El delito virtual se incrementó en los últimos meses

"Los adultos mayores son los que más sufren las ciberestafas"

El perito informático local Sergio Martínez destacó los cuidados que hay que tener para evitar ser víctima de delincuentes. Una modalidad que se acrecentó por la masividad que comenzó a tener el uso de tecnología para compras o pagos de servicios
miércoles, 21 de octubre de 2020 · 07:00

La pandemia potenció las operaciones que se realizan en forma virtual. Pagos, compras, transacciones, son algunas de las cosas que para algunos ya eran comunes o cotidianas, pero que no todos tenían incorporadas.

El encierro, la imposibilidad de salir, las restricciones, generaron que sean muchos los que debieran aprender o utilizar la virtualidad para ejecutar alguna operación que tenga que ver con movimiento de dinero. Pero, así como se incrementó el uso, también se potenció exponencialmente el ciberdelito o las ciberestafas.

Cuantitativamente, la Fiscalía de Cibercrimen confirmó que en Córdoba se produce una estafa electrónica cada 29 horas. “Los adultos mayores son los que más sufren las estafas y maniobras fraudulentas de este tipo”, acotó al respecto Sergio Martínez, perito informático local, consultado por El Diario.

“La pandemia generó una masividad en cuanto al uso de la tecnología para el pago de servicios o compra de elementos, y es natural que haya pasado eso, pero hay cosas que están descuidadas o no se tienen en cuenta porque se desconocen”, planteó.

En ese aspecto, confió que muchas personas en este período han aprendido a utilizar medios electrónicos, pero no así las precauciones que hay que tener al momento de operar.

El profesional destacó algunos puntos a tener en cuenta al momento de entender cómo se producen este tipo de estafas. Por un lado, explicó que “muchas veces hacemos transacciones de compras online utilizando wifi públicos, como de un negocio o shopping, y esas redes libres son las que los delincuentes pueden interferir en las comunicaciones y captar contraseñas, datos importantes de cuentas bancarias, con herramientas que están disponibles, entonces hay que evitar usarlas para compras”.

Por otra parte, contó que también suele suceder que cuando se usa la tarjeta de crédito “uno suele entregarla y con que la otra persona solo tome el número y el código de seguridad alcanza para luego hacer una transacción o que efectúen una compra a nombre nuestro”. “Es un riesgo y es algo a tener en cuenta y manejar con cuidado”, agregó.

A su vez, otra de las formas más comunes de estafa virtual es el denominado phishing. “Es uno de los artilugios que usan los delincuentes para hacerse de datos como claves o datos de cuentas bancarias”, remarcó Martínez. Consta de una maniobra que, por ejemplo, se realiza por mail, donde los delincuentes se hacen pasar por un banco o similar, pidiendo datos de tarjeta de crédito a través de un enlace. “La persona que por ahí desconoce estas maniobras lo hace sin saber que es un delincuente que disfrazó una web y entregó su información, es una de las formas más antiguas de ciberdelito y aún sigue vigente, porque a veces están tan bien hechas que realmente engañan”, acotó.

También planteó que actualmente se están usando mucho las redes sociales “para comprar y vender productos, y sucede que es un espacio donde se dan estafas. En las redes es muy fácil crear un perfil falso, entonces hay que evitar hacer transacciones a través de las redes sociales sin estar seguro de quién está del otro lado, o previamente contactarse de alguna de otra manera”.

 

Difícil de rastrear

El perito informático sostuvo que “los adultos mayores son los más damnificados porque son quienes han tenido que aprender forzosamente a utilizar la tecnología en este último tiempo”, y consideró que “por ahí los jóvenes son cuidadosos con las contraseñas, pero los adultos quizás no tienen en cuenta ciertos detalles”. “Muchas veces tienen anotadas las contraseñas en papelitos. O cuando van al cajero no tienen en cuenta cubrirla cuando ponen la clave. No ven el riesgo que corren si uno ve la clave del cajero”, expresó.

Consultado sobre si es imposible llegar a quienes están detrás de estos ciberdelitos, el profesional informático detalló que “hay ciertas complicaciones”. “Se puede llegar a rastrear desde dónde se realizó la transacción y si yo delincuente lo hago desde mi casa, ignorantemente, van a llegar a mí; pero el que hace esto generalmente lo hace desde redes públicas, desde un bar, desde un lugar que tenga wifi abierto, para evitar el rastreo”, cerró.

 

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