Entre la albañilería y el limpiar vidrios

Escribe: Diego Bengoa
DE NUESTRA REDACCION

Todos los días, o casi todos los días, Angel va desde barrio Felipe Botta, donde reside junto con su pareja y su hijo, hasta alguna esquina de barrios Trinitarios o Almirante Brown.

En los semáforos, se dedica a limpiar vidrios de automóviles. “Ahora está dura la cosa, se nota mucho. Hay días en que hacés plata, otros que no”, dijo el joven de 22 años, apenas comenzó a dialogar con El Diario.

Enseguida aceptó la charla periodística, pero no quiso fotos frontales.

Contó que limpia vidrios desde hace seis años. No es su actividad principal. Laburar en la construcción en su sustento básico.

“Ahora está un poco parado lo de albañil. A esto lo hago después de hora”, comentó en relación con su actividad en los semáforos.

Suele apostarse en inmediaciones del Parque Pereira y Domínguez. Otras veces está en la esquina de bulevar Argentino Raúl Alfonsín, frente al predio de la ESIL, donde lo entrevistamos ayer a la mañana.

Nacido en Villa María, confió que desea tener “otro laburo”.

“En el día a día tenés que sobrevivir. Vengo a esta esquina, la de la Virgen, a la del Parque Pereira, o en el Pantallón. Son esquinas que se mueven, también en el (ingreso al) híper, pero ahí no se hace mucha plata”, describió textualmente.

“Ahora estoy dos horas, cuando hago mil o dos mil pesos me voy a casa, y vuelvo a la tarde”, explicó.

En su vivienda lo esperan su pareja y su hijo, y dijo que tiene a su familia “al lado”. Residen en casa propia, por lo que no tiene que pensar en el alquiler.

¿Tiene ayuda estatal? La Asignación Universal para su hijo.

Destacó que los automovilistas que más plata entregan “son la gente humilde”.

“Hasta que consiga un buen laburo, voy a venir. Con esto sobrevivo, por lo menos tenés todos los días para comer, zafa, la albañilería está medio parada y hay que rebuscársela”, señaló Angel finalmente.