Fallo judicial en torno a la disputa por una superficie de más de 2.000 metros cuadrados

El baby de Malvinas no será desalojado

La Asociación Bancaria pidió el desalojo del club de baby que tiene su sede en Rivadavia 1480 de Villa Nueva. La Justicia rechazó la solicitud y, por ahora, se quedarán en el lugar
jueves, 28 de marzo de 2024 · 00:00:00

El gremio bancario de Villa María presentó ante el Juzgado Civil de Cuarta Nominación de esta ciudad un pedido de desalojo contra el club de baby Malvinas Argentinas, que ocupa el predio ubicado en calle Rivadavia, frente al Parque de Villa Nueva.

La demanda fue rechazada por el juez Sebastián Monjo, debido a que “existen dudas acerca de la posesión ejercida por ambas partes”, lo que, a criterio del magistrado, exige un debate más amplio.

La disputa se origina a raíz de que el gremio bancario cuenta con una escritura del año 2013, en la que la Municipalidad de Villa Nueva le da derecho sobre el terreno de la calle Rivadavia. Por otra parte, el club funciona en el lugar desde el año 2000 para facilitar la práctica de fútbol de niños.

No era fácil la decisión del juez, porque cada parte tenía su argumento.

 

Las pruebas

La Bancaria presentó la Escritura Nº4, fechada el 8 de febrero de 2013, en la que el entonces intendente Guillermo Cavagnero y su secretario, Natalio Graglia, firman un convenio con Luis Audelino Juárez (exsecretario general de la Bancaria, ya fallecido) por el cual le transfieren todos los derechos de propiedad, posesión y dominio del predio.

Hay algo llamativo en esa escritura: el gremio acepta la donación, manifestando que se encuentra “en posesión real y material del inmueble”.

Sin embargo, no está probado que sea así, dado que, con claridad, se conoce que, desde el año 2000, el que tiene la posesión es el club Malvinas.

Por otra parte, con informes de la Liga de Baby y del área de Sociedades Jurídicas de la Provincia, el juez pudo corroborar que la institución deportiva fue fundada el 9 de julio de 1983 y que desde 2000 tiene el domicilio en la calle Rivadavia, con los servicios a nombre de los dirigentes, lo que permite corroborar la posesión.

En el año 2021 adquieren personería jurídica como “asociación civil”.

 

El análisis

El juez Monjo no se limitó a considerar esa escritura de 2013, sino que solicitó más documentación a la Municipalidad, en la que se advierte que ese trámite tuvo vaivenes, con ordenanzas que cedían los lotes y otra que se los quitaban a la misma entidad gremial.

Todo comienza en el año 1985, cuando la Asociación Bancaria lo solicita a la Municipalidad. Tres años más tarde, el 24 de octubre de 1988, se aprueba una ordenanza en la que autorizan la donación.

Pero, veinte años después, el mismo Concejo Deliberante de Villa Nueva anula esa ordenanza porque el gremio “no ha cumplimentado con los requisitos y objetivos” y “no ha generado las disposiciones necesarias para el mantenimiento y conservación del predio, por lo que en los últimos diez años ha sido objeto de permanentes reclamos por parte de vecinos e instituciones por la situación de abandono en la que se encuentra el lugar”.

Dos años más tarde, el 31 de marzo de 2010, aprueban otra ordenanza. Esta vez, para volver a autorizar el convenio de cesión del terreno en el que la Bancaria  prometió desarrollar “un proyecto social de gran envergadura”.

El juez advierte que “no consta” que ese proyecto de gran envergadura se haya puesto en marcha.

Entonces, se pregunta por qué la Municipalidad de Villa Nueva otorgó un terreno que ya estaba ocupado.

En ese punto de la resolución no ahorra cuestionamientos: “Es relevante señalar que todas las ordenanzas en las cuales se disponía el inmueble (comodato, donación, escrituración) se realizaron sin contemplar ni prever, ni mencionar siquiera, que el mismo se encontraba ocupado por el Club Malvinas Argentinas”.

En consecuencia, advierte que los actos municipales autorizaban a celebrar contratos que disponían la entrega de una superficie ya ocupada.

En definitiva, resumió la pretensión del gremio diciendo que ellos consideran que el club tiene una “ocupación precaria”; pero el club defiende su derecho posesorio porque hace más de 20 años que ocupan el lugar, tienen servicios a su nombre y, si bien la cancha puede no ser un proyecto “de gran envergadura”, es un espacio con una función social clave para los niños de la comunidad.

Con base en ese análisis, Monjo dijo que no correspondía el desalojo y que las costas del juicio las tenía que pagar la parte vencida, es decir, el gremio bancario.

 

El predio

La disputa es sobre una superficie de 2.103 metros cuadrados en la que están dos lotes. En un sector más abandonado es donde había un quincho y una pileta que tenía la Bancaria. Separadas por una tapia construida en el año 2002, están las instalaciones del club, que consta de  la cancha, las tribunas, los vestuarios, el salón y la cocina, entre otras dependencias. Allí practican fútbol un centenar de chicos.


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