Incorporación de lo ecológico en los estudios históricos locales

No necesariamente el pasado debe ser interpretado sólo a partir de las relaciones entre seres humanos, puede incorporarse la relación entre los humanos y la naturaleza. Aquí señalo algunas de las cuestiones que implican sumar una visión ecológica en el desarrollo de los estudios historiográficos.

Escribe Jesús Chirino ESPECIAL PARA EL DIARIO

 

Ecohistoria

Existe una tendencia, enmarcada entre las nuevas corrientes historiográficas, que para el desarrollo del conocimiento histórico, incorporan el análisis de los impactos producidos por las sociedades en sus entornos naturales. Se trata de la denominada Ecohistoria, también conocida como Historia del Medio Ambiente o Historia Ecológica. Desde este enfoque se intenta imbricar el género humano y el desarrollo cultural al contexto natural y, más allá de las discusiones entre eruditos acerca de si esta debe ser una especialización o sólo enriquecer los marcos interpretativos existentes, se acuerda acerca de la necesidad de un trabajo interdisciplinario entre la Historia, las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales.

En uno de sus trabajos, el español Manuel Mosquera Agrelo, señala que sería un error si en la construcción de una Historia Ecológica se partiera centrando “nuestros esfuerzos en el desarrollo de una historia de los recursos naturales a lo largo de los siglos o en una Historia de la Naturaleza fundamentada en criterios exclusivamente biológicos que eviten y marginen el pormenorizado reconocimiento de las relaciones que se establecen en un grupo social”. El enfoque debe ir hacia la construcción de una historia de las relaciones que las sociedades han mantenido con el medio ambiente y las formas que impactaron en éste las acciones humanas. Si bien el espacio geográfico es algo objetivo, es claro que se lo habita desde la subjetividad, por lo cual también es importante estudiar las concepciones que han guiado las acciones humanas .

 

Diferentes concepciones de la naturaleza

Son diversas las ideas acerca de la naturaleza, y el vínculo con la misma, que preponderan en una sociedad, en sus diferentes períodos. Por ejemplo, en relación con este punto, y en referencia a nuestra zona, podemos verificar relatos históricos que nos hablan de la “dominación” de la naturaleza, de “ir ganándole a lo natural”. Serán muy escasos, si encontramos, relatos que pongan en evidencia una idea de naturaleza vista como fuente y medio de vida a la cual debe respetarse. Muchas veces la naturaleza aparece como algo a “vencer”, “dominar” o poner al servicio de un modelo de producción. Bajo la idea de que la acción humana debía transformar todo medio ambiente natural tuvieron lugar procesos que impactaron de tal manera en los ecosistemas que actualmente podemos ver los resultados.

A partir de la Ecohistoria no sólo podemos revisitar la historia de la ruralidad de la zona, incorporando al análisis aquellos procesos que han tenido efectos ecológicos, sino también repasar las ideas de naturaleza evidenciadas en el manejo de lo urbano. Sin lugar a dudas el origen de muchos de los actuales problemas ambientales se encuentran en procesos que tuvieron inicio en el pasado. Incorporar una visión ecológica no sólo facilitaría el examen de procesos que se extendieron a lo largo de varios años, sino que podría despertar la necesidad de análisis de largo plazo para las acciones que actualmente impactan en el medio ambiente. Esto es algo que se ve dificultado por el cortoplacismo que impone el sistema de producción capitalista. 

 

Desde la Ecohistoria 

En la zona geográfica de la actual Villa María, el uso de la tierra se fue modificando a lo largo de la historia. Dejando para otra oportunidad la utilización que se ha hecho del suelo urbano, puede sostenerse que, desde un planteo esquemático y reduccionista, el análisis puede partir desde la relación que mantuvieron con la tierra los primeros asentamientos humanos en la región. Luego esos pueblos fueron desplazados con la llegada de los europeos y el desarrollo de la colonización. Entonces se introdujeron otras prácticas rurales y se impactó la flora y fauna autóctona con la introducción de especies foráneas. También fue incrementándose la densidad poblacional y se desarrolló una primitiva red vial con sus fuertes, fortines y postas. Poco a poco avanzó la explotación extensiva de la tierra hasta llegar a adquirir características intensivas. Con la llegada del ferrocarril se acrecentó el desmonte, la colonización agraria y el desarrollo tanto de la agricultura como de la ganadería. Todo llegó de la mano de un mundo nuevo de relaciones sociales y el afianzamiento de un modelo de producción que demandó más tierras aptas para el cultivo. También avanzaron las urbanizaciones, la construcción de diques y canales para el “manejo” de los cursos de agua y creció la actividad industrial.

La perspectiva con la cual reconstruye el pasado la Ecohistoria, permite aportar a la comprensión de los hechos y procesos que produjeron las condiciones actuales del medio ambiente en que vivimos. Analizar las concepciones que guiaron las relaciones que se establecieron con la naturaleza en diferentes momentos históricos, podría ayudar a discutir cuáles son las que actualmente ponen norte a las acciones tanto de los ciudadanos como de los gobiernos.

 

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