EL JUEVES se inauguró un nuevo estudio de arte en la ciudad

Abrió Desde la Octava

Se conocieron 11 años atrás en el interior de la extinta galería de arte Los Cuatro Gatos, que se hallaba sobre calle Chile 256 en el centro de la ciudad.

Allí, la artista plástica Judith Gretel Figueroa dictaba uno de sus tantos talleres de formación al cual comenzaron a asistir, cada una por su lado, Valentina Curi y Sofía Guzmán. Ambas preservaban para sí el inconmensurable deseo de volcarse a la expresividad de las artes plásticas, inclinación que fuera negada o marginada previamente por sendos mandatos familiares (Valentina es arquitecta y Sofía estudió Diseño Industrial).

Pasado el tiempo, los lazos de amistad afianzados por las tres sobrevivieron a la mentada capacitación, a la galería, a las ocupaciones laborales de cada una y a las ausencias familiares, plantando paulatinamente la semilla necesaria para la germinación de un proyecto en común.

Posteriormente, y tras asistir a un taller de activación de la glándula pineal, el cual propone un método que se orienta a “comprender las claves correctas para crear y manifestar la vida que deseamos y que siempre hemos soñado”, decidieron darle curso a ese anhelo tantas veces postergado.

De ese modo, el año pasado comenzaron a idear y pergeñar el denominado “Desde la Octava”, un colectivo de artistas y estudio de arte “en alta frecuencia” que casualmente se inaugurara el pasado jueves sobre calle Lisandro de la Torre 141, a pocas cuadras de la desaparecida galería donde se origina esta historia de destinos entrecruzados.

 

Proyectos en común

El nombre del espacio deviene también de los conceptos vertidos en el estudio de la glándula pineal. Se habla de un nivel de existencia como “octava física”, regida por las leyes universales, que reviste cierta densidad y evidencia una vibración atómica. Y también se describe una octava superior o “sutil electrónica”, que escapa a los tiempos y espacios de nuestra esfera de conocimiento.

“Por eso decimos que con nuestro arte partimos desde la octava más terrenal para dirigirnos a esa octava superior”, comentó Gretel Figueroa a El Diario en la velada de apertura.

En rigor, el estudio ocupa la planta alta y la terraza de una vivienda céntrica, en cuyos espacios se exhiben obras terminadas, trabajos muralísticos en paredes y pisos, pequeñas piezas decorativas, objetos intervenidos y cuadros en proceso.

Lo interesante de los trabajos expuestos es que en su mayoría están firmados como “Desde la Octava” y, salvo por ese detalle, resulta difícil saber a cuál de las tres artistas pertenece cada trazo.

Explosiones de colores en acrílicos, sutilezas en acuarelas, búsquedas cubistas y otras creaciones en óleos forman parte del espacio. Según adelantaron las hacedoras, la sede conservará su afán de exhibición al público pero también servirá de lugar de reunión para un taller de cerámica, entre otros proyectos.

 

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