Con fiestas aplazadas e incertidumbre

Escribe Daniel Rodríguez
De nuestra Redacción

Todavía se estaba hablando de los ganadores de los Carnavales Gigantes y barrio Los Olmos no terminaba de levantar su Copa Challenger cuando la ciudad debió inmiscuirse en una nueva realidad: la que impone el aislamiento por Covid-19. Solo quedó un poco de tiempo para disfrutar del “Fito Festival”, aquel que reunió a decenas de Fiat 600 en el parque municipal.

Durante los últimos días, a través de la secretaría de Cultura y Educación, el historiador y comunicador Guillermo Bovo compartió sus pensamientos a través de las redes sociales sobre del pasado 9 de julio.

En su tarea, apuntada a una cuestión académica, Bovo fue recolectando diversos aportes conseguidos en base a entrevistas a los vecinos mayores y rescató el sentido de la palabra “tradición”. Englobado en conceptos que son justamente el marco teórico de su travesía, el especialista aseguró que “la tradición es algo que no está muerto, no es inerte y  se actualiza en un presente y en una nueva configuración”.

“Hay elementos que lo podemos considerar que se reafirman y otros que se excluyen”, afianzó.

Algunas frases que se destacan en el video son las de vecinos que sostienen que las tradiciones se preservan en Villa Nueva y otra que subraya que el habitante de la villa “es más tradicionalista que el villamariense”. Esto tal vez se deba tal vez a  mayor nexo con las festividades: bien sabido es que el desfile reúne a una parte de la ciudad en las veredas y a la otra a la vera, observando el pasar de cada uno de los vecinos.  Este año no hubo chocolate caliente en la Casa de la Cultura, actos protocolares con asistencias mínimas y los caballos no desfilaron por la calle Belgrano. Rituales que este año debieron ser aplazados y se extrañan.

Bien claro está que el video compartido en las redes sociales del municipio no remite directamente a la cuestión de la la semblanza, pero hablar de festividades y tradiciones lleva de manera inherente a enumerarlas ahora, que el tiempo de bailar entre amigos y vecinos (en el parque o en la plaza) se ha detenido.

Capital de la alegría

Pensando en el 2019, cuando la ciudad fue prácticamente la capital de la alegría con La Fiesta de la Comida al Disco a beneficio de los Bomberos Voluntarios, la Fiesta de la Cerveza y la gastronomía y demás; este año el desfile tuvo que viajar a la virtualidad (vía TV y stremeaning) y los carnavales de 2021 están en jaque ya que los diseñadores no han podido tener contacto con los barrios, según confirmó el mismo Héctor Tulián, presidente de la comisión de Carnavales. Si hasta los batuqueros comparten sus sonidos, a través de las plataformas, e intentan ensayar los sonidos que vendrán.

 Otro dato no menor es que también se confirmó que la Marcha de los Bombos también será virtual.

Es importante destacar el “despegue” que se realizó cuando se reunió una multitud a la vera del Ctalamochita para disfrutar de los artistas cuarteteros Q’ Lokura y Damián Córdoba  para octubre en nuevo aniversario de la Villa Nueva (actividad que ya casi se volvió un clásico esperado). 

Si bien, a más de la mitad del año, todavía falta para saber lo que se viene, queda un sin sabor de no saber cuál será el próximo evento que los dejará a todos reunidos, pero la calma de saber que lo que importa es estar unidos para enfrentar a un enemigo invisible