El adiós a una luchadora incansable

Noemí “Mimí” Hurtado Sepúlveda falleció ayer a los 70 años, como consecuencia de una cruel enfermedad.

Esta mujer, madre de seis hijos a los que tuvo que criar sola, no dudó en ganarse el pan con la venta ambulante hasta que, por la pandemia, decidió quedarse en casa y así cuidarse y cuidarnos a todos.

La enfermedad se manifestó en esas circunstancias y tras algunos meses de tratamiento, falleció.

El Diario le hizo en vida un homenaje, recordándola en una sección de nuestra revista. Allí, señalábamos que nació en Chile y muy jovencita se vino a Córdoba.

Tuvo sus hijos, quienes le dieron 23 nietos y tres bisnietos.

Ellos son los que mejor la definieron: es  una “amazona”, una “guerrera”. Los nietos dicen que en su trabajo, como en todo, es “la abuela extrema”. Los hijos, que es una “madraza”. “A los adolescentes les encanta ir a tomar cerveza con ella, ríen con sus malas palabras, que están siempre en la punta de la lengua”, indicamos en esa oportunidad.

Cada día amasaba el pan, lo horneaba y así salía al amanecer con su carrito repleto del fruto de su trabajo.

 Caminaba entre 80 y 100 cuadras cada jornada, por recorridos diferentes, uno para cada día de la semana.

Lo hacía entre las 7 y las 9 de la mañana, caracterizada por “su andar frenético y enérgico porque sabe que la hora del desayuno es la más provechosa”.

Faltará para siempre en la ciudad el aroma de su pan casero humeante que ofrecía siempre con una sonrisa.