Día del Cooperativismo

Una nueva normalidad

Mariano Carreras, El correo de Firmat

La pandemia corrió el velo y puso al desnudo “la normalidad”, sacó a flote un estado de cosas que muchos creen es “lo normal”, e incluso tienen apuro en volver a vivir así. Lo cierto es que las injusticias, las desigualdades, las ausencias del Estado, no son problemas que nacieron el día en que se declaró la pandemia o tuvimos que distanciarnos por la cuarentena. Ya existían. Ya eran parte del paisaje.

A este escenario no escapa el comportamiento de los grandes medios de comunicación, muchos de los cuales se volvieron alarmistas, negligentes, impiadosos, dañinos, centralistas y frívolos -por adjetivar de modo amable-, con la llegada del COVID-19 y el impacto de la pandemia en la vida diaria de los argentinos.

El zorro puede simular -un rato- que cuidará a las gallinas, que se volvió herbívoro, que no las comerá. Puede hacerles creer que no hay nada que temer, que ha cambiado, que la pandemia nos volvió iguales, que después que todo esto termine seremos mejores, que vamos a cambiar. El zorro puede eso y mucho más, porque es zorro, porque lo seguirá siendo.

Al igual que ayer, los grandes medios volvieron a mostrar que en verano, en invierno, con frío o con calor, su prioridad son ellos mismos, son sus negocios, sus acuerdos, sus intereses. Volvieron a mostrar que son zorros vigilando el gallinero.

Como toda crisis, la pandemia nos puso al desnudo. Volvió a mostrar el papel determinante, necesario, que ocupan los medios de proximidad en los distritos que están lejos de Obelisco, en las poblaciones que necesitan saber, que deben conocer qué sucede a 10 cuadras de su casa o en la población vecina.

La pandemia vino a recordarnos que Argentina tiene por delante la necesidad de sostener y fortalecer un mapa de medios federal, democrático, inclusivo. Un mapa más cercano a los intereses y necesidades reales de los ciudadanos de a pie. En este desafío, el Estado y la ciudadanía no pueden ser simples espectadores, deben involucrarse o atenerse a las consecuencias que pueda traer vivir en una Nación donde la información democrática que intentan garantizar los medios de proximidad está en crisis, una crisis que empezó a sentirse con llegada de las redes sociales, aumentó con las políticas neoliberales y, finalmente, se agudizó con la pandemia.

Que a un ciudadano de la Argentina profunda le sea más sencillo conocer el avance de la pandemia en el AMBA antes que en el territorio donde habita, es apenas una muestra ínfima de una desigualdad informativa y comunicacional que es parte de la normalidad que supimos conseguir y a la cual no deberíamos volver, si es que realmente pretendemos salir mejores de esta experiencia de tapabocas y distanciamientos.

 

“Los grandes medios  volvieron a mostrar que en verano, en invierno, con frío o con calor, su prioridad son ellos mismos, sus negocios, sus acuerdos, sus intereses”. 

 

En China, las cooperativas de suMinistro y comercialización rural compraron grandes cantidades de productos agrícolas de la provincia de Hubei, el epicentro de la pandemia. 

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