Un colectivo teatral se hará cargo del chalé Scopinaro
La construcción es considerada uno de los símbolos edilicios de Villa María
El grupo artístico Teatro de Herejes se hará cargo del tradicional chalé Scopinaro, donde tiempo atrás funcionara el restaurante Concept.
La intención del proyecto es convertir el antiguo establecimiento de San Juan y Lisandro de la Torre en un centro cultural donde se alberguen expresiones artísticas varias además de una propuesta gastronómica.
Teatro de Herejes es un colectivo independiente, dirigido por Andrés Brarda, que realiza dramaturgias colectivas y de los propios integrantes del grupo, marcando una propia impronta. Desde 2012 viene realizando trabajos escénicos en lugares no convencionales, como, por ejemplo, a la vera del río, con la obra “Amerindio, historia de una masacre” que se repuso en las últimas horas en el arenero municipal de barrio Vista Verde. La puesta representa la conquista española en tierras americanas, con la interpretación de las lenguas autóctona y castellano antiguo.
Legalmente, “Teatro de Herejes” está conformada como asociación civil.
El director, oriundo de Tancacha, es también docente en varias escuelas de la ciudad y de la región.
Silvia Caffe, al exponer la historia del chalé, califica al edificio mencionado como “uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad de Villa María”.
Allá por 1930, Juan Minetti (conocido empresario cordobés) encargó su construcción, y fue el regalo de bodas para su hija María Minetti, que se casaba con el médico Arturo Scopinaro.
El chalé forma parte de una trilogía de idénticas mansiones que Minetti regaló a cada una de sus hijas. La segunda está en Mar del Plata y la otra en las sierras de Córdoba.
De estilo normando, representa uno de los primeros reflejos de la aristocracia instalada en la ciudad, no solo por su arquitectura majestuosa, sino también por el estilo de vida de sus originales habitantes. Por aquellos tiempos la familia desarrollaba sus actividades sociales en la planta baja (salones, comedores, galería y jardín; con el apoyo de la cocina); en el primer piso se encontraban los dormitorios y zonas de estar privadas; el segundo piso estaba habitado en su totalidad por el personal de servicio (siete personas, entre mucamas, cocinera, chofer, etcétera).
Cuatro años después de la boda, Scopinaro falleció en un accidente automovilístico y la vida familiar de ensueño se truncó y junto con ella también el destino de la mansión. La viuda y sus dos pequeñas hijas dejaron la ciudad, y el chalé tuvo desde entonces un camino incierto e inconstante: vivienda, salón de fiestas, hotel.
El viernes, Madre Selva recibe a un grupo tropical
La banda tropical cordobesa “Sabor Canela y un Poquito de Café” actuará el viernes de esta semana a la medianoche, en la sala Madre Selva, ubicada en Porfirio Seppey 655. Cuenta con un repertorio variado y está integrada por diez músicos de distintos puntos del país.
