Análisis - Una reflexión a partir de dudas y certezas

“El Gobierno tiene un plan y es el acuerdo con el FMI”

Lo afirmó el economista Carlos Seggiaro, con relación al escenario político y económico actual. En este sentido, habló de la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía y de las medidas que fueron anunciadas recientemente
sábado, 6 de agosto de 2022 · 07:30

Una siesta de finales de julio, pocos días antes de que Sergio Massa jurara como ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura de la Nación, tras la renuncia de Silvina Batakis a esa cartera -en la que estuvo 24 días en el cargo: desde el 4 de julio al 28 del mismo mes-, el economista  y asesor villamariense Carlos Seggiaro dijo que la llegada del líder del Frente Renovador al Palacio de Hacienda es para “tener más volumen político” porque Batakis “no tenía tanta llegada a los sectores empresarios y tanto marco de acuerdos políticos”. Y apuntó: “Lo que él tiene que aportar son relaciones, generación de consensos, acuerdos intrasectoriales”.

El panorama, precisó, es “complicado”. Y, en este sentido, sostuvo que “la reacción del mercado, las últimas semanas, ha sido positiva”. De todos modos, aclaró, no hay garantías: esa reacción puede ser “transitoria”, porque todo depende de “las medidas concretas que vayan apareciendo”, y que, cabe recordar, algunas fueron anunciadas recientemente.

 

El Gobierno “tiene un plan”

Seggiaro propuso una lectura del escenario político y económico actual y, primero, dijo que “hay poco margen para desviarse de lo que es el acuerdo con el Fondo Monetario?Internacional (FMI)” e, incluso, afirmó que Massa “no se va a apartar ni un milímetro” de ese acuerdo.

Luego, señaló que cuando escucha que la oposición política manifiesta que el Gobierno no tiene un plan, él disiente. Al respecto, expresó que, precisamente, el acuerdo con el FMI “es un plan económico a tres años, que contiene una política monetaria, fiscal, cambiaria”, una “política antiinflacionaria” y un “plan de inversiones”.

 

Algunas certezas

Sin embargo, indicó que los problemas “no son de inmediata resolución”. Y, en esta dirección, hizo hincapié en la inflación y recapituló lo escrito por él en un informe. En ese texto, detalla: “Tras las importantes remarcaciones efectuadas por gran cantidad de empresas en la primera quincena de julio, la expectativa de inflación calculada oficialmente por el INDEC se ubicará, a nuestro juicio, en un piso del 85% para el presente año”. En este punto, remarcó que “ojalá” la cifra sea esa, porque “no se puede descomprimir”, y continuó aportando otras certezas en estas circunstancias de incertidumbre que, al igual que la anterior, están presentes en el informe. Así, la segunda es la siguiente: “Con semejantes niveles de inflación, la posibilidad de que asalariados, jubilados y trabajadores informales recuperen algo de poder adquisitivo en lo que resta del año es prácticamente nula”. En este plano, resaltó que la pérdida del poder adquisitivo se viene produciendo desde 2012.

La segunda certeza, comentó, introduce la tercera, que, según el texto redactado por el asesor, menciona que “la desaceleración de la economía argentina durante los próximos meses es inevitable, a partir de la combinación de un mayor ajuste en el gasto público, un bajo nivel de inversión debido a la incertidumbre y la debilidad del consumo interno”.

Sobre el consumo interno dijo: “No hay que esperar nada de aquí a fin de año”. Entonces, a modo de primera conclusión, expuso: “La señal de desaceleración de la economía está arriba de la mesa y es inmodificable de cara a los próximos meses; desaceleración que todavía no está claro si podría transformarse en un escenario, incluso, recesivo”.

Seguidamente, refirió que para pensar en un “proceso de recuperación” hay que mirar al año próximo. Y sostuvo que, en algún momento, “el Gobierno va a tener que sentarse a discutir el salario básico universal o alguna respuesta vinculada para contener a los sectores más golpeados”.

Por otra parte, manifestó que, en correspondencia con lo establecido en el acuerdo con el FMI, “el dólar en el mercado mayorista oficial tiene que subir en sintonía con la inflación y las tasas de interés en pesos tienen que subir por arriba de la pauta inflacionaria”. Y explicó que, a la vez, el incremento de las tasas es otro elemento de la “desaceleración de la economía”, porque “enfría el consumo y los procesos de inversiones”.

 

Un breve apunte sobre el dólar blue

En relación con las variaciones del dólar blue, el economista dijo que, al pertenecer a un mercado “marginal y tan chico, cualquier cosa lo mueve”.

“La volatilidad va a seguir siendo muy importante. Eso no se va a modificar. Y esa volatilidad implica que un día sube 30 pesos y otro día baja 40”, describió. Y añadió: “Se mueve por cuestiones que no son estrictamente económicas ni técnicas”.

 

Robustecimiento de las reservas

Cabe recordar que hace algunos días, Massa, en conferencia de prensa, anunció diferentes medidas: entre ellas se encontraban algunas relacionadas con el fortalecimiento de las reservas del Banco Central de la República Argentina. Dijo: “Hemos acordado un adelanto de exportaciones con las cadenas de valor de la pesca, del agro, de la minería y otros, que ingresarán en los próximos 60 días por un total de 5.000 millones de dólares, que pasarán a engrosar las reservas del BCRA”.

También habló de un “desembolso por 1.200 millones de dólares con organismos internacionales por programas vigentes” y de un “nuevo programa con la CAF con un desembolso por 750 millones de dólares adicionales”.

Y, por último, aludió a “cuatro ofertas de Repo para fortalecimiento de reservas y recompra de deuda soberana” y de “tres de instituciones financieras internacionales y un fondo soberano”.

Seggiaro dijo que “es muy preocupante” el hecho de que el BCRA esté “contando los dólares de a uno” y que haya un “proceso de control de las importaciones” que entorpezca a la cadena productiva. Por tanto, el consultor explicó que, según su postura, “empieza un proceso de regulación que no es parte de la intencionalidad del gobierno”, sino que más bien responde a un escenario en el que no “cierran los números”.

Posteriormente, contó: “El control de las importaciones, en un marco de regulación, de racionamiento de divisas, desgraciadamente es una película que cabe seguir mirando. Y yo me encuentro mucho con empresarios industriales que me dicen: 'Tenemos problemas para importar las piezas, los insumos'”.

Así, afirmó que este contexto, en el que también se están acumulando “problemas sociales”,  es el resultado de “una economía argentina que hace una década que está estancada y que tampoco va a salir alegremente de esto”.

 

Tras los anuncios de Massa

Seggiaro, una vez conocidos las medidas anunciadas por Massa, elaboró un nuevo informe, del que se comparten, a continuación, algunos datos que corresponden a política monetaria, fiscal, cambiaria, de ingresos y antiinflacionaria:

“-El Estado Nacional deberá, progresivamente, financiarse en el mercado en lugar de recibir recursos del Banco Central vía emisión”.

“-El Gobierno nacional tiene que equilibrar (...) sus cuentas para alcanzar el equilibrio fiscal en 2025. Para el presente año podrá tener un déficit fiscal del 2,5% del PBI”.

“-En el corto plazo se instrumentará una política de ajuste del gasto público, donde una pieza clave será la disminución progresiva de los subsidios a las tarifas de los servicios”.

“-Regulación de las importaciones: el criterio es darle prioridad a los insumos vinculados con las cadenas de producción”.

“-Se reordenarán los planes sociales con el objeto de orientarlos (...) al mercado laboral”.

“-No hubo mención, de parte de Massa, con relación a la posibilidad de avanzar en un proyecto de Salario Familiar Garantizado, como reclama Cristina Fernández, y en base con el proyecto que ya está en el Congreso para su tratamiento”.

“-No hubo mención de Massa con relación a la política de controles de precios”.

 

Preguntas “no razonables”

El asesor, para terminar, dijo que en las últimas semanas recibió preguntas: “algunas razonables y otras no”.

Y concluyó: “Que alguien esté pensando que puede haber una incautación de las cajas de seguridad, es una locura; son cosas irracionales. El sistema financiero argentino no está en ningún riesgo, no va a haber corralito, es ridículo. Los bancos tienen una liquidez muy grande, el nivel de morosidad en los bancos es muy bajo”.

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