Las secuelas que nos dejó el COVID

“Existe el factor COVID, independientemente si se ha tenido o no la enfermedad”.

Eso es lo que señaló a El Diario el médico cardiólogo Ricardo López Santi, quien estuvo en Villa María en el Tercer Congreso de Prevención Cardiovascular y Cardiometabolismo, impulsado por la Sociedad de Cardiología de nuestra ciudad y la Federación Argentina de Cardiología.

El profesional es autor de, quizás, el registro latinoamericano más grande que hay sobre el virus.

“Existe el factor COVID por todos los cambios que ha generado el comportamiento de la sociedad y por cuestiones que tienen que ver con el incremento del impacto psicológico”, explicó a este diario.

Precisó que el 38% de la población de América Latina -de trece países de habla hispana- estudiada presentó “criterios para el diagnóstico de presión mayor, el 17% de los pacientes con enfermedades cardiometabólicas abandonaron su tratamiento y vimos un deterioro en estilos de vida, principalmente en lo que hace a la actividad física”.

Aclaró que, si bien la población evaluada era sedentaria,  previo al COVID,  “el 60% de los individuos realizaron menor volumen de actividad física a partir de la pandemia, lo que tiene un impacto importante en el control de muchos aspectos de estas enfermedades, como diabetes, hipertensión arterial, o colesterol elevado”.

“Aún no teniendo infección por COVID, hay evidencia de deterioro en este tipo de pacientes”, advirtió el médico.

“A esto hay que sumarle lo que trajo como implicancia, y allí vemos groseramente dos aspectos: uno tiene que ver con las posibilidades de eventos graves en pacientes que han tenido COVID, hay incremento en riesgos, sobre todo en aquellos que han tenido hospitalizaciones en cuidados intensivos. Los pacientes que estuvieron muy graves y sobrevivieron tienen más riesgo de desarrollar eventos en el futuro”, informó.

El otro punto es que “en quienes tuvieron COVID leve, que son la mayoría, aparece un nuevo universo: los síntomas pos-COVID o de COVID prolongado, que son múltiples -no solo cardiológicos-, pueden ser neurológicos, musculares, de trastornos de piel”.

López Santi indicó que “las expresiones del COVID prolongado son múltiples y no tienen una explicación todavía clara como para saber cuáles son los mecanismos por los cuales se están produciendo”. “Se han descubierto algunas cosas, pero estamos en proceso de aprendizaje”, aclaró.