Entrevista con Rubén Vaudagnotto, economista

“Vaca Muerta es un bote en el naufragio de la economía”

En una reciente visita a la ciudad, el profesional explicó a laRadio 90.1, en términos lisos y llanos, qué puede significar para Argentina ese yacimiento de gas y petróleo que se extiende por nada menos que 35.000 kilómetros
lunes, 21 de octubre de 2024 · 07:00

?-¿De qué se trata Vaca Muerta? ¿Nos va a salvar la vida?

-Lo de salvarnos la vida, bueno, yo no estaría de acuerdo. Nos puede mantener a flote durante algún tiempo, eso sí. Veamos, hay diferentes dimensiones para analizar Vaca Muerta. Desde la perspectiva de la Geología, aunque no soy geólogo, pero para ponerlo en perspectiva de lo que significa el yacimiento y lo que significa en cuanto a su explotación, comenzaría por señalar que es un yacimiento de los que se llaman “no convencionales”, que exigen otro tipo de tecnología para explotarlo, distinta del que se usaba hasta hace unos 15 años. Para decirlo en términos sencillos, sería que antes las perforaciones se hacían de forma vertical, mientras que ahora, aparte de ir mucho más profundo (la última perforación de YPF penetró 5 kilómetros bajo tierra), y desde ese punto alcanzado, se entra de manera horizontal por medio del sistema llamado de fracking, por el cual se fractura la roca inyectando agua y arena a gran presión, para llegar a donde están presos el gas y el petróleo.

-¿Cuánto gas y cuánto petróleo?

-En el caso del gas, es el segundo yacimiento en el mundo, después de uno que hay en China, de gas no convencional. De petróleo es séptimo u octavo, con sus 35.000 kilómetros cuadrados. Para dar un ejemplo, si uno dividiese la provincia de Córdoba en cinco partes, una de esas partes tendría la superficie de Vaca Muerta. Es una superficie igual a un tercio de la provincia de Neuquén. Pero, aparte, muy cerca tiene dos formaciones más, que son Los Molles y Agrio, que agregan superficie a esos 35.000 kilómetros.

-Y en cuanto a lo que puede producir…

-Para poner en perspectiva lo que puede generar, podemos decir que podría llegar a producir 130 años de lo que es el consumo actual de gas de Argentina y 70 años de lo que consume actualmente en petróleo el país. No hablamos de exportación, sino de consumo interno.

-¿En qué punto está la explotación en la actualidad?

-De esos 35.000 kilómetros cuadrados, hoy está concesionado un tercio. Hay 12.000 kilómetros ya concesionados mediante 45 o 46 concesiones que ha hecho el Estado provincial, que es quien puede dar en este momento las concesiones, por la Ley Corta de Hidrocarburos, que reglamentó la posesión y administración de los recursos que hay bajo el suelo... Más allá de todos estos datos, podemos decir que lo que Vaca Muerta tiene enterrado bajo su suelo es inconmensurable. Hoy estamos sacando el 6% o el 7% de lo que puede producir. Hasta hace un año había un límite concreto, que era, por así decirlo, el caño; la capacidad de sacar esa producción hacia los puertos y hacia los centros de consumo. A partir de que se finalizó una parte del ducto de salida Néstor Kirchner, que llega hasta Saliqueló, ese porcentaje se amplió muchísimo. Faltan terminar las obras que revierten el gasoducto por el que se traía el gas de Bolivia, donde el gas se está acabando, y ahora hay que revertirlo para llevar el gas a Bolivia y, desde allí, a Brasil. O sea que el condicionante es físico. Es decir, la producción depende de los caños que hay que seguir poniendo y de las plantas que habría que poner en los puertos para hacer el tratamiento del gas (algo que se está discutiendo).

Hoy, con la finalización de las obras que ya están en marcha, ya se está permitiendo cambiar la matriz energética del país. Hasta hace 7 años, la producción de gas y petróleo en la Argentina era decreciente, y desde hace 5 años, uno advierte que la curva del petróleo convencional sigue bajando, pero surgen líneas hacia arriba que van revirtiendo la tendencia decreciente. En definitiva, hoy, la producción de petróleo y gas está creciendo. El gas es el de mayor potencial o el que tiene mayor rentabilidad. Ya para el 2024, todo esto va a permitir un ahorro en importación de gas del orden de los 4.500 o 5.000 millones de dólares.

-Ahora, si creamos las condiciones legales para que las mismas o nuevas empresas comiencen a explotar las zonas que todavía no están concesionadas, ¿eso nos salva?

-Yo ahí tengo serias dudas. Creo que la economía argentina está en un naufragio. Una economía que ha generado 25 millones de pobres es una economía que no está funcionando. Y venimos así. En los últimos 25 años, uno de cada tres argentinos ha sido pobre. Ahora, uno de cada dos... Y vuelvo a la pregunta inicial de ustedes: ¿Vaca Muerta nos puede salvar de esto? Si seguimos con la imagen del naufragio, creo que es un bote, un bote en el que no caben todos los náufragos, pero que puede acercarnos a un barco que puede llevarnos al desarrollo. Ese barco debe ir, a mi criterio, hacia la educación. Lo que pasa es que a la solución, el sistema educativo no te la proporciona en cinco años. O sea, uno empieza a invertir hoy en formación docente, en recursos humanos, y el resultado estará a la vista en quince o veinte años.

-¿Tanto?

-Miren, un estudio que publica todos los años el Banco Mundial y que se llama “La cambiante riqueza de las naciones”, en el que calculan de la riqueza mundial, cuánto se genera en los tres sectores: primario (extractivo de recursos naturales, como soja, petróleo, gas, litio...), secundario (la manufactura, la industria de automóviles, de licuadoras, de lavarropas...) y terciario, de los servicios, (identificado con el factor humano, con las personas calificadas, como son la enseñanza, los servicios médicos, quienes hacen computación y todo lo que no hace a la producción material de bienes). Bien, ¿cuánto aporta el sector primario a la riqueza mundial? El 6%, según ese informe del Banco Mundial publicado este año 2024. La industria aporta el 32% y el sector de los servicios aporta el 60% de la riqueza mundial. Y un dato adicional: en los países más pobres, el sector primario tiene mayor incidencia, mientras que en los países de ingresos medio altos y altos, el sector servicios, lo que produce el factor humano, aporta el 75% de la riqueza. Esos datos revelan la importancia del recurso humano altamente capacitado. Por eso es que digo que la capacidad de desarrollarse de una sociedad está en la educación. De acuerdo en que a los recursos naturales hay que explotarlos, con todos los cuidados ambientales que haya que tener, pero pensando que son el bote salvavidas que puede llevarnos al barco de la educación, que es el que finalmente lleva a buen puerto.

-Ese bote es el mientras tanto. ¿Por qué decía que en ese bote no caben todos?

-Porque el sector primario no es un sector que genere el empleo en las cantidades necesarias. Es el sector terciario el que genera la mayor cantidad de empleos, seguido por la industria. El sector primario es el que menos empleo genera. Solo un 5% del empleo en la Argentina proviene del sector primario. Con alguna salvedad, como la que representan el petróleo shale (no convencional) y el gas shale, que hoy, en Neuquén, sí permean un poco más y están produciendo fenómenos particulares, como en un pueblito llamado Añelo, al que siempre consideramos un pueblito y al cual hoy uno va y casi no reconoce, con una efervescencia de todo, de construcción, de casinos, de caminos, de torres de exploración, de industrias, porque es donde se ha centrado todo quien va a trabajar a Vaca Muerta. Se trata de un pueblo que ha pasado de 3.000 a 30.000 habitantes en un abrir y cerrar de ojos.

En definitiva, Vaca Muerta, sí, de acuerdo, hay que sacar lo que está ahí abajo. Además, si pensamos que el mundo está tratando de reemplazar de acá a 30 o 40 años las energías no renovables, hay que sacar lo que está ahí abajo. ¿Pero para a dónde va a ir toda esa plata? ¿Cómo se va a invertir? Si no va al sistema educativo, si no se invierte en los sectores científicos y tecnológicos, estaremos condenándonos a seguir naufragando...

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