Vecinos de barrio Ramón Carrillo temen estar siendo “fumigados”

Desde hace tiempo, vecinos del barrio Ramón Carrillo vienen soportando un invasivo olor a agroquímicos, por el cual ya han realizado denuncias. Según contaron a El Diario, la situación se torna insostenible, temen por su salud, y algunos incluso aseguran estar pensando en poner sus viviendas en venta para irse a otro sector de la ciudad.

Todos afirman que pasan aviones fumigando con una periodicidad que asusta. El barrio está lindante a un campo de grandes dimensiones. “Se siente muy seguido, cada dos o tres días lo notamos. Esto empezó hace unos tres años, pero en 2020 se intensificó muchísimo más”, contó una frentista.

Vale aclarar que en algunos sectores de este barrio hay vecinos que expusieron no darse cuenta de la presencia de este olor. Justamente aquellos que más lejos están del campo en cuestión.

A su vez, también plantean que en verano es cuando más padecen esta situación, porque pasan más tiempo afuera o en el patio, con ventanas abiertas, por ejemplo.

“Los aviones fumigadores pasan por encima del barrio tres, cuatro o cinco veces por semana, y hasta se les ven los picos de lo bajo que vuelan”, subrayó un vecino.

El olor, contaron, se siente a cualquier hora del día. A veces por la madrugada o la noche, incluso. Antes era esporádico, el año pasado comenzó a hacerse presente todas las semanas.

Los vecinos no solo observan a los aviones pasar, sino que los días de mucho viento notan cómo se intensifica aún más el olor. “Hay algunos que viven en el barrio que son ingenieros agrónomos, y afirman que es olor a agroquímicos. Es muy intenso, se siente hasta dentro de la casa. Hay veces que es tan fuerte que nos queda la boca amarga y arden los ojos”, expuso una vecina.

Lógicamente, después de tanto tiempo soportando esta situación han realizado reclamos y denuncias de todo tipo, ya sea ante el municipio como así también ante la Provincia.

“Varias veces denunciamos, pero no pasó nada. De Ambiente nos dijeron que no saben de dónde viene el olor, pero es ilógico porque tenemos un campo a una cuadra del barrio, frente al Hospital”, plantearon.

Muchas de las denuncias formales las realizaron ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia, también en la Policía Ambiental. Incluso hasta se pusieron de acuerdo un buen número de vecinos para realizar denuncias masivas “para que tengan más peso”.

¿Qué obtuvieron?: “Vienen los inspectores, revisan y dicen que no pueden detectar de dónde viene el olor”, lamentaron.

También aclararon desconocer quién o quiénes son los propietarios del campo en cuestión, “y también tenemos campos atrás del barrio, y los aviones nos tienen como ruta, es una locura, ya no podemos soportar más”.

Temores

Entre las familias de la zona hay un temor importante por lo que la posible presencia de agroquímicos pueda afectar a su salud. “Tenemos miedo de que haya consecuencias sobre todo respiratorias, carcinogénicas, y hasta hay gente que ya tiene alergias”, confiaron.

“No tenemos por qué andar respirando eso. Nuestra salud está en riesgo. Nuestra calidad de vida disminuyó desde hace años, cuando empezamos a sentir esos terribles olores. Y lo peor es que no hay respuestas de nadie, ni del Estado municipal ni del provincial”, se quejaron.