En Boga

Relaciones vecinales: abordajes para facilitar una buena convivencia

Las relaciones vecinales traen consigo constantes dificultades y desafíos que los protagonistas deben aprender a manejar.
jueves, 31 de octubre de 2019 · 12:59

Escribe: Angelo Valenzano

Las relaciones entre vecinos suponen un crisol de espontáneo contacto con personas o familias con la que por el simple hecho de compartir geográficamente un espacio común (y por ende formar parte de un mismo barrio), de modo natural se producen vínculos humanos, los que pueden ser de diversas características.

De alguna manera en esta ocasión vamos a detenernos en analizar las diferentes realidades de las relaciones vecinales y el abordaje a la hora de procurar solucionar cualquier conflicto que se pueda producir en dicho marco.

Convivir en una sociedad de vecinos quizás sea una de las cosas más difíciles que pueda existir, por lo que se deben tratar con inteligencia y mucha paciencia los conflictos vecinales toda vez que los mismos producen un malestar y comportamientos negativos en la convivencia diaria. Sin embargo, es necesario buscar alternativas para encontrarles solución.

Cuando una relación vecinal toma un tinte conflictual es procedente determinar cuál es el medio más idóneo para procurar la solución entre vecinos, previo a identificar las características de cada caso y gravedad, lo cual hará decantar en distintos procesos que ante la intervención de terceras personas puedan comenzar una etapa de acercamiento y diálogo entre las partes en oposición.

Lo anteriormente expuesto abre paso al concepto de “medios alternativos de resolución de conflictos”, en donde la figura de la mediación pasa a tener un rol preponderante, como actividad en el cual un tercero imparcial busca facilitar la comunicación para que las partes sean capaces de resolver sus problemas.  A través de la mediación comunitaria se busca otorgar un espacio de diálogo directo y participativo entre dos o más personas que tienen un conflicto, para proponer las vías de solución, ya que han sido los directamente involucrados.

En nuestra región los conflictos vecinales son abordados (por el auditor del Pueblo de Villa María o el defensor del Pueblo de Villa Nueva, por ejemplo), previo reclamo personal del interesado y citación del denunciado, con el formato de audiencias de conciliación o bien mediaciones entre vecinos. Cabe destacar que son instancias voluntarias por lo que no existe la facultad de obligar a las partes a la asistencia de dicha instancia de diálogo.

 

Estas instancias prejudiciales, administrativas, de diálogo y negociación deben gozar de la presencia de ambas partes a fin de que puedan ser escuchadas, dejándose constancia siempre de las actuaciones mediante un acta.  A su vez, en caso de que se arribe a un entendimiento, se procederá a labrar una especie de acta acuerdo con el contenido de lo convenido entre vecinos.

Otro supuesto de intervención está dado por la intervención del juez de Paz, quien independientemente de las características que le dé al proceso está dentro de sus facultades la resolución de conflictos vecinales en su rol de amigable componedor, por lo que esta es otra instancia que permite el diálogo entre vecinos.

Otra vía de abordaje es el procedimiento por infracción al Código de Convivencia de la Provincia, que ante algunas conductas contrarias al respeto a la tranquilidad pública, aparece la figura de “escándalos y molestias a terceros” lo cual puede derivar en una denuncia policial que de paso a la intervención de autoridad competente a fines de iniciación de un proceso que tiene como fin la solución del conflicto y resocialización del infractor, pero aquí previendo la aplicación de penas tales como trabajo comunitario, multa y arresto.

Por último, y para supuestos en donde el nivel de conflicto tiene un grado de desarrollo en donde claramente se ven lesionados derechos en mayor medida, resta la posibilidad de radicar una denuncia ante la Fiscalía, procediendo a la judicialización de la problemática, e incluso estos casos pueden derivar posteriormente en el inicio de acciones civiles por resarcimiento de los daños ocasionados. Los supuestos donde se llega a judicializar el conflicto deben ser vistos como una última vía de abordaje, recomendando siempre a modo previo agotar los diferentes medios de diálogo.

En síntesis, las características de las relaciones vecinales traen consigo constantes dificultades y desafíos que los protagonistas deben aprender a manejar. Llevar un vínculo vecinal barrial cargado de tensión y conflicto no resulta recomendable, por lo que toda la vía del diálogo, negociación y acuerdo que puedan ser una alternativa de entendimiento deben valorarse y utilizarse en pro de una mejor convivencia y ambiente propicio al desarrollo de relaciones respetuosas.n

Valorar noticia

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios