente los productos. Antes, habían pasado los preventistas haciendo los pedidos sin precio, lo que es una locura. ¿Cómo podemos comprar sin precio? Así fue que después conocimos que habían aumentado un 35% y decidimos no recibir los productos, como una medida de acción directa del conjunto de quiosqueros. Paralelamente, hicimos llamadas al dueño de la distribuidora, al supervisor de ventas y a la gerenta. Conclusión: conseguimos que hagan un descuento del 22% y el compromiso de las grandes marcas para que avisen con una semana de anterioridad, los aumentos que dispongan para sus productos”.

“Esto nos da un aliciente para mirar hacia adelante y sumar a nuestra incipiente asociación a comerciantes pequeños de otros rubros”, indicaron. “Lo que pasa es que nosotros no tenemos apoyo de nadie y no se puede pelear solo”, agregaron.

En lo que hace a las restricciones por los horarios, acordaron esperar en esta etapa que termine el período de 14 días establecido por un DNU que se reflejó en Villa María con la obligatoriedad de cierre a las 20 horas. “Como dijimos al principio, realmente nos está perjudicando mucho, pero bueno, abrimos un canal de diálogo con la Municipalidad y nos prometieron que, sino aumentan los casos de coronavirus, van a revisar la disposición”, agregaron.

“Con la provincia, por el momento sabemos que no nos van a dar una mano, porque como nosotros no cerramos, sino trabajamos menos horas, no dispusieron subsidios para nosotros”, señalaron.

En definitiva, valoran que, pese a la adversidad, comenzaron el camino de la organización para que todos los “más chicos” de la economía, tengan a sus representantes que defiendan los intereses del conjunto dado que saben que “la unión hace la fuerza”.