Testamento cuestionado - Sobre la causa en la que investigan a un escribano
Dan a conocer una escritura anterior
La mujer que legó un campo a dos sobrinos mientras atravesaba una enfermedad terminal, había testado antes en favor de tres personas. La Justicia, por la última escritura, investiga al escribano y a los dos herederosEl 11 de marzo de 2020, Anita Keller firmó una escritura testamentaria en la escribanía de Sergio Lozita, donde consignó que dejaba sus bienes a dos sobrinos, Diego y Gustavo Keller. Once días más tarde, la mujer murió a consecuencia de un cáncer terminal.
Un hermano de la fallecida inició una demanda en el año 2021 porque ese testamento le despertó más dudas que certezas. Fundamentalmente, por el estado de salud de la mujer que estaba en tratamientos paliativos para transitar la fase final de su enfermedad.
La denuncia está siendo investigada por la Fiscalía de Tercer Turno de los Tribunales de Villa María.
Para que las personas sospechadas (esa es la figura legal para definir la situación del escribano y los sobrinos que recibieron la herencia que no están imputados de ningún delito) puedan controlar la prueba que se recolecta en la investigación, los convocaron a que nombren abogado y así participar en el proceso.
El Diario publicó esta información hace exactamente una semana.
Ahora bien, surgió un dato nuevo que no está relacionado directamente a la investigación judicial, pero que agrega información sobre el hecho. Se trata de una escritura testamentaria firmada por Anita Keller en el año 2009. En ese tiempo, la mujer tenía 69 años y el cáncer no había hecho estragos en su cuerpo.
¿A quién le legó en esa oportunidad su campo? A los mismos sobrinos que ratificó en el año 2020, más una tercera sobrina. Les agradecía el “natural reconocimiento al cuidado, atención y dedicación que le brindan permanentemente”.
Esto demuestra dos cosas: que en el último testamento excluyó a una sobrina y que en ambos -el de 2020 que es motivo de la investigación judicial y en el de 2009-, la mujer decidió que no serían sus hermanos los herederos.
Cabe señalar que Anita Keller era soltera y no tenía hijos. Por lo tanto, no existían lo que la ley llama “herederos forzosos”. Esto quiere decir que puede dejarle a quien quiera sus bienes.
En el marco de la investigación, la Justicia ordenó una autopsia psicológica para procurar dar luz a esta situación que generó dudas en un hermano que decidió recurrir a la Justicia.