Baby blues: cuando te sentís triste después del parto

Escribe: Lula Díaz

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Este término es muy común y por su traducción del inglés al español puede generar algún tipo de confusión. Por eso es fundamental conocer que “baby blues” no es lo mismo que depresión posparto.

¿Por qué? La diferencia radica en que el baby blues se produce en las dos primeras semanas posparto, mientras que la depresión puede ocasionarse en cualquier período durante el primer año de vida del bebé.

Y además, la depresión posparto requiere de la consulta a un psicológico y, ocasionalmente, un psiquiatra para llevar conjuntamente un tratamiento con la madre.

En cambio, en la etapa de baby blues se incluyen aquellas emociones durante los primeros días después del parto y que pueden ser ganas de llorar, tristeza, angustia, falta de apetito, problemas para dormir o descansar correctamente, dolor muscular, ansiedad e incluso sentirse irritada.

En este caso, no es necesario un tratamiento médico porque no es una afección severa y responde a los cambios propios tanto del sistema hormonal de la mujer como así también el hecho de tener ahora el bebé en casa.

Por ejemplo, en el caso de los cambios hormonales, estos cambios en el estado de ánimo, se producen por el aumento del nivel de estrógeno y progesterona en el posparto, lo cual tiene una influencia directa en las emociones, como la serotonina que es la hormona que proporciona la sensación de optimismo. 

A esto, se le agrega el sueño muchas veces discontinuo e interrumpido, porque el bebé duerme poquitas horas seguidas, y además el hecho de amamantar y el cambio en la rutina, que representa un importante desgaste a nivel fisiológico.

¿Qué hacer ante el baby blues?

Estos son algunos tips para sobrellevar de la mejor manera posible esta etapa (que, por suerte, dura apenas unos pocos días):

-Principalmente, comprender que es una etapa normal del posparto, y asegurarte de que tu entorno más cercano también conozca sobre esto.

-Procura que no tengas demasiadas visitas. Ya tendrán tiempo tus parientes y amigos de conocer al nuevo integrante de la familia.

-No te preocupes en demasía por el orden y la limpieza exhaustiva del hogar. Mantén limpio lo justo y necesario, y para esto recuerda que siempre puedes pedir ayuda.

-Establezcan tiempos durante el día con tu pareja para que cuide del bebé mientras vos podés dormir una siesta. Esa persona también puede ser tu mamá, suegra o cualquiera otra persona de confianza.