ENTREVISTA a la joven bailarina local Ludmila Cassano

La danza como sueño y magia

Desde muy pequeña comenzó a incursionar en la danza clásica como alumna de Raúl Oliva en el Centro de Educación por el Arte. Años más tarde obtendría una beca para continuar su formación en el Seminario Nora Irinova en el prestigioso Teatro del Libertador de Córdoba.
domingo, 1 de septiembre de 2019 · 10:30

Escribe: Juan Ramón Seia
DE NUESTRA REDACCION

Años atrás, nos habíamos enterado por el profesor y coreógrafo local Raúl Oliva del Centro de Educación por el Arte, que habías sido selecionada para aplicar al seminario Nora Irinova del Teatro del Libertador de Córdoba. Queríamos saber qué recuerdos tenés de tus pasos por el centro de enseñanza de Raúl y de tu aprendizaje en el Teatro de Libertador.

-Les cuento. El principio de mi hermosa vocación fue con el maestro Raúl Oliva, a los 5 años, por lo que los recuerdos son innumerables. Fue quien formó mi base, comportamiento y pasión por esto que tanto amo. Recuerdo que adoraba cuando encendía unos reflectores en el salón y con música nos tomaba una por una simulando un baile de partener. También tuvimos durante los primeros años materias complementarias, de las cuales mi favorita fue música. Nos incentivó también a armar secuencias entre compañeras para luego bailar y sacarnos la vergüenza entre nosotras (claro, luego bailamos para nuestros padres y familia en clases abiertas y galas). Mis primeras puntas (uhhh), mucha disciplina en el trabajo. Siempre tuvo muy presente el cuidado de cada bailarín, cuidar nuestros músculos, sobre todo en la etapa de crecimiento. Siempre nos contaba anécdotas y vivencias para graficarnos la importancia de cada detalle. El amor con el que siempre nos enseñó cada baile, nunca dejando la exigencia de lado, para buscar lo mejor de cada una. También conocí a muchas amigos y amigas,  vínculo que se mantiene hasta hoy. Integré su compañía Grupo en Danza. Fueron muchos años de instrucción en clásico y contemporáneo, pero también en jazz, dictado por la profesora Natalia Oliva, a quien quiero muchísimo. Todo eso me ayuda hasta hoy.

Tuve el placer de poder bailar con Raúl cuando fuimos, en unos de los habituales viajes, a presentar la obra “La Bayadere”, a la localidad de Las Varillas. Compartir escenario con él es una alegría que atesoro para siempre. Siempre mantengo las ganas de poder tomar clases con él y reencontrarme con los chicos. El siguiente paso que pensamos juntos, fue audicionar para el seminario Nora Irinova del Teatro Libertador General San Martín en Córdoba. Luego de 5 horas de audición fui una de las 6 seleccionadas de casi 65 chicas que nos presentamos. A la semana, el día de mi cumpleaños el 3 de abril de 2017, empecé las clases en tercer año.

Pude experimentar el bailar en el escenario del Teatro Libertador en la primera gala, a los 2 meses de haber llegado. Luego, el seminario tuvo que trasladarse al Jockey Club donde estamos actualmente debido a las reformas al teatro. Por estos días estoy pasando el quinto año del seminario, tomando clases y además, invitada por la directora maestra María Esther Triviño, participo en clases con alumnos de 6º, 7º y 8º año. Además de Técnica Clásica, tengo clases enfocadas especialmente en Saltos y Giros, Repertorio, Contemporáneo, e Historia de la Danza.

 

“Ojalá se pueda presentar en Villa María”

-También nos han contado que estás participando de la puesta de "Pinocho" . ¿Cómo te ha llegado esta convocatoria?

-Hay que decir que desde que estoy en Córdoba, además de ir al seminario, voy a la academia Danza Viva de esa ciudad, donde la carrera de Profesional en Danzas Clásicas y Contemporáneas. Su directora, la maestra Cristina Gómez Comini, con quien actualmente me formo en ballet, estuvo trabajando la idea de una obra durante 7 años. Y finalmente cuando pudo concluirla, se dio la bella oportunidad de participar en ella, en sus primeras funciones el año pasado. Esa obra es “Pinocho”, novela de Collodi (versión danzada), que se repuso el 23 y 24 de agosto, en un gran escenario como es el Teatro Real de Córdoba. Paso a paso se fueron formando los personajes, dando todo en los ensayos, a toda hora, por parte de profesores, alumnos, actores, bailarines profesionales; todos trabajando en conjunto.

Un día, la maestra Cristina me dio la hermosa noticia de que me había elegido para interpretar al personaje de Pinocho. Fue una alegría inmensa, una emoción que no voy a olvidar. Instantáneamente me puse a estudiar la obra y al personaje de manera intensiva, buscando recursos para meterme en la madera de ese niño con gorrito y nariz de pino (la cual tuve literalmente hecha en látex con maquillaje). Además grabé su voz junto a grandes actores y locutores, que me ayudaron muchísimo, para poder lograr lo pretendido. La verdad es que el resultado, además de ser hermoso, superó todas las expectativas, y fue muy emocionante sentir la comunicación con el público, cómo se generaron momentos mágicos realmente.

En esta reposición estamos trabajando para poder superarnos, poniendo todo de nosotros para cuando se abra el telón. Para mí es un inmenso honor poder llevar esa nariz y ayudar a contar la historia de este ocurrente muñequito. De más está decir que sueño con la posibilidad de que la obra sea contratada para presentarla en Villa María.

 

-Asimismo, has sido elegida para continuar perfeccionándote en Buffalo (Estados Unidos), dentro de la academia de Sergio Neglia. ¿Cómo has recibido esta enorme posibilidad y en qué consistirá puntualmente la beca?

-Respecto de Buffalo, tuve la posibilidad, en la academia Danza Viva, de poder participar de los seminarios dictados por el maestro Sergio Neglia, fundador y actual director del Conservatory Neglia of Ballet, obteniendo en tres ocasiones becas completas para los cursos intensivos de  perfeccionamiento de 5 semanas de duración (2018, 2019 y 2020). Realmente la capacitación es de altísimo nivel, en diversas disciplinas dentro la danza clásica; baile de carácter, jazz, contemporáneo y preparación física específica. El maestro Neglia los dicta personalmente y está acompañado por un equipo de profesionales increíbles y de una trayectoria admirable. Fue una experiencia impresionante, de mucho crecimiento y aprendizaje, un lugar único. Quiero aprovechar este espacio para agradecer el gigante apoyo por parte de mis maestros y directoras, tanto del Seminario de Danzas Nora Irinova del Teatro del Libertador General San Martin como de la Escuela Profesional de Formación Clásica, Danza Viva.

Este año, a mi regreso de Buffalo, recibí una comunicación del Conservatory Neglia of Ballet a través de la cual me proponían incorporarme a su escuela profesional especializada de formación, otorgándome una beca del 50%. Es una alegría tan grande que todavía no puedo reaccionar. Espero lograr el solvento económico necesario para hacer posible este sueño.

 

La primera vez arriba de un escenario

-Además: ¿desde siempre te ha interesado el ballet clásico? ¿Alguien de tu familia había bailado o le gustaba el ballet?

-Desde mis cuatro años estuve interesada, en realidad, porque siempre me deslumbró ver a las bailarinas y soñaba cuando las veía bailar. Obviamente que todo fue un proceso, de la diversión, el juego, al empeño, el sacrificio, la pasión y las ganas de siempre ir por más. Mi mamá siempre estuvo cerca de la disciplina, desde muy chica también, y me apoyó en todo momento, desde su experiencia y su amor. Así como también conté con el acompañamiento de mi familia, mi papá y mi hermano, a los cuales tengo a mi lado en todo momento. Algo que no me voy a olvidar jamás es lo que sentí la primera vez que pisé un escenario y bailé en el Teatro Verdi frente a muchas personas, en una gala de la academia del maestro Raúl Oliva. Fue una sensación tan especial, tan mágica, sentir cómo los nervios, se traducían en el placer de salir y la ansiedad por mostrarles a todos lo que yo sentía. Quizás ese fue el momento en el que entendí cuál era mi sueño.

 

El prestigioso bailarín Sergio Neglia

Como se desprende de la nota principal, Ludmila Cassano ha tomado clases en varias ocasiones con el prestigioso bailarín y coreógrafo Sergio Neglia, mediante becas completas obtenidas en tres ocasiones.

Para ampliar dicha información, Neglia es el fundador y director artístico de Neglia Ballet Artists. Comenzó a estudiar ballet en el Teatro Colón de Buenos Aires. A los trece años ganó una beca para el famoso Ballet Bolshoi y a los dieciséis años fue estudiante becado en la School of American Ballet, escogido por George Balanchine. Continuó estudiando debajo y bailó con algunos de los ballets más famosos, como Nureyev, Godunov y Baryshnikov. Ha sido finalista y ha ganado premios en varias competiciones internacionales, incluida una medalla de plata en el Prix de Lausanne, considerada una de las competiciones más prestigiosas del mundo.

Neglia ha bailado como solista con Cincinnati Ballet, Miami City Ballet, Santiago Ballet de Chile y muchas otras compañías en todo el mundo. Además de aparecer como un artista invitado, Sergio es un instructor solicitado y ha impartido clases magistrales en Japón, Argentina y los Estados Unidos. La coreografía original de Sergio es reconocida por sus interpretaciones dramáticas y teatrales, incluyendo Baba Yaga, Spartacus, Don Quixote y Romeo. Julieta y cascanueces Una inspiración para la comunidad local, fue reconocido como el Artista Hispano del Año por los Hispanos Unidos de Buffalo en 2006.

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