Una intensa lluvia que afloró viejos problemas

De los más de 40 grados de sensación térmica registrados hace una semana, para el Día de la Madre, a una intensa lluvia registrada durante la madrugada de ayer, que llegó acompañada de granizo. Así de rotundo fue el cambio climático que atravesaron tanto Villa María como la región en los últimos siete días.

Tras una semana con clima inestable en la ciudad, con precipitaciones que poco aportaron a la estadística, la de ayer fue una abundante caída de agua, que sirvió para seguir contrarrestando la fuerte sequía sufrida en los últimos meses pero que, al menos en el plano local, generó la reiteración de viejos problemas para vecinos de diversos puntos de la ciudad.

Así pudo evidenciarse con las primeras luces del día, cuando la luz natural dejó ver las secuelas que había dejado la copiosa lluvia.

En ese contexto, el panorama más repetido fue el de calles cortadas por tener agua “de bote a bote”, algo que se repitió en diversos puntos del territorio villamariense.

También fueron varios los espacios públicos que quedaron anegados a raíz de la lluvia, aunque esto último mucho no influyó en las actividades de la gente ya que por la tarde un fuerte viento sur hizo descender notablemente la temperatura y arruinó los planes de aquellos que tenían pensado distenderse durante algunas horas al aire libre. 

Claro que a los más pequeños poco les importó que su “placita” o espacio verde estuvieran hecho una laguna y así varios optaron por divertirse a la versión “acuática” de sus tradicionales juegos.

Tampoco faltaron aquellos vehículos, tanto autos como motos, que perdieron sus chapas patentes a raíz de los canales de agua que se formaron, situación que igualmente no tuvo la misma magnitud que en otras ocasiones a raíz de la escasa circulación que hay en horario producto de las medidas sanitarias vigentes.

Otra mala fueron los cortes de luz, algunos supuestamente programados, y otros “sorpresivos”.

En cuanto a números de lo que significó la lluvia, dependiendo la zona de la ciudad, se registraron diversos milimetrajes. Por ejemplo, el meteorólogo local Silvio Arnaudo informó que en barrio Ameghino midió 60 milímetros mientras que el portal 5900 sostuvo que en su estación meteorológica el agua caída alcanzó los 45 milímetros.

Otra vez sopa...

Escribe Víctor Alvez
Especial para El Diario

Con la muerte de Quino, la sopa tomó otra vez visibilidad. Un alimento que dentro de la cultura popular y específicamente en los niños es sumamente rechazado.

Mafalda, su principal personaje representó a dicha sopa como un monstruo y su insistencia  en tomarla como algo intolerable. Lógicamente que esto es una historieta, pero la situación de los habitantes de las calles avenida Centenario y Granaderos Argentinos, del 800 al 900, es una triste y reiterada realidad.

Nuevamente: “Otra vez sopa…” y ya todo un clásico, se volvieron a cerrar dichas arterias por la caída de la lluvia. Puffff…Reiteradamente se suele ver en las páginas de los medios: “Se realizó una canal en el barrio La Calera…”, como si esto fuese la solución para dichas calles, ya que muchos abonan  que esto sucede porque vienen aguas de los campos rumbo a Tío Pujio. Falso, totalmente falso.

El problema es que los desagües son viejos y de diámetro pequeño, pero todo esto se complica aún más cuando uno habla con ediles del oficialismo o funcionarios actuales y hasta con un edil, funcionario y diputado provincial ya retirado experimentado en el tema que dice lo mismo.

Esto tiene dos definiciones, o creen en ficción o gozan de una ignorancia para el diagnóstico tremenda. A la cantidad de muertes regulares de todos los años habría que sumarle las del Covid-19 y yo recomendaría para este verano a las casas mortuorias agregar a su flota de carrozas un par de botes para poder llegar flotando hacia las tumbas de La Piedad.