ANALISIS - “lecciones para argentina”

Los efectos económicos de una pandemia como ésta

Cómo puede afectar lo que está pasando con el COVID-19 a un país en materia económica, posibles consecuencias y medidas

Escribe Alexis D. Aguilar  (*)

Especial para EL DIARIO

Hace diez años, expertos en salud empezaron a estudiar los efectos económicos de una pandemia de gripe similar al COVID-19. La investigación se basó en un modelo macroeconómico que permitía simular impactos en el equilibrio de la economía en su conjunto. Un interesante artículo fue publicado en el Health Economics por los autores Keogh-Brown, del cual extraemos las principales características y conclusiones.

Según los autores: “El actual brote de coronavirus es diferentes a la pandemia más violenta. En términos de mortalidad parece estar en un lugar intermedio”.

Existen lecciones generales del estudio que serán muy relevante para nuestro país si el coronavirus se convierte en una pandemia global. Vale aclarar que el estudio prevé sus conclusiones en caso de un semestre. Otra aclaración es que las consecuencias sobre la economía son secundarias, a las consecuencias que para la salud de cualquier pandemia con una tasa de mortalidad como el COVID-19.

El impacto menos importante desde un punto de vista económico es la caída de la producción debido a que los trabajadores toman tiempo de paro por enfermedad y cuarentena. Esto es poco importante, en parte porque las empresas tienen formas de compensarlo, particularmente si la enfermedad se extiende. Este último impacto "directo" reducirá el PIB en los primeros trimestres en un porcentaje insignificativo. El número exacto dependerá de la proporción de la población que se enferma, de la tasa de mortalidad y de cuántas personas faltan al trabajo en su intento de no contraer la enfermedad.

Ahora bien, la anterior situación supone que las escuelas no cierran una vez que se produce la pandemia. Su cierre puede ampliar la reducción de la oferta de trabajo si algunos trabajadores se ven obligados a tomarse más tiempo para cuidar a sus niños. Sobre la base de estos supuestos, si las escuelas cierran por alrededor de un trimestre eso puede multiplicar los impactos del PIB por el doble.

Una lección importante es que la pandemia no es solo una crisis de oferta; también es una crisis de demanda que afecta fuertemente a sectores específicos, dependiendo de cómo se comporten los consumidores. Esto se debe a que gran parte de nuestro consumo hoy es un “consumo social”, hacer cosas que nos ponen en contacto con otras personas, como ir a eventos, a restaurantes, a partidos de fútbol o viajar.

¿Podría la política monetaria o fiscal compensar la caída del consumo social?

Solo parcialmente, porque la caída del consumo se centra en sectores específicos. Lo importante y grave es lo que sucedería si los bancos no pudieran proporcionar intermediación financiera a personas y a empresas que tienen que enfrentar una caída brusca de la demanda. Los bancos pueden juzgar que algunas empresas que ya están endeudadas pueden no ser capaz de hacer frente a préstamos de corto plazo, lo que llevaría al cierre de negocios.

Es, a la luz de esto, que estamos viendo en los medios el colapso de los mercados bursátiles en todo el mundo. En términos macroeconómicos, esto es un shock único, por lo que la reacción reciente del mercado de valores puede ser exagerada. Pero si muchas empresas entran en riesgo financiero por la caída temporal del consumo social, implicaría un aumento en el riesgo de tasas, lo que ayuda a explicar aún más el semejante colapso.

Los bancos centrales o los gobiernos pueden paliar la situación levemente. Interviniendo en los bancos sobre el otorgamiento de flexibilidad a empresas para no entrar en cesación de pagos. Sin embargo, la economía también puede influir directamente en los resultados de la salud de la población, además de los impactos de la pandemia.

Para una minoría de trabajadores por cuenta propia no habrá pago por enfermedad, y aquellos sin un colchón financiero estarán bajo estrés. A razón de esto, es que los trabajadores no podrán darse el lujo de aislarse si tienen la enfermedad. Entonces, otra política gubernamental sería establecer algo así como un fondo de licencia por enfermedad al que dichos trabajadores acudan si tienen síntomas de coronavirus.

El Gobierno también debe pensar en mantener en funcionamiento los servicios públicos si los trabajadores de esos servicios comienzan a enfermarse, y remplazarlos temporalmente. De hecho, hay muchas cosas que el Gobierno debería hacer para disminuir el impacto económico y en la salud que provoca la pandemia como el COVID-19.

Son estos momentos donde realmente necesitamos que los gobiernos actúen rápido y piensen en el futuro. ¿En Argentina, tenemos confianza en que el Gobierno hará lo que se requiere? Por último, una importante lección de los especialistas, es que los políticos independientemente de su rango, no tengan esa tendencia o costumbre de ignorar a los expertos como lo realizan en otras áreas.

 

(*) Economista. Profesor de la Universidad Tecnológica Nacional - Facultad Regional Villa María

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