El mayor evento y el mayor de los sacudones

Todavía resuenan por los pabellones armados en el predio de la Sociedad Rural, en el barrio porteño de Palermo, las palabras pronunciadas el jueves por  Alejandro Vaccaro, el biógrafo de Jorge Luis Borges, en la apertura de la  48ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires,

Es que Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro y de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), no se anda con metáforas ni eufemismos... Le reprochó a Javier Milei que le haya quitado apoyo económico al que tal vez sea el mayor evento cultural de la Argentina (si se lo contempla en perspectiva de cinco décadas) y que, al mismo tiempo, haya solicitado presentar su libro allí mismo, más precisamente en la pista central de la Rural. “No hay plata”, le espetó al mandatario nacional, en alusión a que se tendrá que hacer cargo de los gastos que demandará su presencia (en materia de seguridad, entre otros).

Y no le fue en zaga la escritora Liliana Heker: “¿Tiene sentido celebrar esta nueva emisión de la Feria del Libro en un país en el que día a día crecen la pobreza y la indigencia, hay millares de despidos sin fundamento, la salud y la educación pública están en emergencia, la obra pública fue cancelada, nuestras universidades son desfinanciadas al punto de correr el riesgo de cerrar sus puertas, la investigación científica y tecnológica y el ejercicio de la ciencia y la tecnología están siendo devastados, toda institución o medio que favorece el desarrollo y la difusión de la cultura ha sido desvirtuado o borrado, se entregan nuestras riquezas naturales y el Estado parece ausente, aun en caso de epidemia? Confieso que, más de una vez, una noticia de último momento hizo tambalear este texto mío aun antes de que empezara a darle forma. Y, sin embargo, acá estoy, celebrando, como hace medio siglo, en mi primera Feria, el estar rodeada de libros y de una concurrencia que, sospecho, en buena medida viene acá porque anda buscando algo preciso, o tal vez difuso, que espera encontrar en un libro.

Ahí está el punto: creo que el libro adquiere una significación muy especial en estos momentos”.

Lo cierto es que Vaccaro armó una SADE federal (la integran inclusive cuatro villamarienses, dos de los cuales, Ernesto Fernández Núñez y Eduardo Belloccio, lo pudieron acompañar en las primeras jornadas, cuando además se entregaron los títulos a quienes cursaron las diplomaturas que la entidad dicta junto a la Universidad Nacional de Villa María).

La ciudad estará representada también por el espacio de la editorial de la UNVM en el espacio de las producciones universitarias. Y, al mismo tiempo, por la presentación del libro del autor local Luis Luján (ver en esta misma página).