“No reniego de la categoría ‘autoayuda’”

Una de las frases características de Gabriel Cartañá es “te voy a dar un ejemplo”.

A medida que uno dialoga con el psicólogo que acompaña a Beto Casella por las mañanas en el programa radial “Bien levantado” y a la noche en “Bendita TV”, emerge su afán por graficar lo que está contando con alguna anécdota puntual o una comparación ilustrativa.

Su segunda cualidad que salta a la vista (y al oído, puntualmente), es su verborragia. “Me suelen decir que hablo mucho, pero en realidad soy difícil de callarme”, comentó a El Diario entre risas.

“Eso ya viene de familia. A mi viejo -exiliado cubano que vivió en España- ya no le molestan con preguntarle por alguna definición o concepto porque saben que te tiene, fácil, una hora”, acotó el licenciado en Psicología, perito forense del Poder Judicial y docente universitario.

Derribando el amor romántico

Cartañá se presentará hoy a las 21.30 en el Teatro Verdi (Yrigoyen 329), y será su primera vez en nuestra ciudad. “Sí he ido a Córdoba, pero nunca a Villa María. Me encanta el público cordobés. Incluso, tengo una anécdota: una vez actué en Santa Fe y la gente respondía muy bien. No se me ocurre otra cosa que decir: ‘Ustedes me hacen acordar al público de Córdoba’. ¡Para qué! Se vino un abucheo bravo. No sabía que había esa pica entre las provincias”, contó jocosamente.

En rigor, llegará con su última puesta titulada “¿Qué digo cuando digo te amo? El difícil arte de amar sanamente”, que corresponde al libro del mismo nombre. Según ha contado, la temática surgió en el ida y vuelta con los asistentes de su anterior propuesta. “Un 90% de las preguntas, que me hacían en la media hora final de la presentación, iban orientadas al amor. Entonces, me decidí por este gran tema. De todos modos, arriba del escenario habrá varios elementos didácticos como para poder hacerlo un poco más entretenido al asunto”, agregó.

-Una de las expresiones más en boga tiene que ver con las relaciones tóxicas. ¿Tratás este tema puntual?

-Sí, pero como advertencia. Las personas tóxicas no se muestran de esa manera al principio, sino de modo amable. Por ejemplo, te va a sacar entradas para ir a ver juntos a tu grupo musical favorito el día que vos siempre te juntás con tus amigos o amigas. Si te dice: “Perdón, no me di cuenta que era el mismo día”, es un error que a todos nos pasa. Ahora, si salta con que “siempre preferís a tus amigos o amigas y no a mí”, estamos ante una persona tóxica en potencia.

-En tu libro señalás que estamos dejando atrás el paradigma del amor “monógamo, heterosexual y para siempre”. ¿Pero va a llevar mucho tiempo ese cambio?

-Es probable que ni nosotros, ni nuestros hijos lo vean. Acaso los hijos de nuestros nietos. Es difícil porque todavía está muy arraigado en nuestra cultura el amor romántico como aquello posesivo, pero vamos en buen camino. Pensá que antes, si uno se escapaba de esos tres pilares, había dos opciones: estaba mal visto o era marginado; y ahora no es así, o tan así.

-¿Te molesta cuando algunos colegas te critican como mediático o de autoayuda?

-No, porque no me molesta ni reniego de la categoría “autoayuda”. Uno puede hacer buena literatura de ese estilo, si uno lo respalda con estudios y experiencia en el ámbito. Otra cosa son esas frases sueltas como las que tienen que ver con la atracción universal. Aunque yo le pida mil veces al universo, nunca me va a dar bola (la actriz) Jennifer Lawrence ni tampoco voy a jugar en la NBA.

Otra frase peligrosa es “si sucede conviene”, que estuvo muy de moda entre los seguidores del Ravi Shankar. Esa frase es parte de una cultura y religión específicas que es la hindú y tiene su asidero en un sistema estratificado de castas. Si se la tira a la marchanta puede ser dañina. ¿Le dirías esa frase a una nena que sufre abusos dentro de su ámbito familiar?