NOTA Nº 600, escribe Jesús Chirino

Plaza Ocampo, nombre del fundador

En Villa María, nadie pide aclaración cuando se menciona “la Placita”, “la Plaza de Ejercicios Físicos”, “la Plaza Ocampo”, “la Cancha de Ejercicios Físicos”... todos entendemos a cuál sitio de la ciudad se refiere. Eso habla del enclave en el imaginario social que posee ese lugar, pues todos entendemos que se trata de la Plaza Manuel Anselmo Ocampo, lugar donde se erige el estadio municipal de fútbol. Si bien se trata de una de las tres plazas sumadas en el plano de la refundación de la localidad en 1883, recién en el año 1932 se le impuso de manera formal el nombre con el cual se la designa hasta la actualidad.

 

La María de la Villa

El 14to. día de octubre del año 1932, desde Villa María partió una nota con la rúbrica de Parajón Ortiz, quien por entonces ejercía el cargo de intendente municipal. La destinataria de la carta era María Luisa Ocampo de Urquiza, hija de quien Villa María reconoce como su fundador. Resulta pertinente recordar que por entonces aún se discutía si esa categoría le correspondía a Ocampo, existían quienes planteaban otras tesis y negaban que la ciudad fuera fundada por este personaje de la política nacional. Es decir que la designación de una de las plazas más importantes de la ciudad con su nombre jugó, de manera importante, en el reconocimiento ciudadano de la figura de Ocampo.

La destinataria de la nota referida, María Luisa, no era otra que la hija mayor de Manuel Anselmo Ocampo y, según se dice, a quien su padre honró poniéndole su nombre a esta localidad. Esta María por la cual la ciudad tiene su nombre, a principios de los años 30, vivía en la calle Oro 3074 de la Ciudad de Buenos Aires. La carta de Parajón Ortiz la invitaba a visitar esta ciudad ya que a pocos días aquí se “inauguraría” una “plaza que llevará el nombre de su fundador, D. Manuel Anselmo Ocampo”, estando previsto el acto para el día 18 de ese mismo mes y consistiría “en la colocación de una placa de bronce con su nombre”.

 

Para que vecinos y vecinas hicieran gimnasia

Pero María Luisa no fue la única invitada especial, también se cursaron notas con el mismo fin a otros familiares de Manuel Ocampo, entre ellos a Ramona Aguirre de Ocampo, Raúl Ocampo, Saturnina Olazábal de Ocampo, Sebastián Ocampo, Isabel Snack de Ocampo. Todos  residentes en la Capital Federal. Si bien el acontecimiento que se produciría sería de gran importancia, guiándonos por el hecho de que las invitaciones fueron fechadas sólo cuatro días antes del acto, podemos concluir que el mismo no tuvo gran planificación.

La formalidad del acto se asentó en la acción del Concejo Deliberante que, presidido por el médico Velo de Ipola, por iniciativa del concejal Barbiera, sancionó una ordenanza determinando que la plaza pasara a denominarse Manuel Anselmo Ocampo. Hasta entonces era conocida como “Plaza de Ejercicios Físicos”, es decir, un espacio en el cual escolares y ciudadanos en general hacían gimnasia y practicaban deportes. 

 

Ordenanza 294

En las páginas del Libro de Actas Nº 10 del Honorable Concejo Deliberante quedó registrada el Acta 273 donde constan los asuntos a tratar el 16 de julio de aquel año. Allí dice que “...la Comisión de Obras Públicas y Seguridad en despacho que firma el señor Barbiera aconseja aprobar el proyecto dando el nombre de Manuel Anselmo Ocampo a la Plaza de Ejercicios Físicos”. También se aclara que a pedido del intendente municipal se modificó el tercer artículo y quedó aprobada la Ordenanza 294, que el 4 de agosto promulgó Parajón Ortiz. Esa norma, en su primer artículo dice: “Desde la promulgación de la presente ordenanza, la Plaza Municipal de Ejercicios Físicos se denominará Plaza Manuel Anselmo Ocampo”. La norma también previó que se colocara una placa de bronce con el nuevo nombre del lugar, fijando la misma en uno de los pilares del establecimiento. Por otra parte, se dejó normado que debía invitarse a los familiares de quien había sido el dueño de estas tierras para que asistieran al acto previsto para el día 21 de agosto. Pero pocos días después, Parajón Ortiz pidió que se modificara la fecha para, como manera de ahorrar gastos, coincidiera con el acto previsto para la imposición del nombre de Garibaldi a la cortada que hasta entonces se denominaba Santa Clara.

 En el acto de imposición de nombre a “la Canchita” asistieron las autoridades y también familiares de Ocampo, aunque no María Luisa. En el epígrafe de un registro fotográfico de la ocasión se dice que el acto se realizó gracias a la “iniciativa que corresponde al malogrado concejal señor Barbiera, fallecido recientemente”. La imagen muestra entre los presentes a un hijo de Ocampo.  Desde aquel entonces “la Placita” oficialmente lleva el nombre de quien fuera dueño de las tierras donde mandó a demarcar la localidad de Villa María. En aquel acto, con la imposición de su nombre a una plaza pública, se le rindió honores a quien la ciudad reconoce como fundador de la misma. Por estos días, debido a la pandemia que estamos sufriendo, pasaron a segundo plano temas como la entrega de esos terrenos a manos privadas, pero la vida continuará y regresaremos a los espacios públicos. Esperemos que con una visión fortalecida acerca de la relevancia que tiene el patrimonio de la ciudad. 

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