Piden frenar las detonaciones

En los últimos días, se multiplicaron en grupos de WhatsApp las quejas de proteccionistas de la ciudad por lo sucedido días atrás con las pruebas balísticas de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos.

Las maniobras son históricas y vienen de larga data, pero la preocupación mayor pasa hoy no solo por los animales de las dos Villas, sino por quienes se encuentran en el CAM, un espacio que está a pocos kilómetros de la Fábrica.

Cecilia Bessone, una de las mujeres que trabaja mucho con los animales, sobre todo con los perros, contó que llamó “un montón de veces a la Municipalidad y dijeron que ellos no podían hacer nada. También llamé a la Fábrica y dijeron que era inviable que lo dejaran de hacer porque, en realidad, la Fábrica se hizo primero ahí y los que están mal ubicados son los barrios que se hicieron cerca. El problema es que las detonaciones se sienten hasta cerca del Híper, son terribles”.

Las pruebas balísticas se repitieron esta semana durante todos los días.

“Es terrible la cantidad de animales perdidos por las detonaciones; se van o cruzan la calle asustados y generan accidentes. Hay una gran cantidad de perros atropellados”, reveló Cecilia.

En ese sentido, dio ejemplo de su caso: “Tengo una perra que venía tranquila y, al escuchar las detonaciones, se me tiró para adelante y casi me hace chocar… Entra en un estado tremendo porque sufre demasiado. El otro día quiso saltar la ventana, me rompió un vidrio y se lastimó la pata”.

“Se siente una impotencia y no sabemos dónde reclamar para que pare esto”, añadió.

“No es justo lo que está pasando. Y no quiero ni pensar los perros en el CAM todos los días”, expresó.

“Preocupación”

El grupo “Ciudadanos autoconvocados por la problemática animal”, por su parte, se refirió al tema y remarcó:?“Con preocupación seguimos recordándole a la gestión municipal, así como a los villamarienses, el impacto que tienen para los animales encerrados en el CAM las pruebas de balísticas (y similares) que se realizan en la Fábrica Militar”.

“Los animales tienen un sentido auditivo sumamente superior al de los humanos, los fuertes ruidos abruptos los asusta, generando múltiples dificultades: nos han reportado múltiples casos de animales perdidos, huidas que terminaron en accidentes”, amplió.

“Los animales que están encerrados en el CAM se alertan, aumentando significativamente su nivel de ansiedad. Y?es preciso agregar que, sumado a la ansiedad propia del encierro constante, esto genera más daño aún para la conducta, su bienestar y su salud”, añadió.

Por su parte, los y las proteccionistas indicaron que “los ruidos fuertes en la cercanía a la Fábrica han generado múltiples inconvenientes, no solo por rotura de vidrios, sino situaciones de alerta y miedo a niños con discapacidad, adultos mayores y al ambiente, como en este caso a los animales”.

“Pedimos a esta gestión que sea responsable y accione con urgencia para remediar, mínimamente, las consecuencias que esto genera”, amplió.

Desde hace un tiempo, la Fábrica ya es una Sociedad Anónima Unipersonal.