El 22 de febrero, el pequeño fue visto por última vez en las cercanías de Ballesteros Sud

¿Y qué pasó con Lian?

La Nación levantó el secreto de sumario, pero la Provincia no. Pocas pistas y el mensaje de la mamá de Sofía Herrera
martes, 8 de abril de 2025 · 09:06

Ya pasó más de un mes y medio de la desaparición de Lian Gael Flores Soraire (3), el pequeño que fue visto por última vez durante la siesta del sábado 22 de febrero en un cortadero de ladrillos ubicado en la zona rural de Ballesteros Sud.

Aquella siesta calurosa de febrero parece lejana en medio de las bajas temperaturas que hoy lo invaden todo. Pasaron varias cosas en el medio: roscas políticas, lista de asesores en la Legislatura, aumentos, pliegos que no fueron aprobados y demás, pero en el medio, también, un niño que no está donde debe estar: con sus padres.

En este camino recorrido ocurrieron varias hipótesis que se barajaron -tal vez con premura-, situaciones y un secreto de sumario marcado que dejó poco lugar a las suspicacias -y también a la información-. Tal vez ese hermetismo sea una de las principales críticas de los abogados de la familia Flores.

El hecho de no querer volver “novelesco” un caso terminó acaso generando que los medios dejaran de seguir de cerca todo lo sucedido. Es que, poco a poco, el tema fue saliendo de agenda y los medios locales y regionales -como siempre- tomamos la lanza para mantenerlo presente.

Aun así, la última noticia tiene que ver con respecto a pedidos de imputaciones. Vale la pena mencionar que el caso no tiene ningún detenido ni a nadie apuntado como presunto sospechoso. Primero se habló de una camioneta blanca; más tarde, una supuesta curandera que visitó el poblado; y también se puso el foco en Elías, padre de Lian, por sus declaraciones.

 

Apertura, pero no

Darío Baggini, abogado de la familia del niño, afianzó que, por el momento, la Justicia Federal confirmó la apertura del secreto de sumario, pero que hay pocas actuaciones.

“La Justicia Provincial y Federal se rigen por códigos procesales diferentes”, contó Baggini. “Nosotros solicitamos la apertura con una serie de fundamentos y el juez federal lo levantó, pero la Justicia cordobesa no”, explicó el letrado en diálogo con Noticias Argentinas.

Sin ninguna pista firme, Lian sigue sin aparecer y la tristeza se sigue acentuando en sus familiares, que aún lo esperan. Y con vida.

La “zona cero”, aquel cortadero de ladrillos en las cercanías de Ballesteros Sud, fue en su momento escenario de medios de comunicación nacionales, el Ministerio Público Fiscal (MPF) cordobés, Gendarmería Nacional y demás. Helicópteros, visión nocturna, cámaras infrarrojas, perros y demás formaron parte del despliegue realizado. Fueron más de 194 personas las presentes. También se pueden mencionar a Bomberos, Ejército, Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y la Patrulla Rural.

“Fue difícil recorrer los sembradíos de soja aledaños buscando al niño. A veces, durante la noche, teníamos que frenar todo porque hay cuevas de peludos donde nos podíamos hundir”, destacó un trabajador de seguridad en diálogo con este cronista.

El alerta de Interpol también despertó otra situación. El hecho de pensar en que el niño hacía rato había dejado de estar en las pedanías y que podría haber sido trasladado a otro espacio. Si bien hay rutas donde se pueden tomar imágenes, bien se sabe que los ripios -para los baqueanos- pueden ser otros accesos para tomar otro camino. Este punto, y la sofisticación de la tarea, tal vez sean hoy los más observados, aunque el rompecabezas fue perdiendo piezas con el paso de los días.

“Los padres están muy ajenos al caso. Preguntan qué novedades hay, también si hay alguna sospecha firme, pero no saben qué pasa en el expediente”, dijo Baggini, quien en su momento había apuntalado el deseo de que se trabajen diversos puntos de la investigación con la Inteligencia Artificial.

“Ellos siguen esperando a su hijo con vida”, dijo Baggini en diálogo con Canal C20 de Villa María.

El pasado seis de marzo fue la última jornada de rastrillajes en la zona donde comenzó todo. Se removieron montículos de tierra con maquinaria municipal y también se utilizó un georradar de Gendarmería. El resultado su negativo. Los hornos ladrilleros fueron revisados, se desmanteló una pila de ladrillos, se inspeccionó el área con un perro, pero nada.

Algunos trascendidos daban versiones respecto a los perros y su tarea: “Caminaban cinco metros desde la casa y se paraban”, dijeron, apuntalando la versión de que el pequeño fue sustraído.

Vale la pena mencionar -en un aporte conjunto entre los gobiernos nacional y provincial- que hay una suma millonaria ofrecida para aquellos que aporten datos sobre el menor.

Previamente se habían secuestrado camionetas y celulares, aunque desde los datos que se obtuvieron, a la vista está, no hubo novedad alguna de interés.

 

Que no aflojen

Otra voz que se sumó a la cruzada fue María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera. Sofía es la niña que hace más de 17 años desapareció en Río Grande, Tierra del Fuego. Sus padres la perdieron de vista mientras juntaban madera y ramas para prender el fuego para un asado familiar.

Por la lucha de María Elena hoy existe la Alerta Sofía -con fuerza de ley-. Y ya son tres las ocasiones en las cuales se disparó la Alerta. La primera vez fue con el caso de Guadalupe; la segunda, con Loan (en Corrientes); y la tercera, con Lian.

“Todo el país sabe que (Lian) está desaparecido”, dice María Elena. Y les recomendó a los padres que “no dejen de buscar” y que “no pierdan las esperanzas”.

“Lo que no hay que hacer es dejar la búsqueda. Si no están los padres adelante, no busca nadie”, expresó la madre de Sofía, que desapareció a los 3 años, un 28 de septiembre de 2008.

Según Missing Children, son más de 100 los niños desaparecidos en Argentina. De ellos, 40 se perdieron siendo menores y hoy serían mayores de edad. Esto quiere decir que han pasado 10, 15 o hasta 20 años… Y siguen sin aparecer.

 

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