Entrevista con AndrEs Brarda, director del Teatro de Herejes

"Esta ciudad es campeona en ayudar"

Tras seis meses de parate de la actividad escénica, el elenco local reconvirtió parte de sus objetivos y comenzó a buscar el solvento económico en una feria textil y la venta de churros, con buena recepción del público y colaboración comunitaria
domingo, 13 de septiembre de 2020 · 09:00

Escribe: Juan Ramón Seia
DE NUESTRA REDACCION

¿Cómo se les ocurrió la propuesta y cómo les está yendo con las ferias en el chalé?

-Buscando diferentes estrategias para salir adelante, por la necesidad económica y por la crisis del arte, (el actor y parte del grupo), Mauro Adán nos presentó esta iniciativa que nos está dando excelentes resultados para cumplir con nuestros compromisos. Uno nunca abandona la circunstancia de ser artistas y como artistas siempre estamos atravesados por distintas crisis. Nunca dejamos de pensar desde el teatro, que es nuestro oficio y si bien ahora estamos imposibilitados, no en nuestra creatividad. Pensamos: "No hay protocolos para un teatro, pero sí para un comercio, veamos cómo aplicar nuestra creatividad en otro rubro", y así iniciamos un proceso de investigación sobre la industria textil y los números de la contaminación que genera eran una cachetada al medioambiente, había que hacer algo. Como consumidores no podemos ignorarlo, así que no solo lo pensamos como una salida económica para el arte, sino como toma de conciencia sobre la industria de la moda. Ser consumidor de la ropa de segunda mano es reciclarse, repensar, reutilizar, responsabilizarse y como "actores" sociales que somos, es lo que intentamos hacer.

-En los últimos días han recibido diversas muestras de afecto y solidarias por parte de vecinos y allegados al elenco. ¿Cómo han recibido y valorado estos gestos?

-Está a la vista que los buenos gestos recibidos en este último tiempo “contagian” como la peste. Muchos de los vecinos que se acercaron a colaborar no tienen ningún “contacto estrecho” con la organización. Y es ahí que nos damos cuenta que esta ciudad es campeona en ayudar cuando puede, y aún, cuando ni siquiera puede, puesto que en medio de una crisis sanitaria y económica sigue sosteniendo firmemente que la cultura es sumamente importante para el crecimiento y desarrollo de nuestra comunidad y que sigue valorando el esfuerzo de cada acción que hacemos para salvar nuestra fuente y lugar de trabajo. Lugar no menor, lugar que es patrimonio de la ciudad y cuando decimos que "estamos recuperando un espacio que es nuestro" no es de forma simbólica y metafórica, sino que esa frase está impregnada de realidad. Un espacio que lo hemos hecho entre todos desde el comienzo, desde que formamos parte de esta hazaña, en donde queremos contar sus secretos, hechos, curiosidades, personajes, misterios, amores y datos que forman parte de nuestra bendita historia que amamos desde el fondo de los pantalones.   

 

"El chalé es de la comunidad toda"

-¿En qué estado se encuentra la recuperación y reacondicionamiento del chalé? ¿Y qué les falta o necesitan?

-El chalé se encuentra en la instancia final de su recuperación y restauración. Instancia que nos está costando mucho transitarla por el momento que estamos viviendo. Recordemos que el edificio se encontraba en un estado de deterioro importante. Teatro de Herejes, con el apoyo de la comunidad, realizó un esfuerzo enorme para levantarlo, y ahora nos encontramos buscando estrategias para sostenerlo y poder perdurar, vendiendo churros, vendiendo ropa, haciendo lo que sea porque entendemos que es un lugar de alto impacto para la historia y la cultura de la ciudad de Villa María, por tal motivo el chalé no es nuestro, sino de la comunidad toda. No me canso de decirlo. Hoy nos hacen falta muchas cosas, pero lo que más necesitamos es poder trabajar de nuestro oficio, trabajar del teatro que hace seis meses está anestesiado y necesita con urgencia una bocanada de aire fresco.  

-En cuanto a la actividad teatral, ¿han vuelto a dictar clases?

Desde la organización decidimos por el momento no volver al dictado de clases por varias cuestiones. El protocolo es muy reducido con respecto a la cantidad de alumnado (no más de seis alumnos), no dan los números. Y abrir el espacio, con todo lo que eso implica, es sumergirnos a un riesgo muy alto. Es muy difícil pensar en el teatro que el cuerpo del otro es una amenaza para uno. ¿Se imaginan diciéndoles a los niños, adolescentes, inclusive adultos, que no se saquen el barbijo, que no se toquen, que respeten el distanciamiento de dos metros en una clase de teatro?   

 

"Navegando en medio de una incertidumbre feroz"

-A nivel provincial vienen reclamando el regreso de las puestas escénicas al público, con protocolos necesarios. ¿Alguna novedad al respecto?

-Ninguna. Estamos navegando en medio de una incertidumbre feroz. Y claramente es mucho más seguro un protocolo de espectáculo que el protocolo de clases. El espectador entiende muy bien cuáles son las reglas del juego una vez que entra a la sala. Sin lugar a dudas van a cambiar las temáticas, ciertas formas de convivencia y diferentes maneras de ver teatro porque nos va a costar mucho volver al codo a codo en la butaca. 

-Más allá del parate, ¿tienen preparadas obras o están preparando algunas puestas para más adelante?

-Siempre se está gestando. Quedaron varios trabajos pendientes, obras por estrenar. Desde la dramaturgia creo que nunca dejé de hacer teatro, solo que uno pasó de volar a arrastrarse. Es casi imposible para un dramaturgo no contaminarse de imágenes en este momento histórico, político y social que estamos viviendo, que más que hablar del futuro, habla del presente, aunque no lo parezca. En poco tiempo vamos a anunciar una nueva propuesta que hace alusión al encierro, a la soledad, sabiendo que en nuestras fibras más íntimas brota ese sueño de libertad, de andar, de volar, esa necesidad profunda que tenemos de estar juntos.

50%
Satisfacción
50%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios