Auditoría municipal - El tribuno de Cuentas Maximiliano Romero

Piden “que no se repitan”

A través de una carta a la ciudadanía, el vocal opositor apuntó a “las mismas inconsistencias” para la transparencia de la actual gestión y otros diversos ítems que refleja la auditoría realizada por una consultora privada
sábado, 11 de enero de 2025 · 07:00

El vocal del Tribunal de Cuentas, Maximiliano Romero (de Uniendo Villa María), emitió ayer una carta para referirse a los datos arrojados por la auditoría sobre los dos últimos años de la gestión del exintendente Martín Gill (2022/2023), sobre los que señaló que habían advertido, y aportó al debate su mirada sobre la metodología, puso en tela de juicio los $30 millones que se pagaron a la consultora Russell Bedford, encargada de la tarea, además que pidió que no se repitan las mismas inconsistencias en la actual administración municipal.

“En este inicio de año, mientras se debaten los números de la Municipalidad de Villa María correspondientes a 2023, considero fundamental recordar lo que advertí en mi dictamen sobre el balance de ese período, allá por junio de 2024.

Señalé entonces que la Municipalidad no había cumplido con la Carta Orgánica Municipal ni con las ordenanzas vigentes. Esta falta de cumplimiento no solo representa un retroceso en las metodologías utilizadas, sino que también genera serias preocupaciones sobre la transparencia y la claridad de la información contable y financiera.

La ausencia de estándares contables modernos, junto con la omisión de criterios de consolidación y actualización adecuados, impide tener una visión clara y coherente de la situación financiera del municipio. Estas irregularidades afectan directamente la confianza de los ciudadanos y la transparencia en la gestión de los recursos públicos.

La información presentada del ejercicio 2023 arroja una cifra millonaria de diferencia en caja y bancos de 2.900 millones. Los responsables de administrar los recursos tienen que entender de una vez por todas que el dinero es de los villamarienses, que con mucho esfuerzo aportan cada peso para que la ciudad crezca y pueda tener mejores calles, mejor iluminación, más salud, más educación, más seguridad entre otras cosas.

Nosotros hemos señalado en nuestro dictamen que nos encontramos ante una diferencia millonaria que no puede pasar por desapercibida. Sin embargo, es fundamental recordar que, durante más de 25 años, el Gobierno local ha estado bajo la administración del mismo partido político.

Lo que advertimos en nuestro dictamen fue luego ratificado en diciembre por el informe de procedimientos acordados realizado por el grupo Russell Bedford, un trabajo que le costó a los villamarienses 30 millones de pesos.

Vale aclarar que no se llevó adelante una auditoría integral de toda la Municipalidad, sino que se realizó una revisión a través de un procedimiento acordado.

A pesar de estas observaciones, preocupa enormemente que en 2024, bajo la gestión de Eduardo Accastello, se hayan repetido las mismas inconsistencias o se hayan generado aún peores como lo son: la falta de libros obligatorios; no se presenta el libro de caja, donde se reflejen todos los movimientos de fondos de ingresos y egresos; no se presenta el libro diario, inventario, subdiario de compras y proveedores, subdiario de caja; no se cumplió con el artículo 74 de la Carta Orgánica Municipal (COM), las registraciones contables no se realizaron en su debido tiempo; no se cumplió con el artículo 75 de la COM, dado que la municipalidad pagó precios por encima de los valores de mercado; contrataciones realizadas con proveedores que no pudieron justificar su capacidad económica, técnica ni financiera; incumplimiento sistemático de la Ordenanza de Compras (6.404), no respetando los oferentes mínimos que establece la normativa, no se respetaron los topes para las diferentes modalidades de contratación; ausencia de documentación legal en muchas operaciones; falta de remitos que acreditaran la entrega de mercaderías; falta de rendiciones por parte de los organismos (Ej. Ente Turismo y Deporte - Instituto Municipal de Inversión - Terminal de Ómnibus - Emtupse); no se realizó ninguna licitación pública por parte de la Municipalidad. A pesar de ser la regla general para adquirir productos o servicios en el estado para asegurar las mejores condiciones de precio, calidad y oportunidad en Villa María no se llevó a cabo ninguno.

Estas irregularidades de la actual gestión no son errores aislados, sino un patrón que evidencia la falta de transparencia, la falta de disciplina fiscal y el desinterés por respetar las normas.

El cumplimiento de la normativa, junto con la responsabilidad y honestidad, no son opcionales: son pilares fundamentales para una administración eficiente y confiable de los recursos públicos. Solo a través de la transparencia y la adopción de mejores prácticas contables y financieras, podemos garantizar una gestión pública que responda verdaderamente a las necesidades de los vecinos de Villa María. Es nuestra responsabilidad, como ciudadanos, exigir un gobierno que no solo rinda cuentas, sino que también trabaje con rigor y compromiso para construir un mejor futuro”.

 

ACCASTELLO - Punto de partida

?En nuestra edición del jueves 9 de enero, el intendente Eduardo Accastello se refirió a las mismas irregularidades y admitió a este informe como “punto de partida” para la actual gestión: “Sin la información de la Auditoría, no podíamos iniciar un proceso contable. No había un punto de partida, no había conciliación bancaria, no había libros, sino simples planillas de Excel. Recién ahora, con los números claros, podemos empezar a hacerlo. Antes no teníamos un punto de corte para iniciar los libros contables. No podíamos empezar nada si no te coincide el Debe y el Haber. Con estos datos, ya comenzamos a trabajar para presentar el Balance 2023 y ordenar la contabilidad de la Municipalidad”.

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