Pomilio, un apellido que se volvió sinónimo de garantía y confianza

“La verdad es que alcanzar los 17 años de la empresa en un país donde todos sabemos que no hay continuidad política ni económica, es mucho”, expresó José Pomilio durante una entrevista que se le realizó en los estudios de laRadio 90.1.

  Su agencia, ubicada en avenida Presidente Perón 2220, en la salida hacia Bell Ville, está adherida a la Cámara de Comercio Automotor (CCA), que es un primer dato ligado a la transparencia.

En esas amplias instalaciones recibe a sus clientes (“la mayoría ya son amigos”), pero también a personas que llegan por esa muletilla que se escucha cada  vez más en la ciudad y la región: “Antes de comprar, no dejes de consultarle a Pomilio”...

-¿Usted percibe que eso es así?

-Sí, sabemos que eso pasa; lo comprobamos seguido y nos gusta que así sea, porque nos permite acompañar y aconsejar a personas para las cuales la compra de una unidad, nueva o usada, es algo realmente importante. Yo estoy totalmente agradecido por tanta confianza. Soy de Río Cuarto y la verdad es que tanto en Villa María como en Vila Nueva y la región, la gente nos ha respondido muy bien.

“Quien nos compra tiene que saber que siempre vamos a estar para lo que necesite. La marca es mi apellido, es lo que está en juego, es lo que pongo de garantía...”.

Para este empresario, hay muchos aspectos que confluyen para que una concesionaria sea elegida: en su caso, cita los créditos con aprobación inmediata -en muchos casos, con la sola presentación del DNI-, la financiación de hasta 60 meses, las consignaciones de vehículos 0 kilómetros de todas las marcas, la revisión mecánica de cada unidad que ingresa, la garantía para el comprador, el servicio postventa y, junto a todo ello, un equipo de trabajo dispuesto a brindar toda la información disponible para que el cliente tome la mejor de las decisiones. “Es muy importante este aspecto de la atención, el trato; que quienes nos visitan se sientan cómodos”, explicó.

-José, ¿cómo está el mercado por estos días?

-A partir del julio, el mercado  mejoró, es parejo. En lo que hace al usado, estamos en este momento en los niveles del año pasado. Y, en materia de cero kilómetros, cayó un poquito. También a partir de julio se empezó a recuperar un poco y ojalá lleguemos al mismo nivel de 2023. Queremos ser optimistas al respecto, ya que están viniendo financiaciones. Hay muchos que hablan de baja y sí, hay un poco de baja, pero en general, la actividad está subiendo, generando un poco más de tranquilidad en el mercado, con tasas más baratas. Incluso las terminales están tirando unas tasas algunas muy interesantes, que generan una recuperación en el mercado, desde julio en adelante. Porque tenemos que tener en cuenta que en diciembre, cuando vino la devaluación, nadie compraba un auto. Yo creo que, en aquel momento, muchos se anticiparon antes de las elecciones, porque no sabíamos qué iba a pasar. Esa adrenalina nuestra, de los argentinos, creo que hizo que se adelantó mucho la compra de todo, por eso es que después de la devaluación, que eso sí molesta en general, se frenan un poco las ventas. Yo creo que hubo mucho de adelanto de las compras, tanto de los autos como de otros bienes. Los últimos meses del año pasado era “compro y compro”; no había autos,  no teníamos más para vender. Creo que después de la devaluación se empezaron a acomodar las cosas, porque estaban sobrevaluadas. Llevó tres meses hasta que se empezaran a estabilizarse los precios,  a partir de junio y julio.

-¿Cuál es el auto más solicitado?

-Hay muchos. Ahora, en general, los autos modelo 2012, los autos chicos, son los más pedidos. Y después, el 0 kilómetro, Toyota siempre es un poquito la marca que tiene demora y se sigue vendiendo.

-¿Y cuál es el próximo paso importante después del cumpleaños número 17?

-Hay algunas ideas en mente. De lo último que hemos hecho puedo citar, con orgullo, Carshop, la tienda de venta de accesorios y todo tipo de equipamiento, hasta el polarizado. Pero debo decir que al empresario micropyme le cuesta mucho poner en marcha las nuevas ideas. En ese sentido, no es menor el recurso humano. La cultura del trabajo fue cambiando con el tiempo y a mí me cuesta ir acomodándome a una forma que no comprendo. Porque yo considero que, en lo mío, las cosas dependen mucho del personal, de la responsabilidad, más que de tener un auto más o un auto menos. Sin recurso humano no se puede hacer a gran escala. Hoy, la tecnología ayuda, pero sin el recurso humano es imposible. Y ese es un tema que a veces cuesta. La empresa tiene 17 años y yo tengo gente que hace 15 que trabaja allí; esa gente entiende que al negocio lo llevamos entre todos, de cara al cliente. Quien nos compra tiene que saber que siempre vamos a estar para lo que necesite. La marca es mi apellido, es lo que está en juego, es lo que pongo de garantía... Sabés que tenés a  quién recurrir... En el interior, todavía sí se valoriza la compra cercana. Nos va bien con esas características y yo quiero agradecerle a todos y a mis compañeros de trabajo que me siguen y que todavía me aguantan y, bueno, vamos a seguir adelante juntos.