Sobre el allanamiento en el Museo del Coleccionista

“Nunca puede haber una compraventa donde se exhiben piezas arqueológicas”

Alfonso Uribe, arqueólogo de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia de Córdoba y coordinador del Comité Provincial de Lucha contra el Tráfico Ilícito, explicó los motivos del decomiso de piezas arqueológicas del establecimiento de barrio Ameghino
lunes, 26 de octubre de 2020 · 08:30

En nuestra edición de ayer publicamos la situación que atravesó Paulo Petricorena, propietario del Museo del Coleccionista ubicado en barrio Ameghino de Villa María (Independencia 127), quien sufrió el decomiso de todas las piezas arqueológicas que tenía exhibidas en su establecimiento.

Petricorena apuntó contra la Agencia Córdoba Cultura por lo sucedido, aunque el allanamiento fue ordenado por la Justicia Federal tras una investigación realizada desde la división de Delitos Culturales de la Policía de Córdoba.

Para conocer más detalles sobre lo acontecido, El Diario entrevistó a Alfonso Uribe, arqueólogo de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia de Córdoba y coordinador del Comité Provincial de Lucha contra el Tráfico Ilícito, quien actuó en el procedimiento tras ser convocado por la Justicia, según explicó él mismo, “para determinar si las allanadas eran piezas arqueológicas o no”.

Sobre lo sucedido en el espacio local, Uribe destacó que “nunca puede haber una compraventa en un lugar en el que se exhiben piezas arqueológicas. Eso está totalmente prohibido, porque es muy difícil diferenciar si las piezas están realmente para ser mostradas a nivel cultural o si al mismo tiempo están ofreciendo para la venta”.

“En otras oportunidades hemos visto gente que se dedica a la comercialización de piezas, no digo que sea el caso del vecino de Villa María, que ponen a un museo como pantalla para vender objetos”, ejemplificó.

Para más detalles sobre su función en el procedimiento, aclaró que “desde el punto de vista técnico, yo no supe dónde se iba a realizar el allanamiento hasta el momento en el que llegué al lugar”.

“A nosotros nos convocan desde Delitos Culturales de la Policía, subimos a un vehículo y no sabemos nada sobre la causa que se investiga. Solamente vamos a aportar nuestro conocimiento técnico”, detalló, remarcando a la vez que “la Policía de Córdoba es una de las que más secuestra a nivel país y una de las pocas especializadas en delitos culturales después de Interpol”.  Volviendo a lo que fue el allanamiento en barrio Ameghino, Uribe relató: “Las piezas arqueológicas normalmente se depositan en el museo de Río Segundo, pero nos pareció que teniendo Villa María museos municipales era inoportuno sacar las piezas de la ciudad”.

“Fue así que decidimos trasladarlas hacia el Museo Municipal de Bellas Artes Fernando Bonfiglioli, porque su depósito está en muy buenas condiciones y porque tiene guardia durante las 24 horas”, expresó.

Seguidamente manifestó: “En el procedimiento lo que uno hizo fue clasificar cuáles eran piezas arqueológicas y cuáles no. También tuve que determinar la conservación de las puntas de proyectil, porque estaban pegadas a las bases de las vitrinas, algo que desde el punto de vista museológico no se hace nunca”.

“Si nos poníamos a despegarlas una por una podíamos romperlas, razón por la que también hubo que llevarse las vitrinas donde estaban exhibidas”, aclaró.

También comentó que “casi el 95% de las piezas decomisadas no son de Villa María y ni siquiera de la provincia de Córdoba”.

“Hay de la Patagonia, del noroeste, de Santiago del Estero e incluso una pieza histórica de pizarra que los niños usaban para la escuela a finales de 1800. Esa pizarra estaba mezclada como si fuera una punta de proyectil o una pieza realizada por pueblos prehispánicos, pero realmente es un elemento histórico”, detalló.

 

Más irregularidades

En otro orden, Uribe sostuvo que “para tener una compraventa hay que llevar libros de lo que se compra y se vende. Doy fe de que al propietario (Petricorena) se le pidió la documentación y dijo que no la tenía”.

“Al mismo tiempo, el lugar en el que estaban las piezas estaba en la misma habitación en la que el hombre tenía los objetos en venta”, aseguró.

También indicó que “el museo fue inaugurado en 2018 y el trámite para registrar las piezas en la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia debió realizarlo antes de abrir las puertas del lugar, más siendo un particular”. “No creo que no haya podido tramitar el registro a raíz de la pandemia. Tuvo dos años para hacerlo y nunca lo hizo”, consideró, respondiendo a Petricorena  quien en nuestra edición de ayer aseguró que se vio impedido de realizar el trámite a raíz de la pandemia.

Para más, Uribe recordó que “en el año 2004 la Ley Nacional 25.743 dio un plazo para inscribir las piezas arqueológicas y el mismo se venció hace 15 años, para evitar, por ejemplo, que alguien robe sitios arqueológicos e intente declarar las piezas”.

 

Colaboró con el procedimiento

Uribe ponderó: “Hay que aclarar que el dueño del lugar colaboró con el procedimiento y mostró dónde estaba el resto de las cosas que no se encontraban exhibidas en las vitrinas”.

 

5
4
21%
Satisfacción
0%
Esperanza
48%
Bronca
12%
Tristeza
12%
Incertidumbre
6%
Indiferencia

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