Polémica reunión - Aseguran que no se respetaron medidas de seguridad básicas
El municipio juntó a más de 25 docentes de Salas Cuna por aula
Ayer se llevaron a cabo tres reuniones en las que, en cada una, se convocaron a casi una treintena de trabajadoras con el objetivo de que realicen videos para hacer llegar a los pequeños que asisten a esos espacios, lo que fue motivo de quejas puertas adentro y afuera
La Municipalidad de Villa María reunió ayer a todas las docentes de Nivel Inicial que se desempeñan en el medio centenar de aulas de las Salas Cuna que hay en la ciudad, para realizar trabajos de generación de contenido audiovisual, lo cual generó un profundo malestar puertas adentro y afuera, por haberse dado en medio de un contexto donde aún restan actividades por flexibilizar y se pregona el no realizar reuniones multitudinarias.
Por un lado, las “seños” fueron convocadas en tres puntos: a la Sala Cuna del barrio La Calera, a la del barrio Ramón Carrillo y al Polo de la Mujer. Eso generó que se acumulen entre 20 y 30 personas en un aula en cada uno de los espacios, ya que a ellas se les sumaron las coordinadoras de cada centro educativo municipal.
Este medio pudo comprobar que, a lo largo de la jornada, que inició a las 8.30, no se respetaron medidas básicas como el uso del barbijo y, lógicamente, el distanciamiento social. Incluso, también se pudo saber que hubo quienes les manifestaron a sus superiores la disconformidad por las condiciones en que se estaba desarrollando la jornada, incluso cuando aún hay actividades que no han sido flexibilizadas por la pandemia. Aseguraron fuentes que participaron de la actividad que la respuesta a los reclamos fue con evasivas.
A las Salas Cuna asisten niños y niñas de entre 45 días y 3 años, por lo que al no poder abrir las puertas aún, la decisión fue que las docentes hagan videos para las familias. El problema fue el amontonamiento y la poca responsabilidad en las medidas de prevención.
De hecho, cuando un reportero de este medio se acercó, la excusa al momento de negarle la entrada y de justificar la reunión fue que “se trata de un taller literario”.
Si bien ya habían sido reunidas anteriormente, la de ayer fue la primera vez que lo hicieron de manera conjunta y en simultánea con todas las docentes y coordinadoras. Solo no participaron quienes se desempeñan como auxiliares.
Los que esperan para poder trabajar
La semana pasada, las dueñas de los jardines maternales privados de la ciudad volvieron a asistir al COE Villa María para pedir por la apertura de sus puertas.
Pese a llevar más de 100 días sin poder trabajar, con todo el perjuicio económico que esto implica, se encontraron con una negativa rotunda, que fue manifestada en malos términos por el titular del COE, Sergio Arroyo, quien argumentó que esas decisiones las toma el COE Central y que prima lo sanitario por sobre lo económico. Justamente, la hermana de Arroyo, Nancy, es parte del equipo técnico de la Subsecretaría de Educación Inicial de la Municipalidad.
Al enterarse de las tres reuniones que hubo hoy en estos espacios, las dueñas de los jardines maternales estallaron, más de decepción que de bronca. “Tenemos que aceptar no poder trabajar con 5 niños por salas, pero que sí se pueda ir de a 10 a tomar y comer a un bar. Y, también, soportar que nos digan que no podemos abrir por el riesgo sanitario, pero ahora enterarnos que el municipio junta a casi 30 docentes por sala para hacer videos. No estamos en contra de nada, nos estamos fundiendo, estamos a favor de volver trabajar”, enfatizaron.
