Arquitectos de Villa María y Villa Nueva se refieren a la figura del profesional fallecido

Tributo a César Pelli, posiblemente el de mayor altura

El primer e-mail que llegó a nuestro correo con expresiones relacionadas a la muerte del arquitecto no fue de un arquitecto, sino de un escritor: Jorge Piva, villamariense radicado en Córdoba. Un llamado de atención, cuando la noticia todavía no repercutía. Después, el eco dio la vuelta al mundo
miércoles, 24 de julio de 2019 · 10:39

“Murió César Pelli. Hoy en día, cuando decimos genio a cualquiera que hace cualquier pavada -pero tiene repercusión mediática- cabe, estimo, volver la mirada sobre este hombre, que no sé si fue un genio, pero sí una persona excepcional, cuya marca de su paso por la vida ha quedado registrada en varias partes del mundo, mejorándolo.
Disculpas por mi intromisión en vuestros correos.
Saludos, Jorge”

Así de escueto era el texto que Piva despachó, conmovido por la muerte de Pelli a los 92 años; desbordado por su mente ahora también extinta, por su obra presente en todo el mundo.

El tucumano, radicado en Estados Unidos desde 1952, ha construyó importantísimos edificios en los confines del planeta, más allá de que era defensor de los rascacielos, como de las ciudades peatonales.

Pelli recibió más de 100 premios (reconocimientos) en su brillante carrera, de la que se tuvo información el mundo entero, especialmente donde existen facultades de Arquitectura.

Entre otros, fue galardonado con la codiciada Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés), que reconoce una vida de logros distinguidos y contribuciones excepcionales, en 1995, y con el Premio Aga Khan, en 2004, por las Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, la obra que terminó de hacerlo conocido en el mundo entero y entre todos los públicos, ya que esas gemelas de 452 metros de altura fueron las más altas del mundo entre 1998 y 2003.

 Además recibió el Konex de Brillante a las Artes Visuales (2002-2011), aquí, en la Argentina.

En la National Portrait Gallery del Instituto Smithsonian de Washington hay un busto de yeso, una escultura blanca radiante en la que de entre los rasgos del homenajeado destaca uno: la sonrisa. Esa sonrisa espontánea eraun gesto distintivo de César Pelli, decididamente, un gran maestro de la arquitectura.

El gran arquitecto fallecido había nacido en 1926 en Tucumán y fue sin dudas uno de los más influyentes de finales del Siglo XX, al tiempo que se convirtió en una de las primeras celebrities de su profesión.

Pelli estudió arquitectura en la Universidad pública de su provincia, Tucumán, donde se graduó en 1948 y años más tarde trabajó en el estudio del notable arquitecto, urbanista y escritor finlandés Eero Saarinen.

Junto a su esposa, la arquitecta Diana Balmori (fallecida en 2016), había viajado a Estados Unidos en 1952 por una beca. Allí nacieron sus dos hijos: Denis en 1953 y Rafael en 1956.

César Pelli fue una cabeza brillante y creativa y una personalidad docente, como se desprende de las palabras que le dedicó la Universidad nacional de Córdoba y que pueden leerse en esta misma página.

Es por ello que al tiempo que llevó adelante una notable carrera práctica como arquitecto, fue también durante varios años decano de la Escuela de Arquitectura de Yale. La fama internacional llegó con las Torres Petronas de Kuala Lumpur, la capital de Malasia.

Para cuando su fama recorrió el mundo, Pelli ya era un hombre importante de la arquitectura que había construido varios edificios relevantes, en todos los casos torres de singular distinción y originales revestimientos, como el cristal.

Precisamente, por esa clase de diseños eclécticos y siempre sensibles al entorno recibió numerosas distinciones, entre ellos el citado premio Aga Kahn de 2004 por las Torres Petronas.

En los años 90, Pelli ya era para los estadounidenses uno de los diez arquitectos más influyentes de su tiempo.

“Con mucho pesar recibimos la triste noticia del fallecimiento del gran Arquitecto César Pelli. Quiero hacer llegar mis condolencias a toda su familia, sus amigos y a su equipo de trabajo”, anunció el viernes último el gobernador tucumano Juan Manzur.

“La trayectoria mundial del arquitecto Pelli ha sido un orgullo no solo para los tucumanos sino también para todos los argentinos. Un hijo de esta tierra que trascendió por la calidad y monumentalidad de sus obras y por su enorme capacidad de trabajo”, agregó el mandatario de su provincia natal.

Horas más tarde, el presidente Mauricio Macri se sumó y dejó su mensaje en las redes sociales: “Quiero enviar mis condolencias a los familiares y amigos del talentoso César Pelli. Las obras que deja en todo el mundo como legado son un orgullo para los argentinos”.

“Indudablemente es el arquitecto argentino actual más destacado, tanto por la envergadura de las obras que llevó adelante, como de su actividad. Su culminación fueron las Torres Petronas de Kuala Lumpur, marcada como de las mejores obras contemporáneas de los últimos 20 años”, comentó a la agencia alemana de noticias Reuters el arquitecto y docente argentino Carlos Alberto Castellano.

“Era un tipo muy simple, muy campechano que llegó a la cima de la arquitectura”, agregó Castellano, quien conoció gracias a su profesión a Pelli.

¿Por qué cree que a los seres humanos nos atraen tanto los edificios altos?, le preguntaron una vez.

Y respondió: “Todos queremos llegar al cielo”.

“Creo que nos atraen porque sentimos que elevan hacia  algo en el más allá”, completó ante su interlocutor.

Pelli dejó su huella en todo el mundo, como se ha dicho, tanto en edificios originales como en reformas o ampliaciones de grandes obras. Además de las Torres Petronas (Kuala Lumpur), se pueden enumerar el Museo Nacional de Arte (Osaka), la Torre Repsol YPF (Buenos Aires), el Pacific Design Center (Los Angeles), el Carnegie Hall Tower (Nueva York), el World Financial Center al que hoy se llama Brookfield Place(Nueva York), la terminal norte del Aeropuerto de Washington, Museo de Arte Moderno (Nueva York), el Costanera Center (Santiago de Chile) y la torre Iberdrola (de Bilbao, en el País Vasco).

 

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