El desahogo de un industrial

Fue casi como un desahogo, que terminó convirtiéndose en una reflexión viral, que se reprodujo en redes sociales y medios de comunicación. Víctor Pévere es un empresario villamariense, titular de Juntamas Plástico, quien en días de cuarentena y aislamiento social volvió a su fábrica a alimentar a los animales que allí viven.

Ante el silencio y lo vacío del lugar, sintió la necesidad de expresarse, sin saber que iba a terminar tocando la fibra de muchos que están en la misma situación, como quienes no también.

“¡Hola! ¡Buen día! Les quería contar que me llegué hasta la empresa por que los ovejeros también tienen que comer y estoy caminando entre las máquinas, sintiendo una sensación un poco extraña”, inició el relato del titular de la Pyme de trascendencia nacional.

“Se escucha el sonido del silencio, no es ni sábado, ni domingo, ni feriado. También las máquinas están descansando. Cuando uno siente una gran pasión por su trabajo, escuchar una máquina en producción es como escuchar una buena melodía”, narró.

“Los perros me miran y se preguntarán qué están haciendo fuera del canil. La voz chillona del Tucu haciendo un chiste a espalda mía parece que se extraña y hoy es el primer día... el teléfono no suena. Me tomo cinco minutos para escribir lo que siento. Por un momento pasó el reflejo del recuerdo Malvinas siendo soldado que en pocos días nos convirtieron en paracaidistas para ese conflicto. Y lo que rescaté de positivo de esa guerra, que el pueblo estaba unido”, reflexionó.

“Ahora tengo la misma sensación, no se habla de grietas, ni de River, ni de Boca... ahora tenemos que cuidarnos entre todos que seguramente en algún momento pasará y los hidráulicos de las máquinas volverán a romper el sonido del silencio. Cuídense familia, cuídense amigos. Cuidate, Argentina, que a esta batalla la ganamos entre todos. ¡Un abrazo grande!”, cerró.