Entrevista con María de los Angeles Fornero y Patricia Dagatti

De lecturas con mates y criollos a tertulias en plataformas virtuales

Escribe Juan Ramón Seia
De nuestra Redacción

Ayer por la tarde se realizó la tercera velada de “Voces que desafían los aislamientos, literatura y música”, a través de la plataforma virtual Meet, impulsada por las escritoras María de los Angeles Fornero y Patricia Dagatti.

La jornada, que contó con bloques de poesía, minificción y música, consolidó una propuesta que intenta continuar de modo no presencial los cafés literarios y tertulias que se venían desarrollando en nuestra ciudad en la prepandemia.

El Diario habló con ambas organizadoras sobre la iniciativa que comenzó a despertar interés en autores y público de la región, la provincia y hasta fuera del país.

 

¿A quién de las dos se le ocurrió hacer un encuentro virtual de literatura con el plus de la música?

La verdad es que habría que pensar en un proceso que viene del año pasado. Aquellos encuentros que programamos con Gustavo Borga en Expolibro con mate, criollos, torta y lecturas. Que tuvieron una continuidad en febrero, antes de que se desate la pandemia. Después vino el aislamiento preventivo y la distancia social y cuando todo comenzó a pasar por la virtualidad fue el momento de asumir que las lecturas, los criollos y los mates podían tener también esa forma. Y nosotras dos nos agarramos la mochila, creo que con mucho placer. Lo más gratificante fue ir viendo que nosotras éramos receptoras de lo que venía del otro lado. Escritores que nos decían: “Estaría bueno invitar a tal” o “te paso el número de tal músico”, o “yo tengo el contacto con tal otro u otra”. Eso fue mágico. Creo que descubrimos que nos tocó amasar una cantidad de ingredientes que sólo estaban esperando el momento de la amalgama. Lo de la música fue un descubrimiento, que tampoco lleva firma. Salió como parte de agregar sentido. Un ya que vamos a estar cada quien detrás de su computadora o su teléfono y no podrá correr el mate y la torta, con qué otra cosa podemos agrandar los abrazos. Eso fue.

 

¿Qué cambios o diferencias notaron entre el primero y los siguientes encuentros?

Aunque el primero fue una experiencia hermosa, nos dimos cuenta de que había aspectos tecnológicos que debíamos mejorar. Por eso, para el segundo contamos con la colaboración de Lalo Rangone como operador, lo que permitió que les invitades tuvieran un acceso más ágil a la sala. Además nosotras pudimos estar más atentas en el desarrollo del encuentro.

En cuanto a les participantes, en el primero convocamos a poetas de Villa María. Hubo solo tres invitades: una poeta  de Bell Ville, una minificcionista de Córdoba y un minificcionista de Buenos Aires. 

En el segundo, nos decidimos extender la convocatoria. Programamos cuatro rondas de lecturas en las que incluimos poesía, narrativa y minificción. Además participaron escritoras y escritores de diferentes países de Latinoamérica (Chile, Bolivia, México y Perú). La diversidad de voces y compromiso de todas ellas, hizo que el encuentro ganara en intensidad y profundidad. Se produjo una comunión maravillosa en torno a la palabra y a la música.

 

¿Cómo han registrado la participación y devolución de los participantes y espectadores?

Lo primero que nos volvió de la gente que participó fue alegría, como un espacio paréntesis, un lugar de compromiso con la comunión de la palabra. Esto no debería sorprendernos porque en general, si chequeamos las redes, lo que ocurrió durante los últimos meses fue una enorme creatividad, un desarrollo exuberante de poesías, textos en formas de posteos, además de una enorme cantidad de libros producidos y editados en forma de e-book o en papel, lecturas virtuales, compartires entre autores de diferentes regiones, una puesta en juego de los decires y las escuchas que, entendemos tiene que ver con el momento de crisis, incertidumbre, ansiedades que se está viviendo. En los dos encuentros hubo mucha generosidad. En el primer encuentro hubo 54 personas en el Meet, un público que se prendió en el ofrecimiento y en la escucha. Sí vinieron sugerencias de muchísima importancia que nos permitieron modificar algunas cosas.

 

En la anterior ocasión se habían sumado artistas extranjeros además. ¿Qué les pareció a ellos y ellas dicha propuesta?

Eso fue un plus. Porque fue un acoger a los “extranjeros” desde la tierra virtual de Villa María. Empezamos por las voces más nuestras, más locales, y cuando se produce el recibir a escritores de la Patria Grande como lo llamamos hubo un albergarlos desde acá y a la vez también un aprender de elles, de lo que traían y ponían sobre la mesa. Un intercambio, mucha fluidez, como los conocidos de viejos tiempos.

Les artistas extranjeros se sintieron muy a gusto, algunos se conocían de referencia o por haberse leído. Todos coincidieron en lo significativa que fue la posibilidad de encontrarse, de conocerse y de escucharse. Los comentarios en el chat a medida que se desarrollaba el encuentro fueron de reconocimiento permanente hacia el invitade que estaba leyendo sus textos. Eso nos emociona cuando lo pensamos.

 

¿Cómo prosigue el proyecto?

No lo sabemos, tenemos un evento a confirmar para el 21/11 que sería el último por este año. Después no tenemos idea de cómo puede seguir. Sentimos que es un proyecto que nosotras apenas delineamos y que luego tomó vida propia y comenzó a andar, a llevarnos, a sorprendernos, así como lo hacen los personajes de un cuento o de una novela. Lo cierto es que estos encuentros nacieron a partir de la necesidad que nos generó este contexto. No sabemos qué va a pasar en un tiempo. En todo caso, preferimos no adelantarnos y dejar que los acontecimientos nos tracen el camino.

50%
Satisfacción
50%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios