En barrio Palermo - En 25x10 metros
Una vivienda UNIFAMILIAR
Los propietarios eligieron un entorno que le era familiar, en proximidades del río. Y en una esquina se edificó el lugar donde disfrutarán del retiro
La Casa Palermo se encuentra construida en un pequeño lote en esquina de 25 metros de largo por 10 metros de ancho. Se encuentra rodeada por grandes espacios verdes, árboles, playa y el río Ctalamochita, razón por la cual los usuarios decidieron asentarse allí a disfrutar de su retiro.
Todo el diseño gira en torno a un patio tipo claustro que asemeja a aquellas casas antiguas tan características de la región, en donde vivieron y se desarrollaron en sus inicios los clientes del estudio Teobaldi Arquitectura.
Esta residencia posee un total de 350 m2 y se dispone en planta baja, alta y terrazas.
En la memoria descriptiva de la obra se puede leer que el ingreso por el medio del lote de esquina nos permite diferenciar perfectamente los espacios públicos y privados de la vivienda, y cómo los mismos pueden mutar y apropiarse de distintas maneras para lograr una planta baja totalmente pública para ocasiones especiales como festividades. De esta manera dejamos de perder grandes metros cuadrados en servicios o guardado para pasar a ser de uso común en caso de que el usuario así lo eligiera.
La planta de primer piso, de carácter semiprivado, es donde conviven el cine y la huerta, con las áreas más seguras y de mayor privacidad como la zona de dormitorios.
Y por último, nos encontramos con la planta del segundo piso, un área sumamente pública y lugar de encuentro familiar por excelencia, donde el usuario puede compartir momentos en una terraza que se abre hacia el río u optar por tomar sol en una piscina sobreelevada que vuela y se presenta sobre el claustro en donde todo se combina con perfecta armonía entre las grandes copas de los árboles de alrededor, el río, el muro verde y el cielo.
El exoesqueleto
Para lograr este diálogo entre exterior e interior se plasmó un gran exoesqueleto de hormigón armado, que posibilita no solo la privacidad de la familia hacia el interior, sino que también crea sombras y colores que cambian constantemente de acuerdo a las estaciones del año, logrando así conectar con el usuario, y también, con el peatón que experimenta su caminata diaria sobre la costanera de la ciudad.
Este típico claustro, muy común en nuestra zona, es el protagonista de una intervención del diseño, no solo arquitectónico, sino también de lo sustentable, desde el punto de vista lumínico, de asoleamiento y energético. Toda la vida, tanto privada como pública de la vivienda, girará en torno al patio, regalándole al interior una mayor calidad de vida e invitando al usuario a disfrutar de una manera continua y sin restricciones. Asimismo, sirve para regular la temperatura de toda la casa, y con la incorporación de muros verdes, las aromáticas y colores se adueñarán de las escenas internas y externas, por medio de grandes acristalamientos con DVH. Así, van a poder vivir y comunicarse desde todos los puntos de la vivienda.
Posee además una impronta de sustentabilidad muy fuerte, incitando al usuario a apropiarse de cada aspecto de la casa, donde la residencia pasa a ser un integrante más de la familia, incorporando alimentos por medio de la huerta que posee en planta alta, o reteniendo agua para su distribución inteligente en épocas de sequías. Con el apoyo de paneles solares, colector solar, luminotecnia led y domótica generalizada, ayuda a hacer más fácil la vida diaria y ahorra de manera significativa los costos de mantenimientos.