Amor y humor en el Verdi

El Teatro Verdi vivenció uno de los fines de semana más intensos del año. Tras las dos funciones concretadas durante la tarde del viernes con el ídolo infantil Topa ante más de mil personas (de las cuales ya habíamos comentado días atrás), tanto el sábado como el domingo contaron con espectáculos diversos sobre el escenario.

En la velada sabatina se plasmó -ante 350 personas- la comedia romántica con visos dramáticos “Cartas de amor”, una obra escrita por el dramaturgo estadounidense Albert Ramsdell (A.R.) Gurney Jr, estrenada en 1989, y que fuera protagonizada en nuestra ciudad por dos estrellas reconocidas a nivel nacional: Facundo Arana y Soledad Silveyra, dirigidos por Selva Aleman. Con pasajes de teatro leído y formato clásico, ambos personajes leen las cartas y postales que se han enviado durante casi cincuenta años, en las cuales se aprecia progresivamente el viraje amistoso de las misivas por un creciente amor en ciernes.

Por otra parte, el domingo por la noche -y luego de un retraso técnico de una hora- se plasmó la última creación de Soy Rada (antes conocido como Radagast), denominada “Serendipia”. Bajo la dirección de Pablo Fábregas, Agustín Aristarán, el artista detrás del personaje, explota todas sus virtudes escénicas en un show completo que además cuenta con banda en vivo (The Colibriquis).

Agustín, de 36 años, expone su propia vida -desde que se descubre la magia, pasando por un problema testicular hasta la paternidad prematura de su hija Bianca a los 20 años- con un humorismo delirante y dinámico mechado con trucos mágicos, un par de chistes, improvisaciones con la audiencia y canciones de su autoría.  La trama “estandapera” apela a la nostalgia de los “millennials” con un formato aleatorio y sin pausa, más ligado a la lógica comunicacional de los “centennials”. También logra establecer varios pasajes emotivos que conectan con la afanosa búsqueda personal de una vocación.          

 Juan Ramón Seia