Mano a mano con Ricardo Alfonsín

“Ser radical no es estar afiliado”

lunes, 30 de septiembre de 2024 · 07:00

-¿Cómo está observando la situación general del país?

-Me parece que ya la mayoría de la gente se está dando cuenta de que con estas recetas que aplica el Gobierno no se van a resolver los problemas de los sectores mayoritarios. Afortunadamente, lo advertí antes, a pesar de que a muchos no les gustó…

-¿Qué fue lo que dijo exactamente?

-Bueno, empecé por decir que no había que votarlo. Y eso no me hacía peronista, sino que reafirmaba mi radicalismo y respetaba los límites que Raúl Alfonsín había señalado. El presidente Javier Milei, aunque no lo dijo en la campaña, decidió que al ajuste que había que hacer para ordenar las cuentas públicas lo paguen los que menos tienen. Sí, al mayor esfuerzo lo están haciendo los que menos tienen y debería haberlo cargado sobre los que más tienen. En la campaña aseguró que no iba a hacer esto que está haciendo… Vetó el aumento a los jubilados, si es que se le puede llamar aumento a lo que han recibido los jubilados. Paralelamente, disminuye el impuesto a los bienes personales, que es el impuesto que pagan los más ricos, uno de los tributos sobre los que se debe planificar la distribución más equitativa de la riqueza. Y sanciona una Ley de Blanqueo, en la que quienes nunca pagaron impuesto por su fortuna no declarada, no pagan nada, prácticamente nada. Y sanciona además otra, como la llamada Ley Bases, que tiene el capítulo del RIGI, favoreciendo la entrega del patrimonio nacional a las grandes corporaciones… Solo había que fijarse en quiénes lo apoyaban, para darse cuenta para quién iba a gobernar…

-Dijo que iría contra de la casta. Era una de sus muletillas de campaña…

-¿Casta? Todas estas cosas que estoy diciendo que hizo el Gobierno fueron acompañadas por los otros partidos, porque pasaron por el Congreso. ¿Cómo puede ser que el presidente obtenga mayoría en el Congreso si no tiene mayoría? Bueno, porque lo acompañaron el PRO, Cambio Federal y, salvo algunas excepciones, la Unión Cívica Radical.

-Por eso renunció al partido…

-Me desafilié, sí. Lo hice porque soy respetuoso de los correligionarios y no quería ponerlos en una situación incómoda de tener que sancionarme cuando yo compitiera con otras fuerzas contra la UCR, contra esta UCR, pero no contra las ideas históricas, que son las ideas de Raúl Alfonsín, de Arturo Illia, de Hipólito Yrigoyen, de Moisés Lebensohn… Mis banderas son las que dejó de defender esta UCR. Ser radical no es estar afiliado al partido. Es sentirlo, es sentir las ideas. Y esta UCR ya no es el partido que fue... Raúl Alfonsín también se hubiese desafiliado. Con solo ver que los legisladores de ese partido votan en contra de nuestros jubilados, en contra de la actualización del presupuesto universitario, está en claro que no es el partido de la Reforma Universitaria ni el de la causa de los desposeídos.

-¿En qué herramienta política está pensando de cara al futuro?

-Tenemos que hacer todos los esfuerzos para convocar a quienes, desde distintas identidades, tenemos el convencimiento de que hay que frenar este proceso de desigualdad, autoritarismo y frustración que intenta consolidar Javier Milei. Y bueno, en esa línea estamos analizando juntos con Libres del Sur y el Partido de la Concertación Forja, entre otras fuerzas políticas. Estamos convencidos de que la situación actual no va a cambiar. Sostengo que va a empeorar si este Gobierno hace una buena elección el año que viene.

Ojalá yo pudiera decir otra cosa, pero no soy de los que dicen las cosas cuando la sociedad las empieza a decir, las digo antes; es decir, no lo hago para tratar de sintonizar con la sociedad. Yo digo lo que creo que va a ocurrir, aunque la sociedad no coincida. Será el tiempo el que dirá quién tenía la razón. Creo que hoy la realidad nos está dando la razón.

-¿Qué se lleva de Villa María?

-De Villa María y de Cintra.

-Efectivamente, de Villa María y de Cintra.

-Me llevo tarea que me encomendaron los trabajadores de ATE por la situación de la Fábrica de Pólvoras, a la que abandonan a la espera del mejor postor. Me llevo la satisfacción de ver que las cooperativas de trabajo pueden funcionar correctamente y ser fuente de empleo para muchas familias, porque está el ejemplo de elDiario. Me llevo el cariño de los trabajadores del Mercado de Abasto y del trabajo mancomunado de su Directorio, como también la organización y la planificación del Parque Industrial. Se puede apreciar que las universidades, los sectores productivos y el Estado pueden pensar las cosas juntos. Y por eso voy a Cintra. Porque a las soluciones las tenemos que encontrar juntos, dialogando, que es el mensaje que lanza el intendente de la localidad, cuando construye el Paseo de la Democracia, en el que confluyen dos bicisendas que unen la localidad. Una lleva el nombre de mi padre, el expresidente Raúl Alfonsín, y la otra tiene el nombre del exgobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Me comprometí a asistir porque creo que esa obra representa lo que al país le hace falta: convivencia política civilizada, diálogo...

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