A través de una fundación, Bauti tuvo su tan esperada bicicleta

Una mamá inquieta y luchadora para hacer a un niño feliz. Así podría resumirse la historia de Bautista Peñaloza y su nueva y esperada bicicleta.

Bau tiene 12 años, parálisis cerebral y el sueño de poder andar en bici como los demás. Ese sueño se lo cumplió la Fundación Jean Maggi, una organización cordobesa sin fines de lucro creada para contribuir y aportar ayuda a los niños con discapacidad a través del deporte.

“Conocí a esta fundación por medio del programa de Santiago Del Moro, ‘¿Quién quiere ser millonario?’, y escuché que hacían bicicletas adaptadas para personas con discapacidad, entonces empecé a buscar por Internet, esto fue hace dos años atrás”, recordó Jorgelina Maltaneri, mamá de Bautista.

Así, después de algunas horas frente a la computadora, “encontré la fundación, vi que había que anotarse, que era por sorteo, y nos anotamos”.

Tiempo después, tras algo más de ocho meses de espera, llegó la noticia que tanto deseaban. “Nos avisaron que Bauti había salido sorteado para tener su bicicleta, que teníamos que viajar a Córdoba a buscarla. No te puedo explicar la felicidad de Bauti”, destacó Jorgelina.

El problema que ocasionó la pandemia de coronavirus y las restricciones impuestas hicieron que en mayo del año pasado, cuando iban a entregarles la bicicleta, no pudieran viajar. “Lamentablemente, pensamos que la había perdido por el tiempo que pasó. Pero me volví a comunicar con la fundación y me dijeron que me quedara tranquila que la bici era para él”, contó.

A finales de 2020 las condiciones estuvieron dadas para viajar a Córdoba a retirarla. “Ahí sí viajamos con mi hermano, mi cuñada, Bautista y Pedro, mi otro hijo, para buscarla”, añadió.

Jorgelina aseguró que para Bauti “fue una felicidad plena, está muy feliz con su bici, él quería andar en bici como todos los chicos y se le dio”. La fundación les entregó la bici sin ningún tipo de cargo o costo, con la única condición de que si algún día no la usa más, la devuelva para ser reacondicionada y entregada a otros niños.

“Andamos acá por el barrio, es un poco grande, es difícil cargarla al auto, por eso no hemos ido a la costanera, pero estoy viendo la posibilidad de conseguirme una bicicleta para mí porque él anda en bici, Pedro anda en su bici, y yo ando caminando con ellos, ni bien consiga la bicicleta vamos a poder salir los tres tranquilos”, relató.

Finalmente, Jorgelina destacó el apoyo y el trabajo de la Fundación Jean Maggi “porque le dan la posibilidad a chicos que realmente lo necesitan y se portaron muy bien con nosotros, Bau está feliz”.