Villa Nueva/1925/1936 (parte 1)

Gestión municipal en contexto de crisis internacional y golpe de Estado

Escribe: Luciano Pereyra (Especial para El Diario)

 

“Tengo el honor de dirigirme al señor gobernador acompañando nota para el señor ministro de Obras Públicas de la Provincia, con la resolución correspondiente por el H. C. D. de esta Villa para la entrega de los terrenos donde efectuarse el parque y la avenida costanera sobre el río Tercero...”. Juan Fernández, secretario de Gobierno

 

La gestión municipal encabezada por José Pérez Benítez en la ciudad de Villa Nueva, Departamento Tercero Abajo, entre los años 1925 y 1936 estuvo atravesada por grandes obras que perduraron en el tiempo, el Parque, la avenida Carranza, el barrio Villa del Parque o el puente Alberdi, la reforma del Matadero municipal, la Asistencia Pública, también por desastres naturales como el ciclón de 1928; influenciada por un contexto histórico, político, económico que marcó rupturas en los escenarios nacionales e internacionales, como la crisis internacional del capitalismo y el golpe de Estado de 1930 que destituyó al gobierno constitucional de Yrigoyen. Paradójicamente el proceso histórico local tuvo una continuidad política que transformó a Pérez Benítez en el intendente con mayor cantidad de años consecutivos en el poder local. Entre noviembre de 1925 y mayo de 1936.

Las autoridades hacia 1926:

Departamento Ejecutivo

Intendente: José Pérez Benítez.

Secretario: Juan Fernández.

Tesorero: José Paradela.

Comisario cobrador: Marco Romero.

Concejo Deliberante.

Presidente: Tomás Casas.

Concejales: Isidoro Paviotti, Bautista Mariscotti y José Dellamaggiore por la mayoría y Edelmiro Pérez y Miguel Girotto por la minoría.

Cura párroco: José Buteler.

Juez de Paz: Jerónimo Cancina.

Jefe de Registro Civil: Juan Lespada.

Jefe de Correo: Amestián Sosa.

Director del Colegio Provincial de Varones (Escuela Mitre): Antonio Pérez.

Directora del Colegio Provincial de Niñas (Escuela República de Bolivia): Elena González.

Directora del Colegio de Hermanas Franciscanas: madre superiora María Soledad Bonadetti.

Comisario: Francisco Casas.

Una de las primeras correspondencias que aparecen en los libros copiadores de notas sobre la gestión de Pérez Benítez hace referencia a la intimación que realizó la Intendencia a los descendientes de Fernando Freytes por “el mal estado de higiene y conservación” del mausoleo hacia finales de 1925, en la correspondencia dirigida a José María Soto se emplazó en el término de 30 días para realizar la recuperación del monumento funerario. En la actualidad, el mausoleo del primer intendente fue prioridad en el proyecto de recuperación de espacios patrimoniales del cementerio San José.

 

Avenida Carranza

Las obras viales fueron prioridad en la gestión, en ese sentido, se adquirió un equipo caminero para realizar el mantenimiento de las principales arterias, la apertura de la futura avenida costanera, hoy avenida Oscar Cáceres, el bulevar Juan Bautista Carranza (actual avenida Carranza), el bulevar de circunvalación actual bulevar Argentino, la calle Belgrano y el trazado de la totalidad de las calles del barrio Residencial América y Villa del Parque.

En abril de 1926 se proyectó la construcción de la actual avenida Carranza, como continuidad del camino que corría paralelo a las vías del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, hasta la calle 25 de Mayo. Desde esa arteria hasta el actual puente Alberdi se procedió a la expropiación de terrenos. Como objetivos principales se plantearon el desagüe de las calles y la intención de agilizar las cargas y descargas de la defensa agrícola. También se ensanchó la calle San Martín sobre la defensa agrícola para una mejor comunicación con la estación del ferrocarril.

Existió una ley orgánica municipal como antecedente de la Carta Orgánica. Se exoneró de impuestos al transporte público de pasajeros, pero sí se pagaba por riego y limpieza o por los espectáculos públicos como circos o compañías de teatro. Se aumentaron los salarios de los empleados municipales y la subvención al Hospital Regional Pasteur. Entre los aspectos cotidianos podemos mencionar la proliferación de surtidores de nafta en diferentes puntos de la villa. Frente a la plaza, en Marchionatto, en cercanías del puente Vélez Sarsfield, etc. El cine La Perla funcionó en la actual esquina de Marcos Juárez y Mitre, lugar donde posteriormente funcionó el Club Belgrano.

“El comercio con que cuenta esta población es muy poco debido a que es absorbido por la vecina ciudad”.

 

Villasuso Hermanos

Fundada en el año 1868, la casa de ramos generales y acopio de cereales con influencia en toda la región fue representante de la compañía de seguros La Franco Argentina, La Inmobiliaria y La Rosario Agrícola. También se dedicaban a la agricultura y al cultivo de tierras propias. En los años contemporáneos a la gestión de Pérez Benítez, estuvo manejada por Manuel Villasuso hijo, Salvador Blanco y Juan Manuel Pereyra como socios. En mayo de 1928 se autorizó a la firma, para instalar un surtidor de nafta en el camino al puente Vélez Sarsfield.

 

El Parque Municipal

El paseo público que en la actualidad se denomina Parque Yrigoyen fue proyectado durante la Intendencia de Juan López Castro entre 1924 y 1925. Construido con fondos provinciales durante el gobierno de Cárcano. La ordenanza con fecha del 3 de julio de 1924, autoriza al poder ejecutivo a ceder al Gobierno de la Provincia de manera gratuita y por un término que no exceda los 10 años una fracción de terreno de propiedad municipal de 30 hectáreas de superficie aproximadamente, situada en el extremo norte del pueblo, limitando al norte con el río Tercero, al este con la propiedad de Bernardina Carranza de Lascano, al sur con más terreno público propiedad del municipio y separado por la calle que más tarde recibió el nombre de Rivadavia y al oeste con la propiedad de Castañón. La ordenanza fue firmada por José Buteler, párroco del pueblo, también presidente del cuerpo legislativo, y Arturo Paradela, secretario. El proyecto original hacía referencia a la formación de un vivero de plantas y de un parque o paseo que el Gobierno de la Provincia construiría a través de la Escuela de Maestros Rurales de Villa María (actual IPET Nº 49), también una avenida costanera. En el artículo 4º se aclara que la calle Belgrano que se encontraba dentro del proyectado parque no podía ser clausurada por ser la que daría acceso al nuevo puente (Alberdi), que se estaba construyendo y que se inauguró en 1930. También se cedieron en la ordenanza las islas frente a la costa. El Gobierno provincial tuvo un año de plazo para iniciar las obras y un máximo de tres años para la finalización del proyecto. En el inicio del proyecto el Parque Municipal contaba con 4.000 plantas.

La Municipalidad de Villa María se comprometió a establecer un vivero de plantas ornamentales, forestales y frutales con la obligación de la provisión al municipio de las especies que necesite. El vivero proveerá las especies que requiera el Gobierno de la Provincia. Con la construcción del Parque, al finalizar el convenio, las mejoras quedarían de propiedad y beneficio de la comuna de Villa Nueva.

En 1925, Pérez Benítez solicitó al gobernador Cárcano el envío de ingenieros para deslindar correctamente los terrenos que serían destinados a la construcción del parque. El proyecto fue tutelado por el ingeniero Jorge Blacque Belair, director general de Parques y Paseos Públicos, encargado también del embellecimiento del Parque Sarmiento de la ciudad capital. El gobernador solicitó que se escrituren los terrenos donde se construirá el Parque.

En agosto de 1926, el intendente Pérez Benítez comunicó a su par villamariense Parajón Ortiz la confirmación de la cesión de un sector del Parque para la construcción de un vivero de plantas. Una de las parcelas expropiadas dentro del espacio donde se construyó el parque, perteneció a Félix Herrera, quien recibió otro terreno de iguales dimensiones, incluso la comuna se hizo cargo de la escrituración.

El 3 de octubre de 1926 se inauguró oficialmente el Parque Municipal Ramón J. Cárcano, recibiendo esa denominación en homenaje al gobernador de la provincia de Córdoba y que fue de vital importancia para la concreción del proyecto iniciado por la gestión municipal de Juan López Castro y culminado por José Pérez Benítez.

“Goza la población de los beneficios del alumbrado eléctrico, correos y telégrafos, riego, escuelas fiscales y particulares, dos líneas de ómnibus a Villa María”.

“El progresista gobernador Dr. Cárcano ofreció la construcción de un magnífico parque en la orilla del Tercero que será no solo un bello lugar de esparcimiento y reposo, sino un lazo más de unión con la populosa Villa María”.

Juan Manuel Pereyra, 1926

En enero de 1927, se comunicó al ingeniero Belair sobre los avances en el cuidado de las plantas, el combate contra las hormigas y el avance sobre el río, el cual barrió las estructuras defensivas, incluso llegando a afectar la barranca donde hoy se encuentran los eucaliptos. En septiembre, Juan Fiorin trabajó en el Parque Municipal y fue el encargado de la construcción de un quiosco artístico y dos portones de ingreso, recordemos que el predio en sus orígenes estaba completamente alambrado. En 1935,  fue renombrado como Parque Municipal Hipólito Yrigoyen. En 1938, durante el gobierno provincial de Amadeo Sabattini, se destinaron $5.000 para la ampliación, conservación y mejoramiento del Parque.

En enero de 1926, Pérez Benítez comunica al comisario local Francisco Casas algunos puntos de la ordenanza vigente:

-Los automóviles no podrán circular a más de 14 km/h.

-Queda prohibida la circulación de bicicletas en la plaza pública.

-Es prohibido a los menores de 18 años conducir carruajes de cualquier tipo.

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