“Las paredes sirven para expresar lo que el pueblo tiene para decir”

domingo, 29 de diciembre de 2019 · 11:00

Escribe Ailin Peirone ESPECIAL PARA EL DIARIO

Hablamos con Tamara Bailone y Meli Magdomba quienes llenan de sentido, mensajes y color las paredes y las calles. Se trata de mujeres muralistas que ven el espacio público como lugar de transformación y que nos comentan sobre sus comienzos,  lo que buscan transmitir con sus pinturas, sus fuentes de inspiración y sus sentires sobre el papel del arte en la actualidad 

Tamara Bailone, es conocida con su nombre artístico Metamórfica que “viene de metamorfosis, de cómo creo que estamos en constante cambio y evolución si nos lo permitimos. Como soy una persona inquieta me sentí identificada con ese concepto que se ve reflejado en mi arte ya que he atravesado casi todas las disciplinas: dibujo, pintura, escultura, grabado, muralismo, performance, hasta arte digital”.

Actualmente Tamara vive en Villa María aunque la mayor parte de su vida residió en Buenos Aires, Temperley, donde tuvo la influencia de Florencia Menéndez, una artista y muralista del lugar con la que vivió un año, y quien “pintó calles enteras del barrio en el que vivía y me hizo ver todo lo que se podía transmitir desde una pared”.

-¿Cuál creés que es el poder de intervenir las paredes y las calles?

-Creo que el muralismo como otras intervenciones callejeras (como las performances, por ejemplo) tienen un mensaje e impacto directo, llegan a los ojos de las personas sin ningún filtro a diferencia de un cuadro en el museo, el que fue seleccionado y juzgado previamente.

En las calles vas a encontrar el mensaje del artista tal cual lo quiso expresar. En las calles estamos todas las personas,  es una forma de llegar más a la gente, no es solo el mural, es el contexto, son los colores y la pintura entre tanta edificación y rutina, es romper un poco con todo. El muralismo es salir a la calle a gritar y poder dejarlo plasmado en una pared, es una forma de salir a decir qué nos atraviesa, de decorar y ponerle un poco de color a la cotidianeidad que nos rodea, de embellecer el espacio que habitamos, es una forma de intervenir un espacio que es de todas las personas y para todas.

-¿Cuál es el mensaje que te gustaría transmitir con tus creaciones?

-Voy mutando con las inquietudes que me atraviesan, desde el muralismo vine trabajando el tema de la naturaleza, quizá para mostrar la belleza de lo que entre tanta construcción estamos matando, de lo que podría haber ahí si no estuvieran esos muros. También estuve trabajando el poder de la mujer y su conexión con la naturaleza (que se ve plasmado en el mural que hice en Madre Selva), pero como digo, me considero un ser en constante cambio y supongo que el mensaje cambia y se adapta a cada pared que pinto y lo que me atraviesa en ese momento.

Con mis pinturas y mi arte en general me gustaría transmitir todas esas luchas que me atraviesan, como mujer, como persona con sus situaciones personales, todo lo que me ha atravesado y cómo lo percibo, lo que veo en las calles, y lo que veo en mí, mostrando lo que me inquieta y alzando la voz de quienes no pueden.

-¿Cuál creés que es el papel de la ilustración hoy?

-La ilustración es una forma de expresar lo que queda corto con palabras, es un lenguaje que va más allá, que es universal y necesario tanto para transmitir un mensaje a las masas, como también para liberar y expresarse, es otra forma de comunicación.  Es una forma de unir, de crear lazos y comunidades que se mueven impulsados por un mismo ideal. Hoy en día nos llegan más las imágenes que las palabras, todo es inmediato, capta más la atención una ilustración que un texto y deja un mensaje directo. Creo que hoy en día es una de las formas de comunicación más necesarias para la globalización que atravesamos.

-¿Qué es el arte para vos?

-Es algo totalmente subjetivo, es todo eso que hace ruido en su contexto, es ese algo que nos transmite emociones y sensaciones, es algo que comunica un mensaje con solo verlo. Por esto creo que el arte no es solo pintura, lápiz y papel, creo que el arte no tiene una forma específica; puede ser incluso una situación, un lugar, una idea. El arte es metamórfico y se adapta a cada contexto para romperlo desde adentro, creo que engloba todo eso que nos inquieta y nos da sentido.

-¿Cómo comenzaste a dibujar y a hacer murales?

-Me pregunté muchas veces cuándo empecé a dibujar, y llegué a la conclusión de que no hubo un principio. Como toda persona niña dibujé desde que me dieron lápices y papel, la diferencia es que yo nunca dejé de hacerlo. A medida que crecí lo encontré cada vez más necesario, y lo fui transformando de una herramienta para descargar a una para comunicar, y así los mensajes se volvieron más directos. Después de tanto dibujar llegó un punto en el que necesité experimentar otras formas de transmitir, y ahí llegó el muralismo.

-¿De dónde viene tu inspiración?

-Me inspira todo lo que me rodea, lo que me pasa, lo vivido, lo que me molesta, lo que me gusta. Me considero una persona muy creativa, es como si todo lo transformara en imágenes. Me pasa más allá del contexto o el lugar, de colgarme creando, de formar paletas de colores, imágenes, obras en mi cabeza, ideas a expresar, el porqué, el cómo lo haría, es más lo que creo en mi mente que lo que llego a materializar.

-¿Cómo definirías tu estilo?

-Sigo en la búsqueda de mi identidad artística, pero tengo algunos factores que me identifican como, por ejemplo, el uso de colores que me gustan muchísimo que en mi arte eso se ve plasmado sea por utilizar muchos o pocos, pero muy llamativos, muy fuertes. También suelo utilizar mucho la línea, los colores planos y los cuerpos femeninos que suelen estar casi siempre presentes.

-¿Qué proyectos tenés a futuro?

-Estoy probando en el mundo del diseño de indumentaria, mi idea es llevar mis ilustraciones a un plano más material que pueda tener un uso en lo cotidiano.  También,  estoy en la búsqueda de paredes para poder seguir experimentando con el muralismo, y mientras tanto sigo probando con todo el mundo del arte digital, haciendo ilustraciones para transmitir lo que me atraviesa, haciendo arte de tapa de canciones, flyers, etcétera. Además hace poco organicé el primero de una serie de eventos que voy a estar realizando cada mes, el cual consiste en una Jam de Dibujo, con música en vivo y exposiciones de artistas locales.

-¿Si pudieras cambiar algo desde el lugar en donde estás, qué te gustaría que sea?

-En cuanto al contexto social, son muchísimas las cosas, y creo que en cada obra intento dejar un poco en claro lo que me inquieta y molesta, mostrando cómo me gustaría que fuera, suelo jugar mucho con conceptos como la hipersexualización de los pechos femeninos por lo que casi siempre los muestro en las ilustraciones para naturalizarlos. También suelo jugar con la imagen de la mujer desde una visión empoderada, dándole fuerza y protagonismo.  Desde un contexto local, me gustaría que se le diera más lugar al muralismo. Hay que generar más movimiento entre artistas visuales y salir a llevar el arte a las calles.

 

“El muralismo es una forma de resistencia política, personal y colectiva”

Así lo expresó Meli Magdomba (Luisa Ilustra), artista plástica, muralista,  tatuadora e  ilustradora de la ciudad.  Su trabajo siempre apuntó a “cuidar lo que es nuestro. Lo hice por mí, quería mi barrio lindo, plazoletas donde poder sentarme. Y sin darme cuenta el  beneficio fue para todas las personas”. Comentó que comenzó a pintar cuando se mudó de barrio porque encontró  plazoletas hermosas que no se usaban. “Las pinté, las limpié y se llenaron de niñas y niños. La felicidad de los vecinos y vecinas es lo mejor que me llevo siempre”.

Magdomba comenzó a dibujar cuando estudiaba en Bellas Artes en 2007. “En 2008 vino un muralista, Cristian del Vitto, a dar un taller y realizar el mural que está en la fachada de la escuela de Bellas Artes. Ese fue mi primer encuentro con la pared y me fascinó”. En esa ocasión conoció la historia del muralismo y cambió su forma de ver las cosas ya que nunca le había interesado la pintura en pequeño formato, en bastidores entelados. “Sentía que ahí se acumulaban mis trabajos, cuando podía salir y dejarlos en la calle y que otro se lo apropie.  Luego, con compañeros  formamos el grupo Pintó Pintar y salíamos a intervenir espacios, lo que fue una hermosa y enriquecedora experiencia. Unos años después comencé a salir sola. La adrenalina de estar en la calle aún sigue en cada pared que intervengo y nunca las experiencias son iguales”.

-¿Qué te gustaría transmitir con tus pinturas?

- Con mis pinturas me gusta decir  lo que siento, que las personas se detengan, las interpreten y le den significados propios. Me gusta lo efímero del muralismo y todo lo contrario del tatuaje.

Un día decidí que quería ser artista. No sabía cómo pero, luego de leer a muchos artistas me quedaba claro que “tenía que hacer cosas”, Hacer-Hacer-Hacer para que las cosas sucedan. Que haya movimiento y cambios. Y así fue.  Cuando comencé con el tatuaje me alejé un poco de la calle por la demanda de tiempo que me llevó aprender algo nuevo. Cuando sentí que con el tatuaje las cosas fluían mejor, que ya sabía cómo administrar mi tiempo, comencé a tomar trabajos de mural otra vez. Ambas cosas me dieron la posibilidad de viajar y de alguna manera encuentro semejanza en las dos cosas: la conexión con el otro.

-¿Cuál creés que es el poder de intervenir las paredes y las calles?

-Poder intervenir en la calle para mí es conexión con las personas. Un lugar de encuentro siempre. Cuando un tercero ve que tomaste un espacio público y lo estás cambiando, se despierta algo.  Se acercan, preguntan, cuentan muchas historias: de ellos, del barrio, de la pared, me traen sus pinturas y dibujos para que los vea, opinan, y de a poco se van dando cuenta de que ese espacio es de ellos también.

-La calle y la vía pública es un espacio político. ¿Creés que el muralismo es una forma de resistencia política donde se dice y cuenta con imágenes? ¿A vos qué te gustaría decir?

 

-Definitivamente las paredes sirven para expresar lo que el pueblo tiene para decir, una manera de expresar sus ideas. Hay una frase que me gusta mucho que dice “Las paredes son las imprentas de los pueblos”.  Tienen un poder muy grande y están al alcance de todas las personas. Hay muchas formas de comunicar algo y las imágenes, grandes palabras o frases impactan si de golpe las encontramos en donde no las esperabas.

La ilustración tiene un papel muy importante como medio de comunicación. Yo sueño con ser escritora, pero me sale ilustrar y aprendí que podía decir muchas cosas con ella. Cosas que me representan a mí y a muchas personas. 

-¿Qué es el arte para vos?

 -Es todo lo que tenga que ver con un proceso de creación. Pienso que hay distintos artes. No uno solo ni con un solo fin. Es una forma natural de comunicar que tenemos las personas.

-¿De dónde viene tu inspiración?

-Me inspiran muchas cosas: la lectura, los museos, las casas, las plantas, la música, la vida cotidiana, los viajes. Amo sentarme en un café a dibujar. A veces solo observo y tomo notas. También me inspiro con las redes sociales donde pude conocer muchas personas artistas y nuevos amigos y amigas.

-¿Qué proyectos tenés a futuro?

-Mis proyectos a futuro son estudiar y poder viajar más. Me interesa mucho la ciudad de Buenos Aires. Mis planes son hacer temporadas allá de trabajo y estudiar acá en Villa María. En  2020 quiero salir de nuevo a la calle ya que últimamente todo lo que pinto es a pedido de particulares.

-¿Cómo vas relacionando tus viajes con tus pinturas?

-Viajar es de las mejores cosas que me pasaron y me pasan junto al poder vivir del arte. Me gusta viajar y en cada viaje trabajar, hacer tatuajes y pintar murales. Me gusta conocer a las personas de cada lugar, sus costumbres, ver cosas por primera vez y hacer cosas que no acostumbro.

En cada lugar que estuve conocí un sinfín de cosas que no imaginaba que iba a conocer,  pude pintar murales en casas, hosteles donde viví, en la calle. Me gusta crear obras en otros lugares y mudarlas de ciudad.

-¿Si pudieras cambiar algo desde el lugar en el que estás, qué te gustaría que sea?

-Me gustaría poder generar más empatía entre las personas. Creo que las personas juzgamos demasiado rápido y generalizamos mucho. Vivimos rápido y cada vez más. Hay que saber frenar,  poder observar y disfrutar. Que alguien se detenga ante un trabajo mío, que alguien que pasó apurado muchas veces por una pared, un día frene y se dé permiso de observar,  sentir y reflexionar. Que eso los impulse a hacer algo, que cuidemos nuestro lugar.

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