Profesionales dentro de la economía solidaria

Los profesionales de las Ciencias Económicas que desarrollan su actividad en la economía social y solidaria, están convencidos de que se trata de un sistema que no solo es el presente, sino que debería ser el futuro.

Dos de los que más trayectoria y experiencia tienen brindando asesoría a este tipo de firmas, como distintos tipos de cooperativas, dieron su punto de vista sobre cómo es ejercer el trabajo en ese contexto.

“Es el presente y el futuro”

Mario Beltrami trabaja actualmente con siete cooperativas, brindando servicios de auditoría externa. A su vez, tiene una trayectoria de más de tres décadas en este tipo de organizaciones, por lo que es una voz más que autorizada para referirse al trabajo del profesional de Ciencias Económicas en ese contexto.

“La economía social creo que es el presente y el futuro”, afirmó y argumentó: “Porque no persiguen un fin de lucro, dan un servicio con una rentabilidad que le permita cumplir con los planes de inversión y no hay un dueño que se quede con una ganancia”.

También planteó que “con una tarifa razonable para generar excedentes para nuevas obras la empresa sigue funcionando, es la realidad de las cooperativas que conozco yo, que son principalmente eléctricas y de servicios públicos”.

Más allá de esto, y refiriéndose netamente a la actualidad, Beltrami dijo que ha tenido un arduo trabajo. En principio, por la cantidad de medidas que se han tomado desde el Gobierno nacional en este contexto de pandemia, y a su vez por los coletazos de esta realidad a las cooperativas a las que asiste: “El mayor problema está con cooperativas que han sufrido mucho el tema de cobranzas y demás. Cada cooperativa tiene su particularidad, cada pueblo tiene su particularidad”, analizó.

A su vez, planteó que “hoy hay 204 cooperativas eléctricas en la provincia de Córdoba y la realidad es muy dispar, hay cooperativas que andan muy bien, como la de Tío Pujio, que no para de crecer, de hacer obras, y otras que apenas llegan a pagar los sueldos y la factura de EPEC”.

Sobre su trabajo, explicó que “siempre trato de tener presencia, me gustan las cooperativas, me gusta las que hacen, crecen, se desarrollan, generan movimiento constantemente”. Beltrami, sintetizó: “La mejor forma de mantenerse es no dejar de crecer”.

Al consultarle sobre la diferencia entre desempeñar su rol en una empresa y en una cooperativa, dijo que “fundamentalmente hay que entender lo que es la economía social”. “En una cooperativa los dueños son los asociados. Hay que entender eso. La realidad de la cooperativa. Creo que es la forma asociativa que tiene no solo presencia, sino que futuro en el mundo. Hay muchos ejemplos de esto”, insistió.

“Te generan empatía”

Ricardo Core confesó que “trabajar en estas entidades de la economía social, fundamentalmente cooperativas, cuando pasás bastante tiempo en ellas, te generan una especie de empatía con el sistema”.

“Eso viene de haber visto entidades cooperativas de poblaciones de menos de 5 mil habitantes en el radio urbano, que de no haber sido por estas entidades no tendrían acceso hoy a televisión, Internet o quizás hasta no tendrían acceso a otro tipo de servicios básicos, como cloacas”, argumentó.

En ese sentido, resaltó que “estas entidades son las que permitieron mejorar la calidad de vida de las pequeñas poblaciones, porque a las grandes empresas no les interesa las prestaciones de servicios en lugares de poca densidad poblacional y ahí fue donde aparecen las cooperativas, sobre todo de servicio público, de información”.

“Ver los resultados que dan estas entidades generan una empatía. Sobre todo para alguien como yo que nació y se crió en un pueblo”, reconoció.

El profesional de las Ciencias Económicas planteó que realizar su tarea allí “no es ni más complicado, ni más fácil”. “Nosotros tenemos normas profesionales que provienen de la Federación Argentina que son luego adoptadas por los Concejos Profesionales de cada provincia. Y la normativa que emana de la autoridad de aplicación de este tipo de entidades. Entonces no es ni más fácil ni más difícil. Lo que sí se ve, es un comportamiento distinto de quienes integran este tipo de agrupaciones”, explicó.

“Es fácil encontrar dentro del sistema cooperativo realmente una verdadera vocación de servicio. Quienes integran los cuadros directivos de una cooperativa es gente que tiene que tener una gran vocación de servicio porque no les significa un beneficio de dinero. Es un voluntariado que hacen en pos de la comunidad”, enfatizó Core.

“Ver este tipo de actitudes a uno lo reconfortan, y como profesional uno trata de acompañar este tipo de actitudes. El sistema cooperativo es muy noble y si estuviera en la agenda de nuestros gobiernos y se les prestara un poquito más de atención, conseguiríamos muchos logros y tendríamos una mejor sociedad”, opinó.

Seguidamente, sostuvo que dependiendo el tipo de actividad que desarrollen es la realidad económica que hoy atraviesan, pero sí destacó que “los sectores en donde se mueven son cíclicos, por ejemplo, te encontrás con cooperativas tamberas que han desaparecido muchas, pero que transitoriamente están pasando por un buen momento, pero no garantiza nada para el futuro”.

Finalmente, se refirió a las cooperativas de trabajo. “Tenemos un problema que no sé si no hay disposición política o no lo han visto, y que es un tema jubilatorio digamos. El Gobierno tiene que ponerse a resolverlo, no pueden estar en el desamparo”, cerró.