El Gobierno nacional ratificó hace una semana la decisión tomada el 5 de febrero de este año, tras 77 años siendo miembro del organismo

Las consecuencias de que la Argentina salga de la OMS

La mayoría de los especialistas afirmanque la decisión de Javier Milei de imitar a la que tomó Donald Trump tendrá un impacto muy negativo en la salud de todo el país

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fue creada el 7 de abril de 1948, fecha en que se conmemora el Día Mundial de la Salud. Este organismo, que forma parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es el encargado de gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial, además de poner en contacto a naciones, asociados y personas a fin de promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables, de modo que todo el mundo, allí donde esté, pueda alcanzar el más alto nivel posible de salud.

Cabe recordar que existen 196 Estados, así como dos miembros asociados, dentro de la OMS, y la República Argentina es uno de ellos. Sin embargo, el 5 de febrero de este año, el Gobierno de Javier Milei anunció la salida del país de esta fundamental organización, imitando la decisión de Donald Trump, bajo el argumento, entre otros más, de que “promovió cuarentenas eternas sin sustento científico cuando le tocó combatir la pandemia de Covid-19”. Pero no quedó ahí y añadió desde la Oficina de Presidencia: “Las cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial y, acorde al estatuto de Roma de 1998, el modelo de cuarentena podría catalogarse como un delito de lesa humanidad. En nuestro país, la OMS respaldó a un Gobierno que dejó a los niños fuera de la escuela, a cientos de miles de trabajadores sin ingresos, llevó a comercios y pymes a la quiebra, y aun así nos costó 130 mil vidas”.

La semana pasada, el 26 de mayo, el Gobierno argentino ratificó la salida de la OMS a través de una carta dirigida al organismo, que por estas horas está evaluando si acepta o no la salida del país de su órbita, una decisión que ha sido rechazada por  innumerables instituciones de la salud y de los derechos humanos de la Argentina y del mundo entero.

 

Críticas y más

Una de las más prestigiosas revistas científicas del mundial,  The Lancet, ya había criticado la decisión de Donald Trump, calificándola como “un ataque arrollador a la salud del pueblo estadounidense”, algo que bien podría aplicarse también a la República Argentina.

La salida del país de la OMS tendrá un impacto negativo inimaginable en la salud de la población. Para empezar, Argentina perderá el acceso al fondo que le permite comprar vacunas e insumos sanitarios a precios más económicos y garantizar su disponibilidad, y dejará de recibir apoyo en programa de enfermedades transmitibles o infecciosas, salud mental, maternidad e infancia.

Además, la salida, que varios especialistas calificaron como un “capricho ideológico”, no será gratuita, ya que la Nación no recibirá cooperación ni apoyo técnico ante otra eventual pandemia, se debilitará el abordaje de las enfermedades raras y, en caso de catástrofes naturales, ya no contará con la ayuda de unidades especializadas.

Por otra parte, más allá de las implicancias legales que aún por estas horas se están discutiendo, la decisión de Milei -que en su momento apoyó públicamente la cuarentena e incluso se vacunó con la Sputnik rusa- de salir de a OMS implicará dejar de concebir a la salud pública con una mirada global de los muy variados problemas sanitarios que puede enfrentar un país, una región o el planeta en su conjunto, sea desde una enfermedad concreta, la actualización de una vacuna de aplicación anual, una epidemia como el dengue o una pandemia como el Covid-19. De hecho, la Fundación Soberanía Sanitaria calificó la decisión como “una verdadera muestra de terraplanismo sanitario”.

Más allá de que Argentina dejará de pagar anualmente entre 8 y 10 millones de dólares como cuota obligatoria por ser miembro de la OMS, cifra que se calcula entre la función del Producto Interno Bruto (PIB) y la población de cada país, y que es actualizada cada dos años, los beneficios que no recibirá son incalculables monetariamente en términos de acceso a programa de salud, suministro de medicamentos a vacunas y medicamentos a bajo costo mediante el Fondo Rotatorio, cooperación internacional en caso de emergencias sanitarias,  y acceso a información y  apoyo técnico de salud global.

 

10 consecuencias de dejar de ser parte la OMS

1. Falta de acceso al Fondo Rotatorio y Estratégico, que permite ahorrar millones en la compra de tecnologías e insumos sanitarios.

2. Se perdería el estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como el Fucalci, Malbrán y la ANLIS. Esta situación traería la consecuencia de quedar fuera de las redes internacionales que apoyan nuestra práctica (Argentina posee una serie de estos laboratorios que reciben importantes donaciones en vinculación con otros países, fortaleciendo las capacidades propias y de nuestra región). Sin la OMS y la OPS, no se obtendrían equipamientos, reactivos, ni capacitación, ni asistencia técnica, entre otros.

3. Se pierde el acceso a la compra conjunta de vacunas e insumos, generando un gran impacto presupuestario, además de desabastecimiento.

4. Interrupción de los planes, monitoreo y apoyo técnico y financiero en enfermedades infecciosas y no transmisibles, como malaria, chagas, dengue, tuberculosis, VIH, entre otras.

5. Pérdida de acompañamiento para implementación y sostenimiento de estrategias de promoción de la salud, en calidad de los servicios y de atención primaria de la salud.

6. Ruptura de alianzas con otros países, en especial los países vecinos del Mercosur, imposibilitando la preparación y respuesta conjunta ante epidemias y emergencias sanitarias.

7. Dificultades para la promoción y exportación de productos argentinos en materia de salud, puesto que se pierde la referencia y aprobación internacional.

8. Se deja de recibir asistencia técnica y fondos para investigación, innovación y desarrollo en salud. Esto impacta directamente en la calidad de la producción nacional de medicamentos, vacunas y tecnología sanitaria.

9. Se afecta la formación y capacitación de los equipos de salud (médicos, enfermeros, bioquímicos, técnicos, promotores) al perder programas de cooperación, becas y acceso a centros de referencia.

10. El debilitamiento de la vigilancia epidemiológica y la red de laboratorios, que afecta la detección temprana de brotes y la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias.

Comentarios